La recuperación de María, una cordobesa que ha pasado 60 días en la UCI: "En los milagros no he creído nunca, hasta ahora"
Sanidad
La paciente del Hospital Cruz Roja de Córdoba ingresó por una neumonía bilateral y shock multiorgánico
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María ingresó a finales de marzo en el Hospital Cruz Roja de Córdoba con un cuadro de neumonía bilateral severa que le hizo entrar en estado de shock multiorgánico (fallo de múltiples órganos). En apenas unas horas, su estado se deterioró drásticamente. Pasó de sentirse débil, sin apenas poder hablar ni andar, a necesitar cuidados intensivos de manera urgente.
Tras valorar exhaustivamente su situación y en constante comunicación con María y su familia, el equipo médico, coordinado por el doctor Matías Altés, jefe de la UCI, tomó la decisión de inducirle el coma para intentar controlar y estabilizar la infección.
María estuvo más de 50 días en coma inducido, mientras su cuerpo trataba de recuperarse bajo el cuidado ininterumpido de todo el equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos, luchando por su recuperación. Fueron semanas de altibajos, días de mejoría, días de empeoramiento, donde incluso sus familiares llegaron a despedirse de ella.
El despertar y la asombrosa recuperación
Tras muchos días de intensa incertidumbre y altibajos, la salud de María mejoró significativamente y despertó. Lo hizo sin ser consciente de la gravedad de lo vivido. Solo recuerda haber soñado situaciones irracionales pero “extremadamente reales”.
Desde ese momento, su recuperación ha sido constante y asombrosa. El 1 de junio, María pasó a planta, y apenas diez días después, ya se encontraba realizando sesiones activas de ejercicios en la Unidad de Neurorehabilitación del hospital, un pilar fundamental en su camino hacia la autonomía.
La rehabilitación de María fue un factor determinante en su recuperación. Como nos cuenta Jesús, su fisioterapeuta, “la rehabilitación comenzó durante su estancia en la UCI, aunque de forma intermitente, porque su estado tenía altibajos. Comenzamos con ejercicios en la cama, que luego continuaron en planta y, finalmente, en el gimnasio de neurorehabilitación”.
Esa rehabilitación temprana y continua en la misma UCI y, posteriormente, en planta y en el gimnasio, ha sido esencial para que María haya ido recuperando fuerza en brazos, piernas y tronco, y trabaja para volver a caminar con autonomía total.
Hoy, María puede hablar, sentarse, levantarse y caminar con apoyo. Solo necesita oxígeno en determinados momentos, pero parece ser que podrá prescindir de él por completo más adelante
Una experiencia que ha cambiado su vida
María asegura que esta experiencia le ha cambiado la vida y para ella es una nueva oportunidad. Su familia ha sido su mayor apoyo, y ella, una profunda inspiración para el equipo multidisciplinar que la ha acompañado en el Hospital Cruz Roja de Córdoba. "Yo en los milagros no he creído nunca, hasta ahora", confiesa.
“El equipo médico y de enfermería del hospital es para quitarse el sombrero. No he visto nunca tanta vocación, tanta entrega”, nos cuenta emocionada.
La historia de María es, ante todo, un testimonio claro de que siempre hay una luz, incluso en los momentos más oscuros. Es la prueba de que la vida, incluso cuando parece imposible, puede volver a abrirse paso.
“Hoy sé que vale la pena vivir, aunque lo veas todo negro. Lo que más me repito es: y ahora, ¿qué hago yo con esta segunda oportunidad?”. La respuesta está clara: vivir el hoy, cuidarme y animar a otros a creer en ellos mismos”, concluye la paciente.
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