Salvador Fuentes: "Tenemos que recuperar el libro del consenso y el sentido común"
Entrevista al presidente de la Diputación Provincial de Córdoba
Salvador Fuentes defiende la subida del IPC en las tarifas de agua y basura: “Tienen que pagar sus costes a través de las tarifas y una buena gestión"
Fernando Tejero, premio Ejemplo Ser Quien Soy por su defensa de los derechos LGTBI

Hace dos años, Salvador Fuentes llegó a la Presidencia de la Diputación Provincial de Córdoba con el lema de dotarla de contenido. Y en estos 24 meses se ha metido en todos los charcos, literal y figuradamente: la situación hídrica y el pantano de La Colada, la falta de infraestructuras energéticas, vivienda, fiscalidad, urbanismo. “La Diputación está muy bien ordenada”, presume en su balance, para inmediatamente establecer la meta de “ser más eficaces y eficientes”. Y cumplir con el presupuesto, objetivo prioritario que se ha marcado para los próximos dos años.
Pregunta.Comenzó su mandato con la crisis del agua de Los Pedroches y la conexión de La Colada sigue siendo un tema sin resolver y en debate con la Confederación Hidrográfica del Guadiana. ¿En qué momento se encuentra ahora mismo?
Respuesta.El proyecto se encuentra absolutamente paralizado después de prácticamente tres años. La conexión de La Colada se podría haber hecho en seis meses en 2022 aplicando el artículo 123 de la Ley de Aguas, que da la posibilidad de que en caso de emergencia o situación hidrológica extrema se puedan realizar obras hidráulicas en ese plazo. ¿Por qué no se hizo? Nos hubiésemos evitado prácticamente dos años y medio de un proceso administrativo que es de locos. Nosotros estamos apelando a la indefensión, a la falta de réplica por parte de la Administración del Estado. La falta de colaboración y de lealtad del Gobierno de España en este tema es absolutamente alarmante y preocupante, estamos en una situación de absoluto bloqueo por una sinrazón, y yo creo que puede ser debido a razones que no son técnicas. Y eso es lo que yo lamento por el futuro y por el presente de la zona norte.
P.Considera entonces que la motivación es política.
R.Sin duda, estoy absolutamente convencido de que hay una motivación política. Creo que aquí hay una mano negra que no quiere que esa obra se haga de forma definitiva. Yo he sido testigo y he participado en escenarios de interés entre dos administraciones de distinto color político, en la historia reciente, y se han resuelto. Y la discrepancia, para otro momento. Eso es lo que yo siento que falta en los tiempos actuales. No hay capacidad para lograr grandes acuerdos sobre grandes problemas. Y lo digo y lo lamento. Porque la sociedad necesita soluciones, administraciones que se dediquen a la alta política.

P.Hace ya tiempo que dejamos atrás la fuerte sequía, ¿cree que hemos aprendido la lección tras los problemas sufridos?
R.Sin duda. Ahora mismo, cualquier gobierno que tenga vergüenza política debe tener como prioridad de gestión las obras hidráulicas. La experiencia que nos ha dado la sequía es que vendrá y será cada vez más intensa y más frecuente y tenemos que tener preparadas la provincia y Andalucía. Eso afecta al Estado, a la Junta de Andalucía -que está cumpliendo su deber en materia de obras hidráulicas-, las diputaciones y los ayuntamientos, que tienen que saber que aunque no sea tan vistosa la obra de una tubería en una calle, sí es muy eficaz, porque se pierde mucha agua.
P.Usted sugería en un foro de Grupo Joly que deberían de ligarse las subvenciones o inversiones de los ayuntamientos a que las redes hidráulicas estuvieran en buenas condiciones. ¿Tiene intención de implementarlo en la Diputación?
