Córdoba

Las tres últimas jornadas históricas

  • Los exalcaldes Herminio Trigo y José Antonio Nieto reflexionan sobre lo que supuso para ellos las distinciones de la Mezquita, el casco histórico y los Patios

No por estar acostumbrados deja de ser emocionante. Córdoba vivirá hoy otro día histórico que vuelve a situarla en el mapa de las ciudades con un legado patrimonial envidiable, al alcance de unos pocos privilegiados. La Unesco, si todo va según lo previsto, concederá hoy la declaración de Patrimonio Material de la Humanidad al yacimiento arqueológico de Medina Azahara y la ciudad califal se sumará así a las otras tres distinciones que ya tiene la ciudad: dos materiales -la Mezquita-Catedral y el casco histórico- y uno inmaterial, porque es imposible cuantificar una tradición como la de los Patios. La ciudad se expone, por tanto, a una experiencia ya vivida, pero que sigue siendo apasionante.

Hacia Baréin ha viajado una delegación cordobesa formada por la alcaldesa, Isabel Ambrosio, el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez y la delegada de la Junta en Córdoba, Esther Ruiz. En 1994, el entonces alcalde Herminio Trigo no viajó hasta Phuket (Tailandia) para conocer la decisión de si el casco histórico se incluía en la lista de la Unesco. Llegó mediante un fax al Ayuntamiento y después lo llamaron a él por teléfono para comunicarle la noticia. "Recuerdo que estaba en el Teatro de la Axerquía porque estábamos acometiendo una obra y, de la alegría, di un salto sin pensar que estaba en todo lo alto y sin vallas ni nada de protección; estuve a punto de caerme". Trigo reconoce que fue un proceso "complicado" ya que la intención del Ayuntamiento era que fuera declarado no sólo la Judería, sino también la zona de la Axerquía, aunque eso no pudo ser. "Hubo muchos estudios y mucho trabajo por eso fue muy emotivo, porque llevábamos muchos años persiguiendo este nombramiento", apunta. "Teníamos el informe ya favorable y prácticamente estaba hecho, por lo que nuestra presencia no aportaba nada en Tailandia, más allá del apoyo moral", afirma el exalcalde.

Lo que sí había como ahora es la implicación de los cordobeses. "Habíamos promovido muchos apoyos, desde instituciones a los vecinos", cuenta Trigo, aunque reconoce que las posibilidades de difusión eran mucho más limitadas. Su intención en esos mensajes era transmitir "que ahora teníamos una responsabilidad y la declaración suponía incrementar los esfuerzos en la conservación del patrimonio". El Ayuntamiento hizo sus deberes y de ser una zona prácticamente marginal, el casco histórico es hoy un ejemplo para el resto de ciudades patrimonio.

Trigo era también concejal de Urbanismo con Julio Anguita cuando, diez años antes, en 1984, se consiguió la declaración como Patrimonio Mundial de la Mezquita-Catedral. En ese caso la buena noticia llegó desde Buenos Aires (Argentina) y fue "una gran alegría". La Mezquita "ya había recibido muchos premios nacionales y éste era uno más que teníamos que lograr, prácticamente estaba todo hecho y nos lo tomamos como un trámite", recuerda Herminio Trigo. Junto con la Mezquita también recibieron el reconocimiento la Alhambra de Granada o el Parque Güell de Barcelona.

El nombramiento más reciente hasta ahora era el de los Patios, en este caso como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. José Antonio era el alcalde de la ciudad en 2012, cuando se logró esa distinción y él también decidió no viajar a París, donde se celebraba la cumbre de la Unesco. "Decidimos que fuera el concejal de Patrimonio y las asociaciones de Patios, yo lo seguí aquí con el resto de la corporación y cuidadores desde Rey Heredia y fue una alegría enorme y un día muy bonito". El expediente de los Patios había sufrido muchas compilaciones y era la segunda vez que se presentaba. Además, "había retrasos y la decisión se fue alargando, por lo que pensábamos que es que algo iba mal", pero no fue así. "Yo estaba convencido de que si éramos capaces de explicar bien lo que significa para Córdoba los Patios, saldría adelante", recuerda el exalcalde.

La designación como Patrimonio se produjo además poco después del varapalo de la Capitalidad Cultural. "Había implicación, pero cierta incertidumbre porque no queríamos sufrir otra decepción; con el tiempo creo que el reconocimiento de los Patios ha tenido más repercusión que lo que hubiera sido la Capitalidad", reflexiona Nieto. "No olvidaré nunca ni el día de la distinción ni la madrugada anterior, en la que dormí poco por los nervios", afirma.

Hoy es el turno de Medina Azahara, un yacimiento que lleva demasiados años esperando que todas las miradas se fijen en él y reconozcan su grandeza. Ahora ha llegado el momento y seguro que la delegación cordobesa recordará estas jornadas en Baréin durante toda su vida.

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