La tranquilidad en forma de cámara
l Máxima seguridad El sistema consiste en que los padres reciben una contraseña a través de la cual pueden acceder por internet a la clase de su hijo.La guardería Garabatos fue la primera que ofreció servicio de cámara web para que los padres vean a sus hijos en el centro
Cuando tienes que dejar a tu hijo en manos extrañas, en un entorno totalmente ajeno para él y lejos de sus seres queridos, el mundo se viene encima. Si, además, no conoces de nada a los cuidadores que se harán cargo del pequeño durante buena parte del día el asunto se complica aún más. Por ello, que una guardería te ofrezca la posibilidad de ver en directo lo que tu hijo es un factor nada desdeñable a la hora de elegir centro.
Garabatos, situado en la avenida Cervantes, fue la primera guardería en contar con este servicio hace ahora cinco años y según confirma su directora, Rosa Martín, al tiempo que señala que el servicio de cámaras web no sólo ofrece transparencia y tranquilidad a los padres si no un valor añadido de poder ver las actividades, las canciones o los juegos que los hijos practican en clase. Pero hay una premisa que este centro educativo da máxima prioridad: la seguridad.
A cada padre le damos una contraseña para que pueda acceder a la clase en la que está su hijo, no al resto. Además, esta clave se cambia todos los años para extremar aún más los controles, explica la maestra Inmaculada Sánchez.
La directora confiesa que los padres "reciben muy bien este servicio al principio por la transparencia que conlleva, aunque cuando conocen como trabajamos, la cercanía que tenemos los niños, se relajan".
Ana de Santiago se vio obligada a dejar a su hija cuando sólo contaba con seis meses de vida. "Se fue de repente la chica que estaba a su cargo, y tuvimos que llevarla a la guardería", explica esta madre que sólo tiene palabras de elogio para todas los profesionales del centro. "Cada doy gracias de que esto ocurriera, porque Laura está recibiendo una formación ejemplar y se está convirtiendo en una niña muy sociable", asegura.
Ana no es de esas madres que se pasan el día entero enganchadas al ordenador para ver lo que hace su hija, pero para los abuelos paternos y tíos de la pequeña -que residen en Madrid- es una magnífica oportunidad para ver a su pequeña cómo crece y avanza. "Estoy un poco triste porque ya mismo se termina ya su etapa en Garabatos, pues Laura tiene ya tres año y tiene que ir al colegio", confiesa Ana, quien aprovecha la ocasión para recomendar este a todos los padres, pues los pequeños reciben una formación "integral".
Este servicio es uno más de los que ofrece este centro educativo infantil dentro de la cuota mensual, entre los que destacan la ludoteca, aulas especializadas por edades, proyectos educativos específicos. El amplio horario, de 07:30 a 21:00, es otro gran aliciente.
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