Un grupo de vecinos del barrio Las Moreras de Córdoba han cortado la carretera de Trassierra a la altura del colegio Antonio Gala la mañana de este martes, 2 de febrero, para exigir al alcalde, José María Bellido, una reunión urgente y proponer la creación de un "área de rehabilitación y regeneración urbana" en el barrio que ayude a resolver problemas de vivienda, eficiencia energética y habitabilidad en la zona. 

Con la presencia de la Policía Local controlando el tráfico y la Policía Nacional custodiando la protesta con al menos seis agentes y varias patrullas, los vecinos, pancartas en mano, han criticado que el alcalde no haya respondido a ninguna de las peticiones que le han hecho por escrito desde que está al frente del Ayuntamiento. Hoy han enviado dos escritos más para pedir una reunión "con urgencia" con las asociaciones de vecinos del barrio. 

Las propuestas son varias e incluyen, además de un plan de urbanismo, un programa de trabajo garantizado para resolver el grave problema de paro del barrio, que según los cálculos de la asociación La Palabra ronda el 90%, sobre todo en los jóvenes. El proyecto "supondría una inversión de 40 mil millones de euros", según ha comentado el portavoz de la asociación, Manuel Ortega, y "beneficiaría a muchos vecinos con salarios de hasta 1.300 euros brutos".

Un plan de adaptación para el cambio climático es otro de los proyectos que reclaman, un plan que generaría trabajo y educación para las más de 10.000 personas que viven en el barrio "en una grado alto de vulnerabilidad". 

Ortega ha asegurado que "no queremos subvenciones ni limosnas" y ha criticado que el alcalde "no está dispuesto a sentarse con nosotros, parece ser que le importa más subvencionar a las cofradías que atender a los vecinos".

Asimismo, la presidenta de la asociación vecinal, Ana Sánchez, ha afirmado que la idea de los vecinos es "trabajar en conjunto" y que sean ellos quienes lleven los avances y las necesidades de esos futuros proyectos. 

Esta es la primera protesta que realizan este año y prometen que no será la última. Los cortes de la avenida se producirán "hasta que el alcalde reciba a los vecinos", afirman.  

El barrio tiene graves problemas de paro, urbanismo, seguridad y limpieza. Además, las distintas asociaciones que hacían vida en la zona están cerradas, así como la biblioteca, el centro cívico y las pistas deportivas.