Seis camiones procedentes de la provincia de Cádiz llevan más de un día parados en una gasolinera cordobesa de la Autovía de Andalucía (A-4) tras ser apedreados en su trayecto hacia las capitales de Madrid y Zaragoza. Según precisaron las fuentes consultadas, los trailers que pilotaban estos transportistas llevaban 40.000 kilos de pescado, una mercancía más que importante y que ocasionaría importantes pérdidas a las empresas que han adquirido este montante. Los conductores de estos vehículos no tienen previsto retomar su marcha hacia el destino por miedo a que vuelvan a ser agredidos por los piquetes. Estos seis transportistas han rechazado incluso la posibilidad de contar con la escolta de una patrulla de agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil, una medida que también se está tomando para garantizar que las estaciones de servicio cuenten con carburante.

La agresión a los transportistas, según detallaron ellos mismos, se produjo en torno a las 20:00 del martes pasado y, aunque sólo dos de los vehículos recibieron el impacto de una piedra en la luna delantera, los seis optaron por aparcar en la estación de servicio más cercana al lugar en el que se produjeron los hechos en espera de que se resuelva la situación. Al tener mercancía perecedera, los camiones estuvieron con el motor marcha todo el día de ayer para que la cámara frigorífica siguiera en funcionamiento y no se estropeara el pescado. La previsión es que continúen así hasta que los huelguistas desbloqueen el parón iniciado el pasado lunes.

Dado que tienen que tener el motor en marcha en todo momento, estos seis transportistas se ven obligados a cargar el depósito de gasolina si quieren mantener el congelador el funcionamiento. A este respecto, los camioneros se mostraron esperanzados en que pronto se resuelva la situación, si bien reconocieron que era un riesgo salir a la carretera con tanta mercancía con el importante seguimiento que estaba tomando la protesta.

Pero, al margen de la agresión que sufrió este grupo de transportistas procedentes de Cádiz, en la provincia se vivieron otras escenas similares que obligaron a numerosos profesionales a regresar a sus puntos de partida. Entre las acciones más repetidas por parte de los piquetes destacan el pinchazo de los neumáticos de los vehículos y la rotura tanto de las lunas como de los tubos que llevan el carburante al motor de los camiones. Los huelguistas se encuentran situados en los principales cruces de carreteras y en los accesos a los centros industriales.