Un verano para aprender a conducir

Las autoescuelas viven su mejor temporada con la llegada de las vacaciones de verano y lanzan distintas de ofertas para intentar sortear la crisis, como la de cursos intensivos que apenas duran una semana

El verano es también la temporada alta de las autoescuelas, que se llenan de futuros alumnos universitarios que tras concluir sus estudios en Bachillerato aspiran a ponerse detrás de un volante en el menor tiempo posible. Es por ello que en estas fechas muchos de estos centros realizan ofertas y descuentos, sobre todo a los estudiantes, para quienes ésta es la mejor época del año para realizar este tipo de actividades que durante el resto del año, y a causa de la implicación en los estudios, son más difíciles de realizar.

El momento actual no ofrece el mejor contexto para aventurarse en esta empresa, lo que ha afectado de lleno a las autoescuelas, para las que el último año ha dejado un saldo bastante negativo. Carlos Aguilar es el propietario de la autoescuela Aguilar y asegura que este año han registrado un 65% de descenso en el número de matrícula, a pesar de hacer ofertas. "La necesidad de sacarse el carnet existe, pero el bolsillo está vacío", reconoce. Y es que hacerse con el carnet de conducir ronda entre los 800 y los 1.000 euros; el precio varía según el número de clases prácticas que necesite cada alumno, aunque la media ronda la veintena. Aguilar asegura también que "la temporada fuerte está entre los meses de mayo y diciembre".

Y si la crisis ha hecho que el número de alumnos descienda, el modo de dar las clases también ha cambiado en los últimos años, sobre todo, desde la entrada en vigor del carnet por puntos. Ahora, "el método es mucho más didáctico. Ya no hay libros de texto y la enseñanza es virtual", destaca Aguilar, quien asegura que "en los últimos seis años hemos pasado de los test a la interactividad".

La autoescuela Séneca es otro de los centros que tiene mayor número de matriculados durante el verano. Su director, Carlos Cruz, apunta que las matrículas aumentan un 70% en verano, mientras que la peor época para ellos es la de los meses de diciembre y enero, cuando hay muchos menos alumnos. El perfil durante los meses de verano se repite: alumnos que tras aprobar la Selectividad intentan sacarse el carnet. A pesar de este gran aumento en el número de alumnos, Cruz indica que la cifra de estudiantes ha bajado en los últimos años "tanto por los efectos de la crisis económico, como por el descenso en la natalidad". Además, "antes también teníamos la demanda de las amas de casa y ahora ha desaparecido", subraya Cruz. Aún así, continúa, "no nos podemos quejar porque nos hemos mantenido en la línea".

La premura en sacarse el carnet de conducir es una de los puntos que todos los alumnos de verano de las autoescuelas tienen en común, más que nada, porque en el mes de agosto no se celebran los temidos exámenes. Buena prueba de ello son los cursos intensivos que oferta este centro: cinco mañanas o cinco tardes intensas de preparación para sacarse la parte teórica.

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