El visado de viviendas vuelve a los niveles de hace una década

El parón en la construcción de viviendas, que es más que respetable, se incrementará en un futuro inmediato, según las previsiones. En el mercado inmobiliario, el horizonte se marca en función de las viviendas que visa el Colegio de Arquitectos, tanto para vivienda libre como protegida. Son los proyectos que pasan por la entidad profesional los que marcan por dónde va el panorama. Y el futuro reseña que la inactividad va camino de convertirse en santo y seña del sector durante un tiempo bastante largo.

Las últimas cifras disponibles del Colegio de Arquitectos, que se refieren al primer trimestre del año, aseguran que se visaron 1.045 viviendas de enero a marzo. Un ejercicio antes, el mismo órgano, en la misma provincia, selló el triple de proyectos de obras, sumando las protegidas y las promociones residenciales libres. En total, 3.089. Por medio, se ha producido una enorme restricción del crédito a las empresas promotoras, la quiebra de no pocas sociedades, un incremento paulatino de los tipos de interés y, por ende, una subida de la cuota de los créditos hipotecarios ya concedidos.

Hay que tener en cuenta que el visado de las viviendas se produce con carácter previo a la concesión de la licencia de obras a la hora de construir un edificio. Ello quiere decir que el proyecto que revisó durante los primeros tres meses del año tardará, como mínimo, otros doce meses en llevarse a cabo siempre que no existan problemas en los trámites de concesión de los permisos municipales de los distintos ayuntamientos. En el caso de la capital, se produce también el trámite previo de la realización de las investigaciones arqueológicas, prácticamente generadas en torno el término municipal.

En la serie histórica de los primeros trimestres de la última década, no se producía una cifra de visados de viviendas tan reducida desde el año 1997, cuando entre protegidas y libres se visaron 919 pisos y casas en distintos proyectos. Yendo más lejos, ahora mismo se están preparando menos proyectos que la media del sector en la provincia de Córdoba entre 1978 y 1982, un periodo que estuvo marcado por una situación económica muy complicada, que obligó a adoptar medidas de ajuste muy duras. En esa etapa, durante algunos se promovieron hasta diez veces más viviendas de protección oficial -sobre una población menor- que las que ahora salen al mercado.

Básicamente, la enorme desaceleración del sector actualmente se centra en el segmento de vivienda libre. Según las series históricas del Colegio de Arquitectos, durante los primeros meses de 2007 se visaron 3.043 viviendas libres. Doce meses después, 937. En el segmento de protegida, se produce un sustancial incremento, de 46 a 108 viviendas, que no logra paliar el bajón de las residencias libres. Además, se produce el hecho de que, visto de una forma global, el visado de proyectos de ejecución de VPO sigue estando hundido si se compara con los datos de la última década, cuando en cada trimestre se revisaban una media de 500 viviendas sociales al trimestre.

Una de las cuestiones que más llama la atención es que el parón del mercado de la construcción no es paulatino. Las cifras reflejan un decremento espectacular de las cifras de los proyectos en proceso residenciales en proceso de preparación. En los últimos años, los del boom o la burbuja inmobiliaria, cada año que pasaba se visaban cerca de un millar de viviendas más que durante el ejercicio anterior. Si en 2000, se registraron proyectos para la construcción de algo más de 5.000 viviendas, en 2006 se superó la cifra de 10.000, un hito que se mantuvo durante 2007, lo que explica buena parte del exceso de oferta y de las vacas gordas que han pasado tanto las empresas de promoción como los sectores asociados, entre otros los propios arquitectos.