R.Precisamente hacía alusión a esa necesidad de que los ayuntamientos también inviertan en la mejora de sus redes, puesto que al fin y al cabo las competencias son municipales, y a la posibilidad de ligar la concesión de ayudas a que efectivamente ejecuten esas mejoras en las redes, o que de alguna manera haya un condicionante que empuje a los ayuntamientos a tener en primer lugar sus redes en condiciones antes de emprender otro tipo de obras que son más accesorias. Creo que nos estamos dejando llevar todas las administraciones, las locales, en obras que no son tan necesarias, que son muy vistosas electoralmente, pero que no sabemos hasta qué punto pueden ser eficaces. Estamos haciendo catedrales que no se pueden mantener, no se trata de hacer un edificio, es mantenerlo, y eso implica que lo que en principio es una inversión, luego es un gasto corriente. En los planes provinciales de obras tienen que tener muy presentes que las obras hidráulicas tienen que estar ahí.
P.¿Pero hasta qué punto se pueden condicionar las obras de cada ayuntamiento?
R.Ya se hizo, creo que fue la Diputación de Málaga la que llegado un momento de extrema sequía priorizó las obras hidráulicas. Yo creo que es algo que hay que plantear, por lo menos partidas concretas para que se puedan orientar las inversiones al agua.
P.Han anunciado una nueva subida del precio del agua, mínimo el IPC. ¿Se prevé seguir elevando la tarifa en los próximos años?
R.Yo insisto: el agua tiene un precio y si queremos cumplir con la nueva cultura del agua, eso cuesta dinero. Otra cosa es que seamos muy eficaces y eficientes en el gasto de esos recursos y no los dilapidemos. A eso tenemos que llegar, porque si no, estaríamos de nuevo en la dinámica de reducir el fondo de maniobra, como nos ha ocurrido en Emproacsa, y llevar la empresa a la quiebra. Habrá que subir como mínimo el IPC. Si a mí me dice el Gobierno de España que hay un incremento salarial del 2,8%, yo tengo que actualizar también los precios. En las empresas públicas se debería aplicar el coste del IPC a la contabilidad del presupuesto como coste fijo. Porque si no, ponemos en riesgo la propia empresa y se cuestiona la seguridad de los trabajadores. Otra cosa es que haya subidas puntuales que sean muy justificadas y que se expliquen bien. Yo no soy partidario de subir los impuestos. Creo que se puede gestionar mejor sin tantos impuestos.
P.¿Cuál es la situación económica de la empresa?
R.Ahora mismo equilibrada. Nosotros vamos a intentar aprobar ahora una revisión precisamente del IPC de las tasas para 2025 para garantizar la subida salarial que se ha aplicado en 2025 y para actualizar el coste al IPC. Si no lo hacemos, pues entraríamos en cinco millones de pérdidas. Para eso pido el sentido común y la responsabilidad de todos los grupos, lo que haríamos es aplicarla en último trimestre, que es una subida efímera cada dos meses. Estamos hablando de un par de euros.

P.¿Se ha planteado en algún momento la gestión privada de Emproacsa?
R.No, no. Emproacsa está funcionando y puede funcionar muy bien. Otra cosa es que le garanticemos un equilibrio financiero para que se gestione bien, no con barbaridades como las del anterior Gobierno. Acabamos de recibir la tercera sentencia condenatoria por decisiones de subida de tarifas en La Carlota, Lucena y Puente Genil. Eso supone una desviación de 1.800.000 euros. ¿Y esa imprudencia quién la va a pagar?
P.¿Y el caso de Epremasa? Entiendo que también se le aplicará la política de subida mínima del IPC.
R.Lo mismo. Y nos tumbaron también la propuesta con el quinto contenedor. Estamos hablando de unas decisiones que son absolutamente irresponsables. Nosotros llegamos a Epremasa también con una pérdida de 7 millones de euros y la hemos reflotado, tenemos inversiones muy grandes y muy potentes con fondos europeos que queremos concluir en un tiempo ajustado, como la planta de Montalbán. Pero no podemos acomodarnos en que cada vez que tengamos un problema o irresponsabilidad a la hora de gestionar una empresa pública tengamos que recurrir a la Diputación y que esta ingrese los fondos para mantener una gestión a pérdidas de manera deliberada. Las empresas públicas tienen que ser rentables, económica o socialmente. Está claro que el transporte urbano siempre va a ser deficitario. Pero en este caso estamos hablando de empresas muy punteras, como es el tratamiento del agua y de los residuos, donde podemos tener un margen de maniobra muy grande y ser ejemplares en el entorno nacional. Estas empresas tienen que pagar sus costes, a través de tarifas y una buena gestión.
