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Un salchichón de 210 metros
Una empresa de Rute elabora la chacina más grande del mundo y entra en el Guinness
En época de crisis, cualquier reclamo es poco para atraer clientes. Las empresas se buscan sus estrategias para sobrevivir a esta coyuntura económica que está haciendo que muchos tengan que echar el cierre. Una de las más originales en técnicas de marketing ha sido la empresa familiar Gloria e Hijos de Rute, dedicada a jamones y chacinas, que pensó elaborar el salchichón más grande del mundo y lo ha conseguido. 210 metros -nada más y nada menos- de este embutido de una sola pieza con el que pretenden entrar en el Libro Guinnes de los Récords tras superar la anterior marca que ostentaba Paraguay con una pieza de 203 metros. Semejante salchichón pesa 260 kilos y se puede ver en uno de sus locales situado en el Paseo del Fresno de Rute, en la zona de los museos gastronómicos.
La idea surgió, además de como reclamo a los clientes, como una manera de contribuir a la campaña navideña del comercio en Rute, que gana protagonismo en estos meses con iniciativas como el Belén de chocolate. En esta ocasión, esta empresa cárnica se decidió también realizar su aportación para hacer de Rute un destino más atractivo esta Navidad. Según una de las responsables de la tienda, Dolores Ortega, se barajaron varias opciones entre la diversidad de chacinas que elaboran para conseguir este récord. Finalmente se decantaron por el salchichón ya que su conservación es más fácil y puede aguantar expuesto hasta que acabe la campaña navideña. Ortega explicó que es trata de un salchichón "igual que el que se vende en cualquier comercio", con los mismos ingredientes pero en grandes cantidades. Lo que sí cambia es el envoltorio. En los salchichones convencionales se usa la tripa del cerdo par contener la carne pero, en este caso, esa opción era imposible porque, como apuntó Ortega, "es imposible encontrar un cerdo de esas dimensiones". Como alternativa, se buscó una de colágeno natural comestible y el resultado "ha sido perfecto."
Como se trataba de una apuesta muy novedosa, se encargaron varias a una empresa, aunque no hizo falta porque "salió a la primera". Ortega recordó que lo difícil del proceso no fue la elaboración "sino rellenar la tripa y colocarla en el expositor preparado". De hecho, la estantería se ha construido específicamente para esta pieza. En total, se han invertido 20 días en el proceso.
Pese a que es, a todos los efectos, un salchichón comestible, Ortega recordó que está al aire en un lugar de tránsito continuo, lo que requiere un tratamiento diario con aceite de oliva "para que no se estropee". Aun así, no deja de ser un producto perecedero, pero antes de que deje de ser aprovechable, "se hará una donación a personas necesitadas". Ortega aseguró que en la elaboración de los productos sólo su utilizan "ingredientes naturales" y animó a todos los cordobeses a contemplar el salchichón más grande del mundo.
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