vivir la crisis en la Viñuela

vivir la crisis en la Viñuela
vivir la crisis en la Viñuela

05 de agosto 2012 - 01:00

Los comerciantes de la Viñuela consideran que viven "el peor momento de su historia" desde que en 2008 comenzara la crisis económica y destacan que 2012 "está siendo un año especialmente duro" para sus negocios. La Viñuela es una zona comercial de "gran importancia" en el entramado comercial de la ciudad, tanto para los vecinos del barrio como, según aseguran los comerciantes, "para personas de otras barriadas y de la provincia que venían aquí por la gran oferta que encontraban". Multitud de vendedores abrieron la persiana de sus negocios por primera vez hace décadas. Es el caso de la propietaria de Lanas Sonia, Rafaela López, que desde hace 36 años está al frente del negocio familiar. La comerciante manifiesta que nunca había sufrido una situación tan "mala como ésta". Según López, su negocio le permitió sacar adelante "holgadamente" a sus cuatro hijos. En la actualidad, de no ser porque están todos independizados y porque "está sola", tendría que haber echado el cierre "inevitablemente". La vendedora señala otros locales en la misma calle de su tienda -Poeta Muhammad Iqbal- que tienen colgados el cartel de "se alquila" o "se vende" y asegura que algunos negocios que abrieron hace "relativamente poco tiempo" han durado "menos de dos meses". López insiste en que "los clientes no compran no porque no quieran, sino porque no pueden" y mira al futuro con desconfianza tras el anuncio del Gobierno de subir el IVA a partir de septiembre porque afrontar los pagos, a su juicio, va a ser "imposible".

Los comerciantes de la Viñuela se establecieron como asociación en el año 1993 en una unión de empresas de las calles Jesús Rescatado, avenida de la Viñuela, avenida de Barcelona y de numerosos comercios en la zona adyacente al mercado del Marrubial. La proliferación de locales tanto en esta zona, como en otras de la ciudad, hizo que se plantearan iniciativas como las de los Centros Comerciales Abiertos (CCA), consideración que se otorgó a la zona comercial de la Viñuela en el año 2004, que pasó a denominarse Centro Comercial Abierto Viñuela(Cevico). Actualmente, existen nueve municipios en la provincia que se reparten 13 CCA. Concretamente en la capital, además del de Viñuela, existen otros tres: Ciudad Jardín, Santa Rosa-Valdeolleros y Centro. Según los comerciantes de Viñuela, la situación "nefasta" que viven puede "extrapolarse" a cualquier otro CCA, incluido el de la zona Centro.

Concepción Medina es la presidenta del Centro Comercial Viñuela, además de propietaria de una tienda de cuadros en la calle Platero Repiso llamada Cordobán. La presidenta lamenta que "se están produciendo multitud de cierres", aunque también destaca que no se dejan de producir aperturas, pero "al menos hay un negocio en cada calle que está cerrado o en liquidación por cierre". Medina asumen que viven "un año especialmente duro" ya que ni el periodo de rebajas "ha cumplido con las mínimas expectativas que tenían". El stock se va acumulando en los almacenes y los comerciantes tienen problemas para pagar a los proveedores. A juicio de Medina, las medidas impuestas por el Gobierno, tanto la subida del IVA como la liberalización de horarios del comercio, "perjudican a la pequeña superficie" y rompen "con el orden" que tanto les ha "costado establecer", como la regulación del periodo de rebajas. La presidenta añade que una tendencia de los comerciantes es "cambiarse de local", ya que intentan que unas mejores condiciones del contrato de alquiler les salve del cierre. Es el caso de Jesús Sánchez, propietario de un establecimiento de peluquería, Jesús Soler Estilistas. Tras seis años de actividad en la calle Poeta Muhammad Iqbal, el peluquero cambia de local debido a que el nuevo arrendador le ofrece un mejor precio. Según Sánchez, "la situación es la misma de siempre, lo que cambia es el consumo", y aclara: "Antes las clientas no escatimaban en tratamientos de belleza, ahora acuden a hacerse lo estrictamente necesario, como un corte de pelo, y abundan muchos tintes de supermercado". El comerciante afirma que "no me ha quedado más remedio" que intentar ahorrar en el alquiler ya que va a pasar a pagar "un 13% más de IVA" debido a que las peluquerías solo pagaban un 8% del impuesto. El peluquero manifiesta que intentará "no subir los precios", pero que si no le "llega para sacar su sueldo" no le quedará "mas remedio"

Otra de las medidas que toman los comerciantes para intentar hacer frente a la crisis es recortar el horario de apertura y cerrar por las tardes, como es el caso de María del Pino, la propietaria de la tienda de modas homónima. La comerciante afirma que abrir por las tardes "solo son gastos, tanto de tiempo como de gasolina o luz". Mientras que la tienda está vacía de clientes, los percheros están abarrotados de prendas. En los 16 años que lleva María del Pino al frente del negocio, afirma que los clientes han cambiado su forma de consumir. Mientras que antes "no miraban el precio", ahora necesitan volver "tres veces para comprarse una camiseta". Del Pino lamenta que si la situación ahora es "precaria", no quiere "ni pensar cuando se empiece a aplicar el IVA" y recuerda los tiempos en los que su comercio estaba abarrotado de clientes, al igual que el resto de los de la Viñuela. "De no ser así no hubiera aguantado tantos años", asegura en ese sentido la propietaria.

La crisis del comercio también azota a los establecimientos que ofrecen artículos de lujo, como afirma el propietario de la Joyería Ónix, José Fernández. Cuando comenzó su actividad comercial en la Viñuela solo había otra joyería. En la actualidad, según Fernández, hay otras ocho joyerías en las inmediaciones. Los clientes ya "no pueden permitirse" artículos de precio elevado y "temen a los robos" que, según Fernández, se han incrementado durante la crisis. La alternativa para "capear el temporal" del joyero es "crear diseño, ya que somos fabricantes", lo que demuestra que en tiempos difíciles es necesaria la creatividad y el emprendimiento.

El CCA de la Viñuela, que fue uno de los pulmones comerciales de la ciudad de Córdoba, ofrece un panorama de decadencia que, desafortunadamente, viven el resto de zonas comerciales ya no solo de la ciudad, sino del conjunto de España. Sus comerciantes afrontan el futuro con incertidumbre y con una lucha a sus espaldas que dura cuatro años. La crisis está presente en cada uno de los establecimientos que vivieron un pasado mejor, pero sus dueños sostienen la esperanza de mantener lo que les ha costado toda una vida conseguir.

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