El sueño de una noche de Texas

El camino hacia la organización de la semifinal arrancó en la madrugada del 8 de julio con un SMS de Francisco Agudo, quien desde Austin lanzó a José Antonio Nieto el reto de lanzarse a una carrera que tuvo su premio 26 días después

David Ferrer saluda a la grada tras lograr el punto definitivo del triunfo ante Estados Unidos.
David Ferrer saluda a la grada tras lograr el punto definitivo del triunfo ante Estados Unidos.
José Carlos León

08 de agosto 2011 - 01:00

No fue hasta el miércoles 3 de agosto, ligeramente pasada la una del mediodía, cuando un mensaje en la red social Twitter del presidente de la Federación Española de Tenis José Luis Escañuela confirmó la adjudicación a Córdoba de la organización de la semifinal de la Copa Davis ante Francia. La noticia revolucionó la ciudad de inmediato, inyectando una fuerte dosis de autoestima en un orgullo herido desde la derrota en la carrera a la Capitalidad de 2016. Pero el camino hacia ese éxito comenzó mucho antes y a 8.000 kilómetros, nada menos que en Austin, la capital de Texas.

Caía la noche del 8 de julio en el Frank Erwin Center, cuando en Córdoba estaba a punto de amanecer el día 9. David Ferrer, el número uno del equipo español de la Copa Davis, acababa de derrotar a Andy Roddick en tres sets colocando a España con un 0-2 en la ronda de cuartos ante Estados Unidos. Antes, Feliciano López había vencido a Mardy Fish poniendo la primera piedra del triunfo español. En ese momento, y a pesar del cambio horario, Francisco Agudo envió un SMS a José Antonio Nieto con un mensaje claro: "¿Quieres que organicemos la semifinal de la Davis?".

España todavía no se había clasificado, pero la excelente primera jornada con los dos triunfos individuales dejaba a la Armada a las puertas de la semifinal. El sábado, el doble formado por Marcel Granollers y Fernando Verdasco no pudo con los hermanos Bryant, pero ya el domingo 10 de julio David Ferrer certificó el pase con la victoria sobre Fish . Entonces era oficial. España iba a jugar la semifinal en casa ante Francia y se abría la carrera de las ciudades interesadas en organizar el evento, pero Córdoba ya había tomado ventaja.

"Nada más enviarle el mensaje al alcalde, me contestó diciendo que empezara a trabajar y que hiciera todo lo posible para traer la eliminatoria a Córdoba", relata Agudo, miembro de la junta directiva de la RFET y una de las 27 personas con derecho a voto en la elección de la ciudad organizadora. Cuando Ferrer logró el punto definitivo, Nieto ya había puesto el plan en marcha. En cuanto Agudo regresó a Córdoba, ambos mantuvieron una primera reunión para pergeñar el proyecto ya con la idea en mente de convertir la plaza de toros en el escenario que debería proyectar durante ese fin de semana la imagen de Córdoba al mundo.

Inmediatamente, la Federación Española abrió el plazo de recepción de solicitudes hasta el día 20 de julio, fechando la decisión definitiva para el 1 de agosto. La catarata de aspirantes empezó a arrojar nombres con mayor o menor peso. Gijón, Bilbao, Tarragona, Málaga, Sevilla o El Puerto de Santa María sonaron de inicio, aunque algunas se retiraron pronto de la pelea. Luego surgió la candidatura oficial de Santiago de Compostela, que con un gran proyecto y el apoyo a bloque de todas las instituciones políticas se perfiló desde muy pronto como la gran favorita. "Pero nosotros habíamos empezado a trabajar desde Austin", recuerda Agudo.

Porque de Córdoba no se había oído nada. Sólo un comunicado de UGT el 15 de julio solicitando que el Ayuntamiento sopesara la opción de presentarse a la puja avivó un fuego voluntariamente dormido. "Tuvimos que llevarlo con mucha cautela", ratifica Francisco Agudo, quien recibió por parte de Nieto la orden de no levantar la liebre. Tras el reciente varapalo de la Capitalidad, Córdoba no estaba preparada para otra desilusión de ese calibre y los movimientos se llevaron necesariamente en secreto. No fue hasta el día 26 de julio cuando Córdoba hizo oficial su candidatura, aunque la solicitud estaba cursada desde diez días antes. La carrera había comenzado.

Ahí comenzó el trabajo de lobby. Nieto era la cabeza del plan, pero el trabajo en la sombra iba a corresponder a Agudo, que desde su cargo de responsabilidad en la Federación Española comenzó a hacer campaña entre sus compañeros de directiva, los 26 hombres que tenían la designación en sus manos. "Llevo muchos años achuchando a mis compañeros, diciéndoles que Córdoba se merece una eliminatoria de la Davis. Todos tienen su mail lleno de correos con imágenes de la ciudad, y eso va calando con paso del tiempo. "Una imagen siempre queda en la memoria", dice hoy orgulloso de una labor que con el tiempo ha obtenido su premio.

Pero quedaba lo más difícil, la votación. Si la RFET lo tenía claro podía hacer el anuncio oficial incluso antes de que acabara julio, pero la decisión se deja para la fecha inicial del 1 de agosto. Esa mañana, Radio Marca filtra que Santiago es la elegida y que la Federación lo haría público en breve. "Me extrañó mucho, porque yo soy una de las 27 personas que tienen que votar y nadie me había preguntado. Llamé al alcalde y le comenté que las cosas había que hacerlas despacio y sin ponernos nerviosos", apunta Agudo, quien seguía su labor de convencer al resto de directivos para que Córdoba fuera la elegida. Finalmente, la RFET pidió una moratoria de 48 horas más para tomar una decisión, días de tensión y reuniones al más alto nivel con mucho dinero en juego.

Santiago se daba por ganadora, mientras que Córdoba jugaba sus últimas bazas. "Yo he visto los dos proyectos y tengo que decir que el de Santiago era excelente. Si no lo hubiera visto podría decir que es malo, pero los dos se lo merecían", apunta Agudo, inmerso en unas horas tensas y cargadas de especulaciones. Desde Galicia se acusa de presiones políticas y de una supuesta y rocambolesca candidatura conjunta entre Córdoba y Sevilla, por la que Los Califas acogería las dos jornadas de individuales y La Maestranza el dobles del sábado. "Eso es imposible. Si llegamos a plantear eso ante la ITF nos tachan de locos", dice sin tapujos Paco Agudo, quien agotó sus cartas en la mañana del 3 de agosto.

La votación, con algunos directivos obligados a ejercer por teléfono otorgó una victoria para Córdoba que incluso fue "holgada", según el delegado cordobés, "aunque ahora eso tampoco importa mucho". Definitivamente, la semifinal de la Davis se iba a jugar en el coso de Los Califas, un deseo latente desde hace años que nunca había cristalizado ni siquiera en una candidatura oficial. "El anterior gobierno municipal lanzaba la idea y después nos dejaba colgados, con la sensación de que nos estaban tomando el pelo", recuerda Agudo con la satisfacción de iniciar "una nueva etapa, porque aunque está claro que mis sentimientos políticos son muy diferentes, José Antonio Nieto me ha demostrado que es un hombre responsable y de palabra". Al final la semifinal se jugará en Córdoba del 16 al 18 de septiembre, quizás porque como apunta el directivo cordobés "fuimos prudentes para obtener nuestro premio". Y eso que todo empezó con un SMS en el sueño de una noche de Texas.

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