Los vecinos exigen nuevas zonas para el 'botellón' tras morir un joven apuñalado

La Federación de Asociaciones de Vecinos Al-Zahara pretende que el Ayuntamiento ponga pie en pared después de que un joven muriera apuñalado en la madrugada del sábado en el botellódromo que hay próximo a ETEA. El presidente del colectivo, José Rojas, en declaraciones a El Día, exigió ayer al Gobierno local que estudie la posibilidad de cambiar los actuales puntos de encuentro de ocio nocturno, que son el recinto ferial de El Arenal y el citado espacio donde se registró el mortal suceso. Al dar a conocer los motivos que, en su opinión, obligan a reabrir el debate sobre la ubicación de los botellones, Rojas aludió al "aislamiento" de estos dos lugares en los que tienen lugar las concentraciones juveniles, así como a la "escasa seguridad" de las que disfrutan quienes acuden allí de jueves a sábados.

El debate en torno a la movida se ha convertido en una prioridad para Al-Zahara, que pretende que también sea así para el Consistorio. Rojas detalló que los botellódromos "sólo disponen de papeleras, aseos, postes de iluminación y alguna patrulla de la Policía Local, pero eso no es todo lo que recoge la normativa de la Ley Antibotellón". Se refirió en este sentido a aspectos como el desarrollo de un programa de actividades alternativas "para que todo no fuera beber en la calle" y una "mejor vigilancia" en los puntos conflictivos". Añadió que los agentes de la Policía Local "deberían realizar registros por si alguien, como ha sido el caso, llega armado, o simplemente test de alcoholemia".

El dirigente vecinal lamentó el fallecimiento de José A. P. C., de 22 años de edad, pero señaló que "lo raro es que no se hayan registrado más incidentes como el que hoy tenemos que lamentar". Por ello, Rojas abundó en la urgencia de que el Ayuntamiento retome el asunto de los botellones. Aunque no ofreció alternativa a El Arenal y la explanada próxima a ETEA, el presidente de Al-Zahara sí consideró que estos espacios "no son los idóneos" para estas concentraciones de jóvenes y agregó que "los incidentes de este fin de semana lo han demostrado así".

El retraso acumulado en la convocatoria de la Mesa de la Movida fue otro de los puntos que el dirigente vecinal sacó a relucir. Rojas declaró que han pasado más de cuatro años desde que el Consistorio convocó la última comisión para abordar el botellón y las actividades alternativas y que "desde entonces el problema se ha dejado ir, bien porque se creía que se había acabado o simplemente por olvido". Insistió en que "ha llegado el momento de convocarla de nuevo".

La concejala de Seguridad, Ana Tamayo, por su parte, adelantó que elevará este asunto a la próxima Junta Local de Seguridad y reconoció que "puede que los medios policiales que se utilizan en estos casos no sean suficientes". Al analizar una posible reubicación de los botellódromos, Tamayo señaló que "no hay que descartarlo en absoluto, pero mi delegación sólo se ocupa de gestionar los medios de seguridad".

La muerte de José A. P. C. tuvo lugar en la madrugada del pasado sábado después de sufrir varias puñaladas en el tórax durante una reyerta que se registró en torno a las 02:15 y en la que resultaron heridas otras dos personas, de 18 y 19 años de edad, éste último de cierta gravedad. Tras recoger el testimonio de algunos de los jóvenes que presenciaron los hechos, la Policía Local inició la búsqueda del presunto agresor, Francisco J. V. F., de 15 años, al que encontró en torno a las 03:15 en la barriada del Guadalquivir. Presentaba evidencias de restos en su ropa y la piel por haberse ocultado en el río entre matojos.