La amenaza de la gripe aviar privó a los Jardines de la Agricultura de contar con su seña de identidad, los patos, que incluso dan nombre a este conocido parque. El estanque se quedó vacío hace unos años, tan sólo habitado por las palomas que de vez en cuando se remojaban en el agua para aliviarse de las altas temperaturas veraniegas. Pero el delegado de Medio Ambiente, Francisco Cobos, se encargó ayer de devolver la vida a estos jardines, con cuatro parejas de patos que han sido criados en el Zoológico de la capital. La iniciativa ha nacido de una idea del Ayuntamiento de Jaén, que solicitó al gobierno municipal de Córdoba un grupo de estas aves para llevarlas a un parque jiennense. Ante esta petición, la Concejalía de Medio Ambiente decidió hacer lo propio en los Jardines de la Agricultura y devolverle su característica más conocida.

Así, ocho patos silvestres viven desde ayer en este estanque, junto a otra pareja que ya estaba allí y que, presumiblemente, fue abandonada por algún cordobés que quería deshacerse de ellos. A partir de ahora, un grupo de veterinarios del Centro de Control Animal, se encargará de su alimentación y mantenimiento, aunque seguro que estas aves recibirán también las migas de pan o los gusanitos de los niños. De hecho, los más pequeños fueron los que se percataron ayer de la presencia de estos nuevos inquilinos en este parque por el que cruzan a diario cientos de cordobeses y visitantes. Los niños llamaron la atención de sus padres para que se pararan a mirar las aves. Hasta los más despistados y los que iban con más prisa echaron un vistazo al estanque donde las parejas campaban a sus anchas. Como María José García, que lamentó no ir con su hijo "para que pudiera verlos". A Antonio Collado también le pareció "una gran idea" el retorno de los patos, pues, hasta ahora, "faltaba algo".

En total son diez los animales que habitan desde ayer en los jardines, la cantidad justa para su espacio, teniendo en cuenta que es posible que se reproduzcan y la colonia aumente con el tiempo. Será cuestión de esperar y que se mantengan sanos. Libres de gripe aviar.