Sanidad

Casi el 20% de los trabajadores de la sanidad pública de Córdoba ha sufrido alguna agresión

Una concentración en la puerta del Hospital Provincial de Córdoba contra las agresiones a personal sanitario.

Una concentración en la puerta del Hospital Provincial de Córdoba contra las agresiones a personal sanitario. / Miguel Ángel Salas

Casi un 20% de los trabajadores de la sanidad pública de Córdoba ha sufrido alguna agresión física o verbal durante su desempeño profesional. Esa es la conclusión de un estudio de CCOO que analiza los datos desde 2007 –prácticamente desde que comenzaron a contabilizarse– hasta 2022.

Pero incluso desde la central sindical se advierte que el porcentaje es aún mayor porque las estadísticas sólo pueden contabilizar aquellos incidentes que han sido registrados. De modo que lo que no se denuncia, no existe en el Registro Informatizado de Agresiones (RIAC). 

Para su análisis, CCOO toma como referencia el censo de las elecciones sindicales de febrero de 2019, cuando había en la provincia 10.140 trabajadores en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Así, según el informe elaborado por el sindicato, desde 2007 a 2022, ambos años inclusive, se registraron 1.937 agresiones totales en Córdoba.

Por ello concluye que en ese periodo, el 19,10% de la plantilla del sistema público de salud ha sufrido alguna agresión física o verbal. Es la tercera proporción más alta de Andalucía. La primera la tiene Málaga, (20,60%) y después va Huelva (20,38%). En tercer lugar se posiciona Córdoba, seguida de Jaén (17,84%), Sevilla (16,77%), Almería (14,16%), Cádiz (13,04%) y Granada (9,08%).

Con ese porcentaje de trabajadores del SAS (lo que incluye a personal sanitario y no sanitario, como administrativos) que ha sufrido algún tipo de agresión, Córdoba se sitúa tres puntos por encima de la media autonómica, que es del 16,15%.

De las 1.937 agresiones totales registradas en la provincia desde 2007 a 2022, 422 fueron físicas (21,7%) y 1.512 verbales (78,3%). El dato supone que una de cada cinco agresiones que se registran es física. En este sentido, estas últimas son las que más se denuncian, mientras que los insultos, las amenazas, las presiones y otras formas de violencia no física son las que menos y, por lo tanto, las que no están tan bien contabilizadas.

Las agresiones no físicas han aumentado un 26,28% en un año en Andalucía, con datos similares a los de 2018 y con cifras en Córdoba, Huelva, Jaén y Cádiz "muy por encima de la media", indica CCOO.

Por años, 2016 fue la anualidad en la que más ataques a trabajadores de la sanidad pública se contabilizaron, 171, y a partir de esa fecha la curva prácticamente se ha mantenido. En 2017 fueron 147, en 2018 bajaron a 106 para volver a subir en 2019 hasta 145. En 2020 fueron 114 (teniendo en cuenta que ese fue el año del covid-19 y descendieron notablamente las asistencias), en 2021 volvieron a ascender hasta 132, y en 2022 se registraron 133 agresiones en Córdoba. Antes de 2016, en la provincia se superó el centenar de ataques en tres ocasiones: 2015 (148), 2009 (112) y 2012 (110).

Por otra parte, con respecto al pasado año, la provincia cordobesa fue, junto a la de Jaén, la que menos ataques físicos registró, con solo siete. El dato destaca comparándolo con el de Málaga, con 62 agresiones; Sevilla, con 53; Granada, con 40; Cádiz, con 35; Huelva, con 29; y Almería, con 28.

¿Quiénes sufren más ataques?

El informe de CCOO señala que los lugares donde más agresiones se producen en Atención Primaria son en la consulta médica, 27,72%; admisión, 23,63%; urgencias, 15,56% y en la consulta de enfermería, un 11,35%. Hay que señalar que un 4,09% de las agresiones se producen en el domicilio del paciente. Sin embargo, enatención hospitalaria son más frecuentes las agresiones en la habitación del paciente (28,79%) y en urgencias (21,60%).

En relación a los grupos profesionales y teniendo en cuenta los datos a nivel andaluz, el 78,38% de las agresiones son contra personal sanitario y el 21,62% a personal no sanitario.

Entre el personal sanitario destacan las agresiones no físicas a los licenciados sanitarios, más de un 45%; sin embargo, en las agresiones físicas más del 70% es a enfermeras y técnicos de cuidados auxiliares de enfermería.

Con respecto al personal de gestión y servicios, el 81% de las agresiones físicas son a celadores mientras que las no físicas se distribuyen de una manera similar entre celadores (45%) y personal administrativo (50%). Esta abultada cifra en administrativos está en concordancia con que el 23,63% de las agresiones de Atención Primaria se producen en admisión, donde se encuentra el personal administrativo.

Medidas a tomar

Para reducir el número de ataques a trabajadores de la sanidad pública, CCOO propone la "cobertura del 100% de toda la plantilla en los centros asistenciales con mayor riesgo, como son las Urgencias". 

También solicita cambios legislativos para aumentar las penas y las cuantías económicas derivadas de las multas por agresiones. Por ello, desde CCOO proponen un "cambio urgente en la legislación para endurecer las penas, así como la cuantía económica de las multas" similar al llevado a cabo en la Dirección General de Tráfico.

El sindicato cree que es necesario que haya vigilantes de seguridad en los centros sanitarios donde se hayan producido agresiones físicas a partir de un porcentaje determinado, por ser un "elemento disuasorio fundamental".

Por último, aboga por que la Administración sanitaria proponga "al órgano competente el establecimiento de un régimen sancionador para los usuarios del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA) con multas proporcionadas al daño causado". "Han pasado casi dos años y no tenemos noticias de este régimen sancionador para losusuarios del SSPA", inciden desde el sindicato.

Desde CCCOO solicitan que esta propuesta "se lleve a cabo en el menor tiempo posible" porque entienden que "esa vía, la de la sanción administrativa, por ser más rápida, puede tener un interesante efecto disuasorio en los posibles agresores".

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