El Arcángel abrió sus puertas 83 días después del duro batacazo sufrido con el descenso de categoría. Atrás quedaron las penurias, ahora es tiempo de mirar hacia adelante y de soñar con un futuro esperanzador, donde los de Germán Crespo aspiren a lo máximo en este próximo curso. El cordobesismo, ante medidas de restricción, regresó al estadio ribereño para empezar a examinar al nuevo proyecto blanquiverde, con un plantel totalmente renovado con 13 fichajes ya realizados en este mercado de verano.

Con nivel 3 de alerta, las restricciones por el coronavirus se mantienen. A pesar de eso, todos los seguidores -ya tiene el club cerca de 6.000 abonados- que se apuntaron en el área social del club pudieron entrar al estadio ribereño, que sólo abrió las gradas de tribuna y anfiteatro para el primero de los cuatro partidos de pretemporada que se celebrarán este verano a orillas del Guadalquivir. 

Hubo colas para entrar y también distancia de seguridad entre asientos entre todos los aficionados, algo más de mil, que asistieron al encuentro. La fecha, en pleno mes de salida de vacaciones, también hizo que muchos seguidores estén lejos de El Arcángel disfrutando de sus días de asueto. Por otro lado, también está el respeto de muchos al coronavirus, pese al alto ritmo de vacunación. Y por último las altas temperaturas, aunque este sábado el calor no fue tan intenso como días atrás y se estuvo bastante bien en el Reino cordobesista. De ahí que incluso fuera más gente de la esperada.

Una vez ya en el interior del estadio ribereño, a los aficionados les tocaba poner caras a los nuevos jugadores del Córdoba CF. De inicio, sólo tres jugadores, Bernardo Cruz, Luismi Redondo y Miguel de las Cuevas, estuvieron en el último envite del curso pasado. El resto eran todos nuevos (Carlos Marín, José Ruiz, José Cruz, Ekaitz Jiménez, Toni Arranz, Omar Perdomo y Antonio Casas) y algún que otro jugador que estará entre el primer equipo y el filial, como es el caso de Abreu.

Más allá de los detalles que se pudieron ver de un primer partido de pretemporada, en el que hay fallos y muchas rotaciones, el cordobesismo empezó examinar el nuevo proyecto blanquiverde, en el que el ascenso es el gran objetivo para la 21-22. De momento, toca trabajar el estilo de Germán Crespo, en el que el equipo debe ser protagonista del partido y vertical, para que en el momento de la verdad, para cuando se visiten los diferentes campos de Segunda RFEF, todo fluya y vaya a las mil maravillas.