El Córdoba CF tendrá que abandonar este miércoles su actual Ciudad Deportiva, mediante actuación judicial fechada para las 9:30 en las instalaciones del Camino de Carbonell. Un trámite que ya se conocía, y que estaba previsto en la entidad, pero al que el club de El Arcángel llega sin haber sellado ese acuerdo con el Grupo Tremón para el alquiler de los terrenos. De hecho, sobre una entente que parecía ya pactada, han vuelto a surgir diferencias que complican, al menos de momento, la operación.

Y es que el asunto de la Ciudad Deportiva es uno de los que más se está enquistando en la entidad, desde la llegada de Infinity al club de El Arcángel. A pesar de que una de las prioridades de los actuales gestores del club blanquiverde era el firmar un contrato de arrendamiento con la empresa propietaria de los terrenos para hacer un uso reglado de la instalación, y no el precario en el que está el club desde hace décadas, en el proceso no paran de surgir problemas e impedimentos.

Los últimos, según ha podido constatar el Día de fuentes cercanas a la negociación, por parte de Infinity, que no termina de dar el visto bueno a la base del acuerdo que desde el club se había avanzado con Tremón, y que consistía en el arrendamiento de la Ciudad Deportiva durante la próxima década, a cambio de una cantidad anual cifrada por encima de los 90.000 euros que en un principio se dio como cifra definitiva.

Las fuentes consultadas aclaran que las desavenencias desde la propiedad no giran en torno al montante económico a desembolsar, y sí más sobre la duración del pacto con Tremón. Un cambio de planes que vuelve a variar la previsión con la que trabajaban en el Córdoba CF y que deja de nuevo en el aire un asunto trascendental para el desarrollo normal del día a día de los equipos blanquiverdes.

Y es que desde este miércoles, el Córdoba dejará de contar con una Ciudad Deportiva en la que entrenarse. Lo hará poco después de las 9:30, hora fijada en la resolución judicial que se conoció a finales del mes de marzo y que establecía que la instalación debía quedar libre y a disposición de su propietario. El daño inmediato es mínimo para el club, pues los equipos se encuentran en período de vacaciones, lo que también otorga cierto margen de maniobra para retomar los contactos con Tremón y firmar por fin el acuerdo que ambas partes persiguen.

De hecho, por la actual situación urbanística de los terrenos del Camino de Carbonell, tanto el Córdoba CF como Tremón parecen condenados a entenderse, pues solo así se podría conseguir la calificación de uso deportivo de una parcela que, por su coste, ninguna otra entidad deportiva de la ciudad puede permitirse. Ese extremo llegaría, de producirse, mediante diversos y no sencillos trámites ante la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Eso sí, las nuevas diferencias entre las partes, surgidas cuando el acuerdo parecía ya un hecho a falta únicamente de la firma, vuelven a complicar la situación y alimentan un poco más las dudas en torno al rumbo que Infinity quiere tomar para el Córdoba CF. Y es que, después de más de un mes sin noticias sobre el nuevo proyecto, con las decisiones principales paralizadas a la espera de que desde Bahréin se reciba el OK, el capítulo de la Ciudad Deportiva no hace más que confirmar esa sospecha de que los cambios en la estructura directiva del club están a la vuelta de la esquina.