"Estoy absolutamente convencido de que hay una motivación política tras el bloqueo a la obra de La Colada. Creo que hay una mano negra"
P.¿Tiene alguna novedad sobre las infraestructuras energéticas demandadas para la provincia? La ministra Aagesen comprometió algunas en una rueda de prensa hace unos meses.
R.Pendientes de la promesa estamos. Nosotros necesitamos capacidad energética, si no es imposible. El Guadiato tiene muy buenas perspectivas con los fondos de transición justa, la Junta de Andalucía está apostando por un territorio que estaba absolutamente desértico. Tenemos una oportunidad histórica. Tenemos la ganadería, con una gran cooperativa como es Covap, la biometanización, diversidad tecnológica. Diversificar la base tecnológica de la provincia es la clave y para eso necesitamos capacidad energética, sin ella es imposible que vengan inversiones. Y por supuesto, sin agua. Por ejemplo, aquí la Confederación todavía no ha puesto un euro. Nos dijo que iba a ampliar Sierra Boyera y no tenemos ahora mismo conocimiento, ni sabemos absolutamente nada. Yo creo que aquí hay una grave comparativa con respecto a otras provincias, veo un déficit de inversión por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir preocupante. Y teniendo la capacidad hidrológica que tiene Córdoba, pues tenemos también un número de hectáreas de regadío infinitamente inferior a otras provincias. Son cosas que te preocupan porque aquí hay intereses que no quieren, intereses que yo creo que no van con el progreso y el desarrollo de la provincia de Córdoba.
P.La Diputación acaba de adjudicar la obra de viviendas en varios municipios, ¿qué objetivo se marca para el mandato?
R.Creo que tenemos que ir a otro modelo de vivienda a nivel nacional, tenemos que construir viviendas muy dignas, con unas calidades dignas, a un precio muy ajustado y muy asequible, porque ahora mismo la vivienda de protección oficial no es barata. Viviendas para mayores y jóvenes, en una dinámica a modo de cooperativa, con zonas privadas más pequeñas y espacios comunes más grandes. Ahí está el trabajo de Grupo Cinco.
"Tenemos que ir a otro modelo de vivienda pública, con calidades dignas y más baratas. Para eso necesitamos suelo y financiación"
P.¿Y cómo plantean rebajar el precio de la vivienda protegida?
R.Eso no es un problema de la Diputación, es un problema del Estado, y el Estado tendrá que ver qué fórmula pone encima de la mesa, porque hasta ahora ha sido un auténtico fracaso, mucha demagogia y poca obra. Habrá que ver de qué manera podemos buscar una línea de construcción de vivienda, con la cesión de suelo para construir urbanizaciones enteras y hacer posible que la gente pueda tener una vivienda digna por un precio digno. Ahora mismo, el gran incumplimiento de la Constitución es la vivienda. Desde la Diputación vamos a intentar buscar fórmulas de cesión de terreno, planteamientos mixtos de financiación. El ICO (Instituto de Crédito Oficial) antes funcionaba. Para nosotros no hay manera de abaratar el precio de la vivienda si no tenemos financiación y suelo. Por otra parte, hemos reorientado Grupo Cinco hacia los polígonos industriales, cambiando el concepto que tenía hasta ahora, vamos a un polígono mucho más dinámico, no tan parcelario, no tan cuadriculado, sino dinámico en el sentido de la logística.
P.Estadística tras estadística comprobamos el envejecimiento de la población de Córdoba y una pérdida sostenida de habitantes en buena parte de la provincia. ¿Qué puede hacer o está haciendo la Diputación para luchar contra la despoblación?
