Córdoba

Uno de cada diez trasplantes de riñón que se realizan en España procede de un donante vivo

  • La donación de órganos cae asociada a la reducción de las muertes en accidente de tráfico

Uno de cada diez trasplantes renales que se realizan en España procede de un donante vivo, un porcentaje que se eleva hasta el 20% en Cataluña, según los datos aportados ayer en la XXV reunión nacional del grupo de trasplantes que se celebra en Córdoba y que congrega a un centenar de expertos. "Los programas de donante vivo y el empleo de técnicas mínimamente invasivas, como la nefrectomía laparoscópica, para extraer los órganos han multiplicado por diez el número de estas intervenciones en los últimos años", explicó ayer el doctor Enrique Lledó, coordinador del Grupo de Trasplante de la Asociación Española de Urología (AEU).

Aunque el 90% de las donaciones proceden de donantes fallecidos, en los últimos cinco años, coincidiendo con la ley de circulación vial, han disminuido significativamente las víctimas por accidente de tráfico y, con ello, el porcentaje de este tipo de donantes.

"Esta situación", según el doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, "plantea un nuevo reto, ya que el 65% de los donantes procedentes de fallecimientos supera los 60 años, lo que conlleva más riesgos de comorbilidad por los problemas cardiovasculares en el momento del fallecimiento". "Esto obliga a desarrollar nuevas técnicas que nos permitan obtener las máximas garantías en la función del órgano trasplantado", añadió.

Cada año, entre 2.200 y 2.400 españoles reciben un nuevo riñón. Se trata del trasplante más frecuente en España, seguido del de hígado (1.099), corazón (274) y pulmón (219). Aunque las altas tasas de donación permiten hablar de la sociedad española como de una población altamente altruista, la escasez de órganos y el cambio que ha experimentado en los últimos años el perfil del donante obliga a buscar nuevas alternativas para atender las necesidades actuales.

El trasplante cruzado despunta como una posible solución en parejas donante-receptor con incompatibilidad inmunológica. En 2009, bajo el auspicio de la ONT, España inició un programa de trasplante renal cruzado. "Por el momento, se trata de un programas piloto pero que, en un futuro, dará la oportunidad de realizar trasplantes en personas que no tienen, de momento, donante posible", aclaró Lledó.

Según el facultativo, "este tipo de trasplante requiere de una alta exigencia técnica de todos los profesionales implicados, desde nefrólogos y urólogos, hasta los propios coordinadores de trasplantes". Entre las complicaciones asociadas a este tipo de intervenciones, el coordinador del Grupo de Trasplante de la AEU señaló la del rechazo del riñón trasplantado. En los últimos años, sin embargo, los avances en la inmunosupresión han disminuido la tasa de rechazo agudo.

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