Tres jornadas para apurar las ya escasas opciones de jugar la próxima temporada en la Primera RFEF. Es el reto que tiene por delante el Córdoba CF de Germán Crespo, que el pasado lunes tomó las riendas del equipo blanquiverde con la intención de dar un cambio radical a la imagen y los resultados que el grupo está consiguiendo en las últimas semanas.

Una empresa complicada, si se quiere casi utópica, que en gran medida no depende tanto de los blanquiverdes como de los rivales más directos, que deberán aflojar el paso si el CCF quiere mantener sus opciones de acabar entre los dos primeros del subgrupo IV-D hasta la última jornada del campeonato.

Las cuentas no son nada sencillas para el Córdoba. Esa es la triste y cruda realidad para la entidad de El Arcángel, que se ha complicado la vida de manera notable con las dos derrotas cosechadas ante la Balompédica Linense y el Cádiz B. Por eso, el primer paso hacia el milagro supone ya una barrera importante, pues se trata de conseguir un pleno de nueve puntos en los tres encuentros que restan. Ese nueve de nueve suena irreal a estas alturas, cuando el equipo blanquiverde no es capaz de sacar adelante ni siquiera un partido en las dos ultimas semanas, pero es el único sustento para creer en que los rivales ofrecerán alguna oportunidad.

Para tener en cuenta que el punto de partida es exigente al máximo, basta con observar que el Córdoba no ha conseguido ganar tres partidos de manera consecutiva en la presente temporada. Lo más cerca que estuvo de conseguirlo fue en las primeras semanas de Pablo Alfaro en el banquillo, con dos victorias y un empate, que dejaron paso a otra victoria antes de empezar la decadencia del equipo.

Además de ese pleno de triunfos propios, las opciones del Córdoba pasan porque la Balompédica Linense sufra un desvanecimiento total en este tramo final, o bien porque el Sevilla Atlético baje considerablemente su ritmo de puntuación. El filial hispalense, a cuatro puntos de distancia, es desde luego el rival más accesible ahora mismo, pues la Balona está ya a siete, y si logra un triunfo este domingo en su visita al Real Murcia sería ya inaccesible para los de Germán Crespo.

Para empezar, el Sevilla Atlético recibe al Cádiz B, conjunto al que ganó hace tres semanas por un claro 1-4. Los amarillos, sin embargo, mostraron buen nivel ante el Córdoba y viajarán a Sevilla con la intención de devolver la moneda a su homólogo sevillista. Un tropiezo -empate o derrota- de los hombres de Paco Gallardo daría algo de vida al Córdoba, si es que es capaz de imponerse al Tamaraceite. Por otro lado, que la Balompédica Linense no gane en Murcia también ayudaría a mantener en la pelea a un equipo que puede acabar siendo juez de la segunda plaza, dando casi por hecho que la primera lleva su nombre.

En ese supuesto, la siguiente jornada apuntaría a ser clave para el CCF. Los blanquiverdes se jugarían el todo por el todo en su visita a la Balona, con la victoria de nuevo como único objetivo válido. Por su parte, el Sevilla Atlético tendría una salida complicada al Tamaraceite, que apuraría sus opciones ante el filial sevillista. Los canarios ya mostraron ante el Córdoba que son un hueso duro de roer en su feudo.

Todo pasa por ganar y esperar

Si el Córdoba logra salir con opciones de alcanzar el segundo puesto de esas dos jornadas, la fecha final podría plantear dos escenarios opuestos, uno bastante favorable y otro totalmente aciago. Los blanquiverdes recibirán en esa última jornada al Cádiz B, al que de nuevo tendrían que derrotar de forma obligatoria. Pero el premio se decidiría en el duelo directo entre el Sevilla Atlético y la Balona. Si a ambos equipos les valiera el empate, el Córdoba estaría a priori condenado. En cambio, si los resultados previos hacen que ambos conjuntos deban salir a por la victoria, las posibilidades de los blanquiverdes se multiplicarían exponencialmente.

A esas cuentas, complejas desde la propia explicación, se agarran en El Arcángel para no dar por acabada la temporada. En este momento, con el equipo incapaz de ganar un partido suenan a auténtica utopía, pero un buen resultado ante el Tamaraceite podría reactivar las opciones de los blanquiverdes. Eso sí, la realidad dicta que un nuevo tropiezo, unido a una victoria del Sevilla Atlético, podría certificar ya la renuncia matemática del CCF a jugar el próximo curso en la Primera RFEF. La pirueta, por tanto, es compleja y entraña de riesgos cada semana. Pero el Córdoba se ha ganado una situación tan desesperada, en la que solo le vale ganar y esperar.