Risques: la tienda de Córdoba para las ocasiones especiales desde 1936

Desde la calle se pueden ver la multitud de conservas que posee el establecimiento, y también se aprecia la calidad y el número de piezas de jamón que hacen salivar. En el centro de este negocio de la calle José María Martorell podemos leer con claridad: "Risques desde 1936". Más de ochenta años de trayectoria, que ha evolucionado y cambiado con los años. Hoy, al frente de este negocio se encuentra Francisco Castro Mata, un emprendedor nato, que dejó sus negocios de moda y textil para seguir con en esta empresa cuya tradición, para él, es tan "popular en Córdoba". En su equipo más cercano se encuentra su esposa, a la que nombra como su mejor compañera, y unos empleados a los que agradece desde el primer momento.

Como comenta el actual propietario en una conversación con El Día de Córdoba, "Risques realmente se montó en 1936, y siempre ha apostado por la calidad. El antiguo propietario era Manuel Perea Risques. Estuve trabajando con él unos cinco años. Prácticamente, él lo transformó en una tienda de calidad especialista en jamones, quesos y embutidos, y también en regalos de empresa”, explica. "El nombre lo ha hecho la familia; comenzó la madre de él, creo que era una taberna tienda, y fue formándose. Manuel siempre ha apostado por la calidad. Actualmente, no tenemos intermediario, compramos a fábrica", destaca Francisco.

Castro entró a trabajar en el lugar hace unos 15 años, y hace 11 pasó a ser su propietario. "El hijo de Manuel era mi amigo, y le compré la empresa. Me quedé con la tienda de Almogávares, aunque ellos tenían una antes en Antonio Maura", recuerda. Como narra el actual dueño, el negocio ha pasado por diferentes ubicaciones de la ciudad en su larga trayectoria, y su última incorporación fue la que se encuentra en las inmediaciones de la Plaza del Zoco (José María Martorell), abierta por el actual gerente.

Marcando diferencia respecto a la otra etapa, el actual dueño hace hincapié en que él ha convertido el negocio en un establecimiento muy de nicho: “Estoy muy especializado, aún más, tengo muchos vinos, pero mi especialidad son los jamones", señala. Desde el establecimiento recalcan que poseen más "1.500 referencias", a pesar de haber quitado algunos productos del catálogo. El comerciante pone el foco en que él retiró diferentes alimentos para hacer que el local fuera aún más específico y dedicado a esos momentos únicos.

Desde otro de los rincones de la tienda, se ve que existen varias cajas de regalo cuyos lazos recuerdan a etapas festivas. Como recalcan desde el lugar, este tipo de comercios se rige mucho por la estacionalidad o, como lo llama Francisco, en esas fechas la tienda "se viste de fiesta". "Dependo mucho de la Navidad; en los meses anteriores, traigo muy buenos dulces", anima a probar.

Otro de sus servicios de referencia y más representativos que cobra protagonismo durante final de año es la creación de cestas de Navidad. "También tengo un espacio donde hago regalos de empresa. Esta actividad es muy personalizada, nosotros siempre hemos querido hacer algo diferente a las grandes superficies. Los clientes son lo primero, y sobre todo prima la calidad. Todos es individual, todo es para trato personalizado", explica. Y recuerda que es algo que él vio en los antiguos dueños.

Aunque Francisco recuerda con ilusión y orgullo la evolución de su negocio, también es consciente de que los pequeños comercios lo tienen difícil. "Hoy en día los pequeños negocios tenemos muchos problemas, por ejemplo, para encontrar personal. Y también están la competencia con los grandes o los horarios", enumera el comerciante.

Y mirando a los próximos años, respecto al comercio online, aunque actualmente no se aprecia tanto auge de la alimentación, sí es consciente de que eso puede ser el "futuro". "Internet aún no ha llegado tanto a la alimentación, aunque cada vez habrá más. Será el futuro, ya tengo mi web preparada", aventura.