Si hay un jugador en el Lugo que sabe a la perfección el ambiente que el domingo se respirará en El Arcángel es Bernardo Cruz. El menor de los hermanos Cruz reconoció ayer en sala de prensa que para él este partido supone "experimentar momentos especiales que ya viví el año pasado y que toca revivir" porque "siempre es bonito volver a casa y enfrentarte al club en el que te has criado, es un partido de sentimientos encontrados pero tengo claro que mi interés es defender la camiseta del Lugo y nuestro objetivo es ir a conseguir los tres puntos".

Analizando la situación del Córdoba, el defensa cordobés explicó que los de Sandoval "necesitaban, además de los puntos, un estímulo psicológico para aferrarse a las opciones de salvación y lo están consiguiendo, sobre todo con el cambio de propiedad. La masa social se volcó con el equipo a pesar de ser una situación muy crítica y eso es lo más importante que tienen ahora mismo, la gran masa social que hay detrás".

Respecto a lo que espera sobre el césped, Bernardo apuntó que el Córdoba es "un equipo nuevo, cambiaron con respecto a la primera vuelta mucho y sobre todo la filosofía de juego", por lo que cree que encontrarán "un Córdoba muy pasional, llevado con arreones por la grada y con un juego práctico de intensidad, de vivir en campo contrario", por lo que espera que su equipo sea "el Lugo que queremos ser, con ambición".