El Córdoba CF sigue dando pasos en firme en su pretemporada. Dos amistosos, solo dos partidos han disputado hasta la fecha los blanquiverdes, pero ya van trazando un patrón que se repite y que invita al optimismo. Ante el Almería, el conjunto blanquiverde ofreció una versión mejorada de lo que ya se pudo ver cuatro días antes frente al Granada, con el añadido de contar con importantes ausencias y de medirse a un rival que es de la máxima categoría.

Si tras el choque ante el Granada ya se señalaba que las conclusiones no debían ser excesivamente profundas al tratarse del primer partido de preparación, ese mismo argumento puede aplicarse al segundo test de los blanquiverdes. Eso sí, más allá de apariciones individuales que pueden nublar ahora la vista y no ser reales de cara a la competición, lo que el Córdoba empieza a desarrollar es una imagen colectiva muy sólida y solvente, y por ahí sí se puede ya atisbar lo que serán capaces de ofrecer los hombres de Germán Crespo durante la temporada.

Y es que más allá de nombres particulares, el Córdoba volvió a rendir como un bloque que es capaz de adaptarse a múltiples situaciones durante un partido, dando además la impresión de sentirse cómodo en una amplia gama de registros del juego. Si ante el Granada por momentos se vio a un equipo dominador con la pelota, el duelo ante el Almería confirmó esa impresión, en una primera parte de monopolio cordobesista ante un equipo construido para consolidarse en la élite.

Salvando el error flagrante inicial que dio ventaja a los almerienses, el CCF cuajó una primera parte muy convincente, mostrando personalidad para hacerse con el balón y buscar el ataque de manera paciente pero también decidida, sin especular y con las ideas claras. Tanto fue así que antes del cuarto de hora de juego el Córdoba ya había dado la vuelta al marcador. Lo hizo, además, mostrando esa doble personalidad que tan bien puede hacer a su juego.

Porque el primer gol, el de Diarra, llegó en una jugada aislada, aprovechando un balón suelto en la frontal del área del Almería. El CCF ha potenciado mucho su segunda línea y ese gol es el claro ejemplo de que los delanteros estarán esta temporada mucho más arropados. El segundo tanto, por contra, llegó tras una jugada elaborada y bien trazada desde atrás, con un par de cambios de sentido y una internada por banda que es marca de la casa, resuelta de manera magistral por Simo, en una brillante acción individual.

Con todo, lo más interesante del duelo ante el Almería se vio tras esos dos goles. Fue ahí cuando el equipo de Germán Crespo tuvo sus mejores minutos de lo que va de pretemporada. El Córdoba supo dominar el partido sin caer en la especulación y sin pecar tampoco de excesiva candidez para desguarnecerse de manera innecesaria. Una lectura del choque muy notable que permitió a los blanquiverdes irse al descanso con Felipe Ramos prácticamente como espectador de lo que sucedía en el césped.

Cómodo en varios registros

En la segunda parte, sin embargo, el paso adelante del Almería y el cambio de dibujo que probó Germán Crespo propiciaron que el CCF adoptara un rol distinto, aunque igualmente exitoso. Los blanquiverdes, con dos puntas de mucho trabajo como Willy Ledesma y Sergio Benito, no tuvieron reparos en ceder parte de su iniciativa para intentar dañar al rival con velocidad a la espalda de su defensa. En esos 45 minutos, solo la falta de acierto en la definición y la lógica fatiga acumulada tras dos semanas de duro entrenamiento impidieron que el marcador fuese más abultado.

De nuevo, el equipo de Germán Crespo volvió a sentirse muy cómodo y, salvo ya en los minutos finales con dos claras ocasiones del rival, no dio sensación de que el triunfo peligrara en ningún momento. En ese segundo acto, el equipo se sobrepuso además a los condicionantes que presentaba su plantilla y que hicieron al técnico alinear a dos mediocentros como centrales ante la falta de efectivos en esa zona.

Los nombres propios

Aunque lo más importante de lo visto hasta el momento es la solidez colectiva que demuestra el Córdoba, el amistoso ante el Almería dejó gratas actuaciones individuales que merece la pena destacar. En defensa, Jorge Moreno lució como lo que es, un central rápido, seguro y contundente, pero también capaz de iniciar el juego desde atrás con las ideas claras. En las oficinas de El Arcángel insisten en que el defensa madrileño es un potencial jugador de Primera División. De momento, este curso apunta a ser un pilar defensivo para el CCF.

En la medular, Youssouf Diarra cobró protagonismo con su gol, pero sobre todo con un despliegue físico que le hizo estar en todo momento allá donde su equipo lo necesitaba. El maliense es un pulmón que Germán Crespo a buen seguro sabrá explotar para bien del colectivo.

Ellos fueron los hombres más destacados de un Córdoba CF que lució mejor que un Almería de Primera División y que, sin que haya que lanzar todavía las campanas al vuelo, sigue ahondando en sus virtudes y acumulando argumentos de cara a su salto a Primera RFEF.