La ruina del turismo en Córdoba en verano: nueve hoteles cerrados, un 20% de ocupación y terrazas sin clientes

Los meses de julio y agosto suelen ser una especie de paréntesis en Córdoba. Con las altas temperaturas, la ciudad se vuelve inhabitable, pocas personas se atreven a salir a la calle si no es por obligación, las calles están desérticas desde mediodía y los comercios cierran.

El que puede, se va a la playa, y quien no, se busca una piscina. Ni siquiera al caer el sol hay una tregua ya que las noches están siendo tropicales e incluso ecuatoriales (salvando este pasado fin de semana, cuando ha habido un respiro por la Dana que ha cruzado el norte de España).

Con este panorama, el turismo también huye hacia otros lugares, ya sean de costa o de interior, buscando destinos más fresquitos. Y es que, además, pocas cosas hay que hacer en Córdoba cuando acaba el Festival de la Guitarra y, este año, el Córdoba Live, que cerró el pasado sábado un concierto de Manuel Carrasco.

Así, los sectores del hospedaje y la hostelería son los mayores damnificados por estas circunstancias. Durante los meses de julio y agosto el objetivo es sobrevivir hasta que la actividad se retome a mediados de septiembre.

La presidenta de la Asociación Empresarial de Hospedaje de Córdoba (Aehcor), Elena Rizos, manifiesta que las previsiones son que el mes de julio "sea peor que el de agosto". Aehcor cuenta con 72 socios y, de ellos, nueve van a cerrar sus hoteles este verano porque "no les compensa".

Los establecimientos hoteleros que aguantan abiertos están entre un 20% y un 30% de ocupación diaria. "Eso no renta en un hotel, pero tenemos que mantener el tipo", señala.

El calor "es el mismo en julio y agosto" y además las altas temperaturas "no son nuevas de este año", apunta. En su opinión, los turistas tienen "bastantes cosas" que hacer en Córdoba en verano porque la mañana la pueden ocupar en hacer turismo, por la tarde se pueden quedar en hoteles con piscina y de nuevo salir por la noche.

Ausencia de oferta de ocio y cultura

Pero, en este sentido, hay un vacío importante porque la programación de ocio y cultura para el verano en Córdoba "no es atractiva". Ahora que ha acabado el Festival de la Guitarra solo quedan "las visitas nocturnas a la Mezquita" ya que el espectáculo de luz y sonido del Alcázar de los Reyes Cristianos ha sufrido un nuevo retraso. "Lo necesitamos" porque, ahora mismo, por la noche los turistas "pueden dar un paseíto por la Judería y poco más", asevera Rizos.

Ahora, por lo tanto, el sector hotelero está sobreviviendo a la espera de que llegue mediados de septiembre, cuando empieza a levantar la temporada. "Hay veces que te renta cerrar el hotel, como cuando tienes que hacer obra o renovar algo, pero sino, cerrar no es lo suyo", fnanliza la presidenta de Aehcor.

Por su parte, el presidente de Hostecor, Jesús Guerrero, asegura que en verano "no hay clientes extranjeros", por lo que los bares y restaurantes dependen de los locales, aunque estos también "se van a la playa".

Estos establecimientos están a medio gas: de día, tiran con los desayunos y por la noche, con las terrazas que "funcionan un poco con el cliente local que no se ha ido". Pero "la gente no sale hasta las 22:00" y "los fines de semana también han caído". "Está siendo un verano muy duro", apunta Guerrero.

Los hosteleros, igualmente, tienen la esperanza de que la actividad se reactive en la segunda quincena de septiembre. El mes de junio ha sido "muy malo" para ellos y el de julio va por el mismo camino. Sin embargo, Guerrero recuerda que junio de 2024 fue bastante bueno, también en relación con el tiempo, que fue de temperaturas mucho más suaves.

"El cliente de Córdoba, con el calor que hace y ha hecho no sale", reconoce. Pero "todos los años ha hecho calor, así que algo está pasando". En su opinión, "nos estamos cargando la gallina de los huevos de oro", es decir, el turismo.

En esa línea, añade que "estamos poniendo muchas normas y las normas no sirven unicamente para la temporada fuerte, sino también para la baja". Sobre la falta de turistas, cree que habría que "poner más toldos" porque "calor hace en todos lados". Por ejemplo, explica que "la gente va en verano a Mérida al Teatro Romano", pero no vienen a Córdoba.

"No tenemos oferta de ocio o cultura para la noche", denuncia, y por las tardes "los museos están cerrados". A su juicio, "se notaba muchísimo cuando estaba el espectáculo de luz y sonido del Alcázar", pero ahora "tenemos unicamente la Mezquita y Caballerizas, por lo que no hay atracción para el turista".

Viajeros en el verano de 2024

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en junio de 2024 pasaron por Córdoba 97.539 viajeros. En el mes de julio, la cifra bajó hasta 70.903, siendo la peor del año, para subir levemente en agosto hasta 87.212. En septiembre, el turismo comenzó su recuperación, contabilizándose 106.593 visitantes.

Con respecto a las pernoctaciones, se registraron 162.928 en junio, 127.389 en julio, 149.152 en agosto y 176.850 en septiembre.