Un rincón para forofos y castizos

En una vitrina de Kalia, una de las tiendas más antiguas de Córdoba con cerca de 80 años de vida, hay retazos de la historia comercial de España. Los actuales propietarios de este negocio situado en la calle Claudio Marcelo tienen en este pequeño local un espacio museístico en el que pueden verse algunos productos que ellos mismos vendían hace ya varias décadas. Hay un quitamanchas de la firma Las Banderas, una maquinilla para afilar hojas de afeitar que se presenta en una caja gris, un bote de talco septomida y un desodorante de stick Williams. A todo ello se le unen desde fotografías a calendarios de hace 30 ó 40 años y un sinfín de detalles que enfatizan que este comercio es prácticamente centenario. Sin embargo, la estética que aún conserva este establecimiento no le ha impedido evolucionar y, a diferencia de periodos anteriores, centrarse en artículos tanto para forofos de los equipos de fútbol como para los castizos que buscan abanicos, castañuelas, mantillas o peinetas, entre otras cosas.

Tampoco ha cambiado en exceso la estética de este local. Tiene la misma fachada -tan sólo ha variado el color, actualmente es marrón chocolate y oro- y los mismos escaparates y los mostradores con los que contaba cuando la familia cordobesa De León Alvariño fundó una empresa que llegó a disponer de tres tiendas en la ciudad. Quizás sea esto, lógicamente, unido a la importante variedad de productos que se ofrecen, lo que hace que a Kalia lleguen ciudadanos de cualquier punto de la capital y hasta personas de la provincia que le recuerdan a los actuales vendedores que sus padres eran clientes habituales de este negocio.

Llama la atención uno de los laterales de este comercio que hasta hace pocos años era conocido como el rincón del forofo. Hay balones, una camiseta de la selección brasileña con el dorsal número 9 de Ronaldo, un pelele del Betis e infinidad de pegatinas, llaveros y pins de diversos equipos de fútbol de la Liga española. En torno a este rincón se han originado durante años reñidos debates entre madridistas y culés simplemente por coincidir entre estas cuatro paredes cuando fueron a comprar un banderín de su equipo. Así lo recuerda el propietario de este negocio, Francisco Javier de León, al repasar los episodios que vivió de niño cuando su padre y su tío estaban al frente del negocio.

También es especialmente relevante otro de los testeros de Kalia. Éste está dedicado a las banderas nacionales -de la España republicana, la franquista y la actual- y diversos emblemas de la Legión, el Ejército y la Guardia Civil tanto en pin como en pegatinas de diferentes tamaños. En este lugar se detienen desde turistas, llamados por la curiosidad, hasta cordobeses que buscan aquí una pegatina para el casco de la moto o el vehículo que más se ajuste a sus ideales políticos. "Tenemos prácticamente de todo y de todos las formas de pensar", manifiesta el regente de esta tienda al detallar los artículos que ofrecen.

Sin embargo de lo que se consideran "especialistas" es de los artículos más castizos. María Ceular, esposa de Francisco Javier de León y responsable del comercio, manifiesta que Kalia cuenta con "las mismas mantillas que teníamos hace 70 años". Abre una caja de cartón y muestra una gran variedad de ellas, todas confeccionadas en Central Encajera o en Pertiñez, los mismos proveedores a los que compraban los hermanos De León en los años 50.

Lo que sí ha cambiado -" y mucho", afirma María Ceular- es su volumen de negocio. "Ya no hay que esperar una cola como antes", destaca De León. Ella señala que la causa de esta bajada de las ventas se produjo con la llegada de los mercadillos. En lo referente al rincón del forofo, les perjudicó que los equipos de fútbol se convirtieron en sociedades anónimas deportivas y sólo se pudieran vender artículos oficiales.