Del tricornio y el capote al agente investigador
El Cuerpo condecora a una treintena de efectivos, entre ellos los participantes en las riadas registradas en Villa del Río
Parece cada vez más claro que la Guardia Civil quiere huir de esos tópicos que ofrecen una imagen del Instituto Armado que está anclada poco menos que en la mitad del siglo pasado. La Benemérita trata de sacar partido a toda oportunidad que se les brinda para que los vean como un Cuerpo moderno y totalmente alejado de la "pareja caminera con tricornio, cogotera, capote y mosquetón". Así de claro y conciso se mostró ayer el comandante Fernando López-Rey Quintero, jefe en funciones de la Comandancia de Córdoba, en el discurso que pronunció en la celebración de la fiesta en honor a la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.
No sólo quieren actuar conforme a los nuevos tiempos, sino también que los ciudadanos los vean así y reconozcan el cambio. López-Rey se refirió a este respecto al nuevo guardia civil, un agente "experto en investigación de delitos de alta tecnología y sentado ante un sofisticado y complejo ordenador". Abundó en el profundo cambio que se ha experimentado a la hora de hacer frente a su trabajo, si bien incidió en que "en lo que no se ha cambiado es en su espíritu de servicio al ciudadano", lo que definió como su "verdadera razón de ser".
Un buen ejemplo de este nuevo perfil de agente de la Guardia Civil fue precisamente alguno de los efectivos que recibieron la condecoración por su buen hacer en las tareas de rescate llevadas a cabo durante las inundaciones que se registraron en los municipios de Villa del Río. Igualmente, aunque por diferente motivo, fue tributado el puesto de La Rambla. En total, fueron algo más de una treintena de guardia civiles los que, por diversos motivos, le impusieron alguna medalla durante la ceremonia que se desarrolló en la mañana de ayer en la explanada de la Comandancia, a la que acudieron representantes de todos los grupos políticos que forman parte de la corporación municipal.
El sargento primero Manuel Gavilán fue el primero, por orden cronológico, en recibir la condecoración, en su caso la de la Real Orden de San Hermenegildo. Las Cruces de la Orden del Mérito Militar, las de plata y bronce por la Constancia en el Servicio, del Mérito de la Guardia Civil, del Mérito de carácter extraordinario, de Seguridad Vial, las medallas a los agentes en situación de reserva -hasta cinco- y, por último, las relacionadas con servicios relevantes, como los citados de La Rambla y Villa del Río, completaron la nómina de homenajes en la jornada de ayer.
Varios centenares de personas, entre autoridades, agentes de la Guardia Civil y autoridades civiles y militares estuvieron presentes en un acto presidido por la imagen de la patrona, situada en un altar flanqueado con banderas de España. Durante el acto hubo también un homenaje a los caídos, que fue cuando se interpretó La muerte no es el final y, posteriormente, el Himno de la Guardia Civil. Culminó con la celebración de una Misa en la Catedral oficiada por el obispo, monseñor Demetrio Fernández.
No hay comentarios