De tapas en un ambiente muy taurino

La taberna El Capote abre con una carta especializada tanto en platos caseros como pescado y mariscol segundo local Este establecimiento situado en la calle Compositor Serrano Lucena, en la barriada de la Fuensanta, es el nuevo negocio que ha abierto Juan Romero, titular también del Mesón Gallego. Tanto la carta como la decoración son muy diferentes a su restaurante de Las Quemadas.

El sacerdote Javier Cañete bendice el restaurante durante la inauguración del negocio.
El sacerdote Javier Cañete bendice el restaurante durante la inauguración del negocio.

Un capote, una infinidad de fotografías y dedicatorias de maestros del toreo como las de Manuel Díaz el Cordobés y José Luis Moreno y del joven novillero local Juan Romero el Zorro hacen de la taberna El Capote un buen espacio donde acompañar una cerveza o un medio de vino fino de Montilla-Moriles de una tapa de comida casera envuelto de una ambiente bastante taurino. A los tradicionales rabos de toro y salmorejo, muy propios de todo restaurante cordobés que se precie, se le suma una amplísima carta de pescados y mariscos. Las almejas y coquinas comparten pizarra con los boquerones, gambas y langostinos. Desde este fin de semana, los aficionados a los toros que residen en la zona de la Fuensanta, disponen de un rincón en el que serán habituales las tertulias improvisadas de este arte en compañía de buena bebida y comida. Juan Romero, su propietario ha aunado en este local su profesión de toda la vida con la afición y profesión de su hijo, El Zorro, que cuenta con un privilegiado rincón justo al fondo de este pequeño restaurante.

Tras la bendición del local, que corrió a cargo del sacerdote Javier Cañete, Romero explicó que El Capote "es el perfecto complemento" a su otro establecimiento, el Mesón Gallego, este último situado en las Quemadas. Romero pretende que su taberna se beneficie de todas las excelencias culinarias que ofrece a sus clientes en el local del polígono industrial de lunes a viernes. Las "mejores" almejas, coquinas y gambas también tendrán como destino El Capote. "Queremos tener continuidad el fin de semana, pues el Mesón Gallego no abre sábados y domingos", precisó Romero.

En apenas 60 metros cuadrados, El Capote dispone de un aforo para algo más de medio centenar de personas, un espacio al que hay que sumar la decena de veladores que tiene en su terraza, a escasa distancia de la avenida de Barcelona. Sobre la decoración, el propietario espera "llenar las paredes" de dedicatorias de toreros y de fotografías de triunfos de El Zorro, su hijo.

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