Más de 14.000 pacientes se someten en Córdoba a tratamiento anticoagulante oral. Así lo indicó ayer la delegada de Salud y Políticas Sociales, María Ángeles Luna, durante la XII jornada Educando en Anticoagulación, organizadas por la Asociación Cordobesa de Pacientes Anticoagulados (ACPA).

Luna explicó que casi el 2% de la población vive anticoagulada, lo que implica que "debe tomar un tratamiento que retrasa el tiempo de coagulación de la sangre con el fin de controlar el riesgo de sufrir una trombosis o un ictus". Además, la delgada ha insistido en la "corresponsabilidad de pacientes y profesionales sanitarios en el control del tratamiento", porque "un mal control del mismo puede generar complicaciones". La delegada recordó también que el control de los enfermos anticoagulados "se lleva a cabo desde Atención Primaria, por parte de su médico de familia o, desde el hospital, a través del hematólogo, cuando se alcanzan niveles de anticoagulación que pueden implicar riesgo para el paciente".

Durante el foro se entregó al médico de familia del centro de salud de Poniente, Enrique Martín Rioboo, la medalla de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (Feasan) a propuesta de ACPA por su labor profesional y su compromiso con la mejora de calidad de vida de las personas que viven anticoagulados en la provincia de Córdoba.

A la jornada también acudió la directora gerente del Hospital Reina Sofía, Valle García, y el director de Salud del Distrito Sanitario Córdoba Guadalquivir, José Nicolás García.