La Gloria de San Agustín

De todo

  • Esta Semana Santa ha sido el gran ejemplo de lo que debe ser la primavera

Turistas en la Mezquita-Catedral de Córdoba.

Turistas en la Mezquita-Catedral de Córdoba. / El Día

Como el que dice, hemos tenido de todo esta Semana Santa que hoy acaba, pero absolutamente de todo. Porque hemos tenido procesiones, sí, pero no todas, y hemos tenido lluvia, viento, truenos y hasta ratos de brasero, porque así ha sido, pero también hemos tenido días de verano, que ha subido la temperatura a base de bien.

Hay más cosas que han subido en las últimas semanas, pero mejor no hablar de ese asunto, que vaya que me pase lo mismo que a mi cuñado, que se le ponen las venas del cuello como si fuera un cantaor en mitad de una saeta, lo que yo les diga, que yo no he visto cosa igual en mi vida, tela marinera. Y muchas cosas son para enfadarse, lo tengo claro, y otras son de enfadarnos porque otros nos dicen que nos enfademos, y no sé si estoy siendo claro o me estoy yendo por las ramas, que también pudiera ser.

Pero a lo que íbamos, esta Semana Santa ha sido el gran ejemplo de lo que debe ser la primavera. Que nos guste más o menos, es así, una estación loca, que hace lo que le da la gana que ni el mejor hombre del tiempo es capaz de pronosticar. Y eso ha sido así de toda la vida, pero de toda la vida, desde que yo recuerdo. Y ha sido esta semana, una vez más. Que hemos tenido ratos de enero, ratos de mayo, y hasta ratos de julio, que el Domingo de Ramos fue de tralla y el ayer tampoco se quedó atrás. Por eso yo creo que se ha disfrutado tanto, porque ha habido para todos los gustos, salvo la lluvia del lunes y martes, que aunque necesaria, fastidió a unas cuantas cofradías.

Qué verdad es ese refrán que habla de que la lluvia nunca gusta a todo el mundo, porque es así, tal cual. Y eso también lo hemos visto esta semana. Es verdad que después de lo que llevamos, y las ganas que muchos tenían, es un fastidio que llueva precisamente en Semana Santa, aunque haga mucha falta, que hay que entender la pena de esos nazarenos, eso es así. Pero bueno, nos tiene que quedar el consuelo de que vendrán muchas otras veces para poder hacerlo, que eso es lo que cuenta.

En fin, que ya tenemos a mayo a la vuelta de la esquina y con ganas, pero con ganas, que ha sido mucho tiempo sin hacer lo que queríamos y ya parece que vemos la luz al final, a pesar de que Putin y otros cuantos se empeñen en apagarla. Pero hay que ver luz, como les digo, solo luz, porque como te empeñes en ver sólo oscuridad, es lo que hay. Y ya creo que hemos tenido de sobra, que nos toca disfrutar, aunque sea un poquito.

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