Todo sigue como en abril para Unidas Podemos en Córdoba. La candidata de la coalición al Congreso de los Diputados por Córdoba, Martina Velarde, agradeció que los cordobeses “hayan vuelto a darnos la confianza”, ya que los resultados son muy similares a los cosechados por la formación morada en abril, cuando también consiguieron un diputado.

No obstante, los números de estas elecciones generales difieren de los anteriores en la irrupción de Vox, que ha pasado de tener 24 a 52 diputados, aunque en Córdoba sigue sumando un único representante para la cámara. Al respecto, Velarde expresó que “nos entristece mucho que, por culpa de Pedro Sánchez, haya habido una subida de la extrema derecha en nuestro país y en Andalucía”.

Aunque han descendido en el número de votos, Velarde señaló que no le parece “sintomático”, pues ha habido un descenso en la participación y recordó que “hay gente de izquierdas que se queda en casa” y no ejerce su derecho a voto.

Con lo conseguido, la representante de Unidas Podemos apuntó que “volveremos a estar en el congreso luchando por los derechos de los cordobeses”, con el objetivo además de “tender la mano a un gobierno progresista” siempre que “se cumplan los artículos de la constitución que garantizan los derechos sociales”.

A pesar de los ánimos de lucha que intentaba transmitir Velarde, el ambiente en la sede del partido denotaba cierto conformismo con los resultados. La tensión por las cifras que arrojaba el escrutinio se reducía a los escaños que iba asegurando el partido de Santiago Abascal.

“La cosa está igual, pero más envenenada”, era el comentario que mejor definía el punto de vista de Unidas Podemos, hasta que Pablo Iglesias apareció en pantalla para poner adjetivos concretos a la situación.

Al final, los mismos que criticaban que el panorama político ha empeorado “por las magníficas decisiones de Pedro Sánchez” y veían en Ciudadanos “un fallo estratégico” que ha propiciado su caída, calculaban los escaños con los que el PSOE ha acabado liderando las elecciones y que abren la puerta a nuevos cálculos para la formación del nuevo Gobierno central.

En resumen, el partido se conforma con unos resultados que a nivel local les permite mantener la representación, pero que a nivel nacional les ha hecho perder fuerza en el Congreso de los Diputados. En el aire queda el miedo a los efectos que tendrá que una formación “de ultraderecha” haya crecido tanto en seis meses.