Victoria Descanso: el sueño de un emprendedor

Una tienda llama a relajarse en el barrio de Santa Rosa, con sus rincones provistos de colchones que simulan un momento de tranquilidad. Unos cuadros en la pared firmados por uno de los nietos del fundador también viajan por diferentes expresiones del sueño. Es un lugar donde se respira la relajación por momentos y cualquier impulso por probar sus productos se repite en la cabeza de sus clientes. No es una tienda cualquiera. Es una colchonería cuyos 250 metros están pensados para el descanso, como indica su nombre.

Y es que este negocio se llama Victoria Descanso, aunque en 1979 se denominaba Colchonería Victoria. Alfredo Moreno, su fundador, le puso ese nombre porque lo sentía arraigado a Córdoba y porque varias descendientes se llaman así. Antes de jubilarse era agente comercial, lo que le facilitaba viajar por toda España. Durante sus diferentes viajes vio cómo en otras ciudades existían comercios muy especializados en un producto. "No tenían ya muebles como había antes", explica una de las actuales gerentes del local, su nieta Carmen Moreno. Con esta idea en la cabeza, le comentó a su hijo Miguel la propuesta de crear un nuevo negocio y, aunque ya tenía un establecimiento en el barrio de Santa Rosa, emprendieron esa nueva aventura juntos.

El local elegido fue el mismo que sigue perdurando hoy día en la calle Los Olivos, con más de 40 años a su espalda. No fue la única tienda creada por los Moreno. Llegaron a tener varias a la vez, según explica la actual responsable del negocio, incluso una sede en Palma del Río con otro concepto. "Abrimos durante tres años la de Palma de Río, pero a raíz de la situación y a medida que se fueron jubilando los empleados, nos hemos ido replegando, así que nos hemos quedado con la primera", comenta Carmen. "Nosotros somos una tienda multimarca. Aunque en tantos años se han probado formas y lugares, sobre todo a raíz de las crisis, para salvar la situación. A la vez hemos tenido seis, aunque luego ha habido más. La crisis de 2008 hizo mucho daño a la vivienda y nos repercutió directamente", describe.

Las crisis de 2008 y 2020, decisivas

Las crisis sufridas en este siglo XXI fueron protagonistas de algunos cierres. La del Covid de 2020 supuso también un punto de inflexión para el negocio, en un momento en el que aún convivían tres de sus comercios. A pesar de esas vicisitudes de la vida, los Moreno siguen al frente de esta tienda del descanso donde continúan manteniendo la filosofía del fundador. Carmen describe a su padre como un gran emprendedor, cuya ilusión máxima era crear puestos de trabajo. "Eso siempre le ha satisfecho mucho, aunque emprender entonces no es lo mismo que lo es ahora; ahora es complicadísimo, está el mercado muy saturado", detalla.

Destaca que en estos años todo ha cambiado en el sector, incluso la estacionalidad: "Antes sabías con más certeza qué meses iba a haber más afluencia de gente. Ahora es más impredecible". También ha cambiado el producto que venden. Carmen explica los tipos de muelles que tienen y han tenido los colchones, innovaciones que se han ido introduciendo en el tiempo. Incluso, recuerda con humor cómo muchos clientes de siempre le siguen pidiendo si pueden elegir el color del colchón, "porque antes se podía entre rosa, azul o dorado".

El tipo de sus clientes también ha cambiado. La edad media de nuevos suele ser media-alta, algunos alentados por sus abuelos y abuelas, que saben perfectamente que en Victoria Descanso te atienden muy bien cada vez que cruzas la puerta. No todos los colchones son iguales, y por eso, Carmen, Alfredo -su hermano- y su cuñada Anabel Pérez suelen filtrar las piezas según la búsqueda del cliente. Ahora ellos tres son los que están al frente del negocio y siguen con la tradición familiar.

Sobre la actualidad y los obstáculos de los comerciantes, Carmen es clara. "A veces te sientes un poco desarmada, ya sabemos cómo está la situación y no encontramos todo el apoyo, pero estamos ahí luchando. Nosotros hemos seguido y es nuestro vivir", reflexiona Carmen sobre ser testigos de comercios vecinos que echaban el cierre.

"Lo que sí hacemos nosotros es intentar hacer fuerza, tenemos un grupo de comercio en el barrio e intentamos hacer eventos donde participe el barrio, donde se encariñe el público. Si un barrio se queda sin tiendas, se queda sin luz; los mayores están muy concienciados, pero los jóvenes están más acostumbrados a hacer las compras de otra forma", reflexiona. "También tenemos Cabalgata de Reyes, estamos todo el día pensando llevar a cabo ideas para que el barrio se sienta contento con nosotros, que apostemos por ellos. De hecho, lo de la cabalgata ha sido muy positivo, porque por redes hemos visto muchos comentarios", describe.