La remodelación que la Real Federación Española de Fútbol acometió el pasado verano con vistas a la próxima temporada de las competiciones que organiza sigue siendo una obra inacabada. Aunque hace meses que los teóricos formatos de competición de la Primera y la Segunda RFEF circulan de manera extraoficial, la falta de detalles por parte de la RFEF empieza a inquietar a los equipos, entre ellos el Córdoba CF, ansiosos por conocer ya de manera pormenorizada las exigencias de esta nueva categoría en la que se integrarán a partir del próximo curso.

De manera intermitente, la Federación ha ido suministrando información a los clubes sobre la Primera RFEF, la que será punta de lanza de sus competición desde la campaña 2021-22. De hecho, este mismo jueves se reunirán los representantes federativos de las competiciones con los 40 clubes que jugarán en el tercer escalón del fútbol español. De ese cónclave se espera que salga ya una definición concreta de todos los aspectos que rodean a una competición.

¿Y la Segunda RFEF? Pues el turno para la que será cuarta categoría del fútbol español podría llegar a partir de la próxima semana. De momento, este próximo domingo ya se conocerá el cartel completo de los equipos que jugarán en esta categoría. En juego quedan 12 plazas de las 90 que tendrá en total una Segunda RFEF ya esbozada, pero con mucho trabajo por desarrollar. El formado básico de competición dividirá a los equipos en cinco grupos de 18, con un ascenso directo por grupo y un play off posterior que aún está por definir, aunque todo hace indicar que implicaría a los cuatro conjuntos clasificados entre el segundo y el quinto.

La competición recuperará de esta manera un formato más tradicional, después de los estragos que la pandemia ocasionó en esta recién acabada campaña. Pero al margen de eso, quedan muchos detalles por definir. El principal, la composición definitiva de los grupos, que en principio no debería variar en exceso de lo que fue la Segunda B en esta última campaña.

En el caso del Córdoba CF y los equipos andaluces, las cábalas que se manejan incluyen como rivales más probables al Melilla o el Ceuta (si finalmente logra su plaza), además de los extremeños o murcianos. En todo caso, ese reparto de equipos dependerá mucho del número de representantes finales que maneja cada comunidad autónoma, pues uno de los criterios prioritarios será el tratar de no separar a equipos de la misma comunidad, aunque quizás no sea posible en todos los casos.

Otro aspecto fundamental a definir será el número de fichas que podrá inscribir cada club, así como el número obligado de jugadores que tendrán que estar por debajo de los 23 años. Esa configuración final resulta clave para que los directores deportivos puedan empezar a trazar una idea de cómo quedarán confeccionados sus equipos.

Con todas esas incógnitas y algunas más sobre la mesa, los clubes aguardan con impaciencia las directrices de la RFEF, que no termina de sentar las bases de ese proyecto de reestructuración de sus principales categorías.