R.La única forma de luchar contra la despoblación son las oportunidades. ¿Eso qué significa? Pues servicios básicos y capacidad para generar empleo y oportunidades para una empresa. La agricultura está vertebrando mucho la economía de los sitios, una agricultura industrial. Y hay industrias metálicas que pueden aprovechar la oportunidad ahora. Pero tienen que tener agua, luz y equipamientos e infraestructuras para poder sacar adelante sus proyectos. Si no, es imposible. De nada sirve que nosotros hagamos un esfuerzo por la natalidad, como hemos hecho, con un millón de euros en ayudas. Hay que dar oportunidades y esa es la única forma de fijar la población al terreno, no dándole subvenciones puntuales, sino herramientas para poder competir en el mundo. Tiene que ser más rentable quedarte en tu pueblo que irte a la ciudad. Tenemos empresarios muy competitivos y de lo que se trata es de replicar esos perfiles de éxito en la provincia. Y hay una gran herramienta que es la formación profesional.

P.¿Hay fecha ya para abordar el proyecto del solar de la Diputación?
R.Nosotros tenemos dos proyectos emblemáticos, uno es el de los Colegios Provinciales, que vamos a rehabilitar para que sea un complejo de servicios muy importante. Y por otra parte, el terreno de la Diputación va a ser un espacio abierto que se va a usar como aparcamiento y se podrá compatibilizar para actividades culturales, deportivas, de ocio, los fines de semana, como está ocurriendo. Y contemplamos un edificio que para nada va a tapar la fachada, porque va pegado al ambulatorio, para cubrir las necesidades que tiene la Diputación. Tenemos el proyecto ya y yo creo que empezaremos con el año 26.
P.Estamos en el ecuador del mandato. ¿Cuáles serán las claves de los próximos dos años?
R.Seguiré insistiendo en que tenemos que ejecutar los presupuestos. Estamos haciendo grandes avances en materia de recursos laborales, tenemos que orientar el organigrama de la Diputación para producir más expedientes y acabar con todo lo comprometido en materia de agua, todos los planes y servicios. Una de las grandes partidas, y me siento muy orgulloso, es la cuestión social, 111 millones de euros. Es muy franciscano esto, pero el brazo social de la Diputación de Córdoba es muy grande. En definitiva, cumplir con la promesa dada, intentar dejar la diputación mejor que no la encontramos, dinámica. Para muchas cosas yo creo que es una diputación ejemplar, y lo puedo comprobar cada vez que me reúno con los presidentes de todas las diputaciones de España, está muy bien ordenada, pero tenemos que ser más eficaces y más eficientes. Si corregimos esas disfuncionalidades que tenemos, que no son fáciles, podemos ser una de las mejores diputaciones en gestión de toda España. Hemos recuperado mucho contenido que vaciaron otros gobiernos, porque esto no puede ser un cajero automático de los ayuntamientos, tenemos competencias muy claras que se tienen que cumplir. Queremos una Diputación con contenido, con su lugar y su espacio en la financiación del Estado y, por supuesto, útil.
“Para fijar la población al territorio hay que dar oportunidades, no subvenciones. Tenemos empresarios muy competitivos y de lo que se trata es de replicar esos perfiles de éxito en la provincia"
P.¿Se ve en la Presidencia el próximo mandato?
R.Yo voy a hacer mis deberes. Lo que quiero es cumplir con el mandato, intentar hacer lo mejor posible y lo más honestamente posible. Sé que voy a tener errores, pero cuento con un equipo maravilloso de gente joven que está empujando y aquí de lo que se trata es de cumplir con la palabra dada e intentar dedicarle a esto el mayor número de horas posible. Si hacemos bien nuestro trabajo, si buscamos el consenso, si nos dejamos de debates estériles haremos un bien muy grande a la provincia de Córdoba. Ese es el libro de estilo que yo siempre he puesto encima de la mesa y el que ahora estoy echando de menos, que seamos incapaces de resolver los grandes problemas de Córdoba por dinámicas absolutamente de trinchera y de confrontación absurda.
P.No solo en Córdoba.
R.Así es. El 95% de los problemas que tiene España se resuelven con sentido común y estamos entrando en una dinámica de confrontación que es un auténtico disparate, estamos asistiendo a una España absolutamente dislocada y eso es lo que me quita sueño, no dedicarme a resolver los problemas de la gente. Esa es la alta política, desde una alcaldía hasta la Presidencia de la Comisión Europea, resolver los problemas de la gente y tener capacidad para proyectar el futuro de los pueblos como mínimo a 25 años. Tenemos que recuperar el libro antiguo del consenso y de la concordia y del sentido común.
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