La historia de Andalucía no podría escribirse sin la aportación de la comunidad gitana. Actualmente, en Córdoba viven alrededor de 4.000 personas pertenecientes a esta comunidad y, a pesar de los avances, la discriminación sigue presente. Reivindicar esa aportación histórica que el pueblo gitano ha tenido en la ciudad y en la comunidad autónoma sirve, sin duda, para romper esas barreras de una vez por todas.

La Federación de Asociaciones de Mujeres Gitanas Fakali y la Asociación Upre Romnja, junto con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, se dieron cita ayer en el colegio Antonio Gala para celebrar el Día del Pueblo Gitano Andaluz. Durante ese encuentro, Carmen Carrillo, de Fakali, dejó clara una cosa: "Andalucía es tierra gitana". Y aunque a lo largo de los últimos años se hayan conquistado muchas reivindicaciones, aún queda trabaja por hacer. Por esto mismo, Carrillo recordó que "todos somos iguales y tenemos derechos y obligaciones" y esta frase es una de las claves por las que, durante diez años, el colegio Antonio Gala haya acogido esta jornada "emblemática".

Pero, ¿en qué consiste todo eso que queda por hacer? Lo primero que hay que tener en cuenta es la aportación del pueblo gitano a la sociedad, mucho más allá del flamenco o la literatura. La alcaldesa de la ciudad, Isabel Ambrosio, estuvo presente en este acto y manifestó que las 4.000 personas que conforman la comunidad gitana en Córdoba están "integradas perfectamente en una sociedad amplia y diversa", pero, apostilló, "les hace falta un empujón más para que la integración y el concepto de igualdad que persiguen se haga cada día más real, porque legal ya lo es". Ambrosio reconoció que siguen existiendo "obstáculos" para que se "desarrolle con mucha más normalidad la convivencia que debe existir entre los colectivos que componen la sociedad cordobesa".

Una de las claves donde más se han centrado durante los últimos años las administraciones a la hora de abordar dichos obstáculos ha sido en la educación. Para Ambrosio, dichas administraciones han hecho "un esfuerzo importante, sobre todo por superar el obstáculo de la formación y la educación regalada". Y es que, tal y como recordó la regidora, "las cifras a día de hoy de absentismo escolar son mínimas, pero siguen estando ahí, con lo que se sigue trabajando con las familias para que eso desaparezca". También con respecto al ámbito educativo, la alcaldesa apuntó que "sigue existiendo el obstáculo de que los chicos y las chicas abandonan cuando acaba la etapa de educación obligatoria", por lo que entiende que es necesario "seguir poniendo ejemplos de éxitos de que desde el esfuerzo se puede conseguir también que la comunidad gitana acceda a una formación como la de la universidad y forme parte de los profesionales que necesita la ciudad".

"Va a haber empeño y firmeza", prosiguió Ambrosio, también para conseguir saltar más barreras, en este caso, las que conforman "los obstáculos para la igualdad real entre hombres y mujeres de condición gitana". "Es imprescindible que esa condición exista", dejó claro.

Por su parte, el delegado territorial de Educación de la Junta, Antonio José López, destacó la importancia de celebrar efemérides como la del Día del Pueblo Gitano Andaluz porque, "a pesar de que ha pasado mucho tiempo desde la llegada de las primeras comunidades gitanas a nuestra tierra, todavía existen muchos ejemplos de discriminación y rechazo hacia este grupo social". Con celebraciones como las de ayer, opinó López, "nos marcamos un objetivo y es dar a conocer la verdadera cara gitana, que se reconozca y se valore una cultura que tiene como principios básicos la solidaridad y el respeto".

El Centro de Recepción de Visitantes acogió también otro acto con motivo de esta efeméride, organizado en este caso por Kamira, la Asociación Secretariado de Desarrollo Gitano de Córdoba, la Asociación de Mujeres Panyabi y la Fundación Secretariado Gitano en el que se proyectó un vídeo sobre la historia de este pueblo. Además, el Templo Romano cambió también de color para acoger en sus piedras los tonos rojo, azul y verde presentes en la bandera del pueblo gitano.