Sara Búho en Córdoba: Porque la vida comienza "cientos de veces por primera vez"
Crónica
La escritora gaditana ofrece un recital cargado de energía emocional en la Casa del Ciprés
Haze impartirá un taller intensivo en Cosmopoética para enseñar cómo se escriben letras de rap
En el patio de la Casa del Ciprés se siente el ritmo de los abanicos. Quedaban unos 15 minutos para que la poetisa gaditana Sara Búho llegara a su cita. Es un entorno idílico para vivir en persona un recital de esta envergadura. Porque no todos los días llega a tu ciudad una autora así. Hoy se desvirtualiza a la dueña de esos versos que paran en el tiempo a cualquier internauta. Una vela y una jarra de agua esperan a la autora de La Línea de la Concepción, que aparece con una blazer negra, camisa, corbata y unos vaqueros. Un look digno de inspiración, al igual que sus letras.
“Hoy es la antesala de Cosmopoética, aquí debajo de este suelo que pisáis nació. En esta casa pensaban en la cultura y que Córdoba tenía que brillar. Hubo algunas mentes que pensaron que esta ciudad tenía que tener un festival de poesía, porque era el sitio", narraba Magdalena Entrenas. "Este año es la vigesimosegunda edición y en este proyecto soñaba porque pudiéramos hacer algo relacionado con el festival. Yo me enamoré de su poesía... pusimos el tiempo a ciegas sin saber que era el día de antes que empezara Cosmopoética", recuerda. Para ella, dotar “de alma el proyecto” era su misión y esta era una de sus asignaturas pendientes. “En este tiempo hemos hecho un Club de las mujeres del Ciprés, un espacio de mujer donde la sororidad consiste en escuchar a otras semejantes a ti", y hoy Sara (Búho) forma parte de ellas. “A mí la poesía de Sara me produce una especie de inteligencia emocional, porque cuando lo lees, nunca te deja indiferente”, reflexiona la organizadora del evento.
Llega el momento para escuchar la reedición y la segunda vida de Y yo a ti, relatos con los que Sara Búho cuenta la historias de todos esos episodios que ha atravesado con “las redes sociales, aunque la gran red social ha sido la poesía". Con el segundo poemario es la entrada “casi por supervivencia de la razón”, donde “hay una intención por despojar de todos los tópicos y reinterpretar el concepto del amor. Llevo muchos años intentando no hablar de amor, pero siempre acabo recayendo, aunque hable desde otros lugares”, inicia la escritora.
El primer poema elegido, más bien una carta, se la escribió a su abuela y fue el primer paso para escribir el libro porque su familiar simboliza el origen por la cultura. "Me gusta pensar que ella sembró la semillita para que estemos hoy todos aquí”. De pie esta carta sale de su boca para llegar al corazón a los recuerdos de cualquier asistente.
De todos los poemas que recita la autora, uno que cuenta sobre cómo perder la identidad por ser presa de un amor que nos derrita, deja mudos a los asistentes. La creadora recuerda esos 20 años donde todo el mundo cree que lo único que importa es el amor, aunque hay piezas que también recuerdan que no siempre se puede amar a la persona que has amado durante tantos años. Reflexiones y versos que se hacen propios de cada oyente. “Siento la vida de una manera más intensa cuando la escribo. Me ancla traducir todo lo que experimento. Mis poemas para mí son una manera de expresarme, tendría que escribirlo para expresarlo mejor. La vida tiene más sentido porque la puedo escribir…”, señala.
También hace encargos, porque una de las asistentes, embarazada, quería dedicarle un poema al papá de su futuro hijo. Con una sonrisa en el rostro, Sara se levanta y le recita los versos que viajarán en forma de herencia hacia el pequeño que crece en el vientre.
También hay preguntas, preguntas por sus orígenes y esa necesidad de escribir. Un blog a los 13 años fue el germen de esta gran autora, que protagoniza una de las revoluciones más bonitas, las que tienen que ver con la escritura. Aunque la “culpa” se la echa a esos lectores que la empujarón a dar este paso: “Me ha permitido vivir experiencias y conocer a mis autoras favoritas. ¿Cómo pasó? Supernatural", abunda.
Aunque sí hizo frente a uno de los despertares más importantes que ha tenido, “a través de la emocionalidad, cuando uno encuentra refugio y consuelo”. La autora se abre aún más en canal para recordar esa juventud en casa de sus abuelos donde cualquier gesto cotidiano se volvía protagonista de un poema que se revive en la Casa del Ciprés. Sentimientos a flor de piel, amor en cada verso y búsqueda de algo propio que no nos despoja, así se vive la poesía en la calle Tornillo.
Sara Búho entiende muy bien la vida y así lo hace saber. No quiere que nadie le quite su forma de ser, declara sin avergonzarse de su fragilidad, que también la hace fuerte. “Nosotros tenemos todas las herramientas para protegernos, la fragilidad forma parte de mi encanto y me gusta, quiero sentirlo todo", explica.
“Escribo más cuando estoy triste que feliz, pero vosotros me habéis dicho que leyera poemas muy luminosos. Son etapas y uno va cambiando su estilo, pero esta vuelta ha sido muy especial porque la he podido ver a través de vuestros ojos. Como decía antes, yo tengo mala memoria, cuando escribo de tristeza tengo la sensación de que he vivido mucho triste, pero veo que ha habido puntos de luz en oscuridad”, argumenta.
Poco antes de llegar a las 20:30 Sara recuerda ese diálogo que vivió con su niña interior y recita Desquerida, uno de los poemas de Donde descansan las flores. También hay turno para Pequeñita, porque siempre no es fácil saber a acompañar a los que no están bien, un “quédate…” que atraviesa a los lectores. Luego, le habla a esos miedos por edades, que acaban en un sentimiento que logra invadirlo todo.
La cita llega a su fin, pero una de las asistentes quiere cerrar con La vida comienza. El ciclo se acaba o vuelve a reiniciarse. La vuelta a empezar, la fragilidad, la identidad, el amor y los desengaños se despiden hasta el próximo recital. Citando a la autora, porque la vida comienza "cientos de veces por primera vez”. Gracias, Sara Búho.
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