La última timba del año inacabable
cruz conde 12
Elecciones. Los partidos cordobeses afrontan la última cita de un eterno 2015 de comicios con muchas cosas en juego y varias cuestiones pendientes entre unos y otros aún por aclarar
EL larguísimo año electoral de 2015, con tres comicios consecutivos para los cordobeses, enfila su última curva y lo hará en apenas unos días con el arranque de la campaña de las generales, gran batalla entre todas las batallas. Las elecciones se presentan más abiertas que nunca, con los dos grandes partidos de nuestra historia democrática heridos pero supervivientes y con dos nuevas fuerzas emergiendo sin que se sepa bien cuál será su alcance. Rajoy, Sánchez, Rivera, Iglesias y también Garzón intensifican pues sus agendas mitineras y miran hacia La Moncloa con la sensación de que se viven momentos decisivos en la definición de una España, que por hache o por be, nunca acaba de definirse. Pero la batalla no sólo se libra en Madrid, sino que cada provincia tiene su perejil. En la nuestra, la cordobesa, será una nueva ocasión de comprobar cómo anda cada cual después de unas autonómicas y unas locales en las que los socialistas, sin duda, han sido los máximos beneficiarios, aunque lo sean con matices.
El PSOE, por ello, parte como favoritos para consolidar su hegemonía. Sus victorias no fueron tan brillantes como algunos las pintan, pues ganaron perdiendo respaldos y aprovechándose de que la caída del PP era aún mayor que la propia, pero fueron victorias por sus efectos en la toma de decisiones. A las generales concurren además con una lista de perfil discreto, sin el glamour que en pasadas ocasiones aportaron Carmen Calvo y Rosa Aguilar, no precisamente fraternas hoy entre ellas pero que acabaron ambas en cargos ministeriales. María Jesús Serrano, que encabeza el asunto, no es tan conocida en la sociedad pese a su pasado de consejera andaluza, por lo que quizá el rostro más potente sea el de Antonio Hurtado, diputado que ha firmado una legislatura de mucha actividad y en cierto modo ejemplar. La plancha, en cualquier caso, lleva el sello inequívoco del secretario provincial, Juan Pablo Durán, que tras pasar algunos años de apurillos ha conseguido recuperar en 2015 el terreno perdido en lo electoral. De hecho, la formación maneja ahora mismo, y por primera vez desde la II República, la Alcaldía de Córdoba, cuenta a su vez con la Diputación y con muchos municipios de la geografía provincial. Durán se juega dejar el cargo de secretario, que abandonará en breve, con el partido liderando la provincia.
No poco se juega a su vez el popular José Antonio Nieto, que en las generales buscará su lenitivo para el duro traspiés que le supuso perder la Alcaldía. Nieto, y aunque parezca lo contrario, siempre ha ganado las elecciones a las que se ha presentado y ahora, como número 1 de la lista del PP, tratará de que los populares recuperen la primacía provincial. Su reto será movilizar ampliamente a la capital y evitar que se produzca la fuga de votos y la abstención que anduvieron detrás de su salida de Capitulares. Será una buena ocasión para evaluar si Nieto mantiene su clásica baraka electoral o si su imagen anda en decadencia como mantienen algunos. Si Rajoy acaba en La Moncloa y él en el Congreso supongo que se dará por satisfecho, aunque la victoria provincial se anhela.
El principal rival del PP en su espacio ideológico para el 20D se supone que será Ciudadanos, que en la provincia aspira a lograr un diputado con un candidato poco conocido, Marcial Gómez. Lo mismo ocurría en las autonómicas, pero entonces Isabel Albás, hoy parlamentaria, dio la campanada. En las municipales capitalinas, por contra, las expectativas no acabaron de cumplirse a pesar de que el resultado para ellos fue esperanzador. Ya se verá si ahora sorprenden o decepcionan.
La lucha postrera la librarán por supuesto Podemos e Izquierda Unida, que también pelean por el mismo espacio ideológico, que últimamente era fagotizado por el PSOE hasta el punto de que IU se quedaba sin representación cordobesa en el Congreso. Podemos, metida en un lío tremendo tras la designación de una candidata cunera y la salida de Antonio Manuel Rodríguez, se puede decir que ha sido el mejor aliado de IU en los meses previos de la campaña. Se da también la circunstancia de que IU presenta esta vez a una candidata veterana y muy querida entre la izquierda cordobesa, Antonio Parrado, que puede ser un factor determinante en ese intento de evitar que Podemos se coloque como la principal opción en este ámbito ideológico. Habrá que ver si la capacidad seductora de Pablo Iglesias y su proyecto de refundar España a su modo pesa más que los desmanes con olor caciquil que su partido ha protagonizado en esta tierra.
La timba de póquer, pues el juego electoral no deja de parecerse a una partida de naipes, ya parece estar en cualquier caso convocada y con los actores principales y secundarios sentándose a la mesa. Veremos quién acaba gozoso y quién empalagado.
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