Sanidad

Un experto de Córdoba recomienda la dieta mediterránea y el ejercicio en las embarazadas para el desarrollo de los recién nacidos

El doctor Sánchez Menor con una paciente en consulta.

El doctor Sánchez Menor con una paciente en consulta. / El Día

El seguimiento de una dieta mediterránea y la práctica de ejercicio en mujeres embarazadas son pilares ineludibles y fundamentales para que los recién nacidos tengan un mejor crecimiento y desarrollo fetal, ya que es “fundamental llevar una alimentación completa y equilibrada durante la gestación, pues de esto depende el correcto desarrollo del feto”, según ha destacado el doctor José Antonio Sánchez Menor, especialista del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Córdoba.

El doctor Sánchez Menor ha explicado que el peso y el estado nutricional saludables al comienzo del embarazo se relacionan con un riesgo más bajo de enfermedades crónicas durante toda la vida, tanto para la madre como para el bebé, y favorece su bienestar general. Existe una interacción continua entre la mujer en edad reproductiva, el entorno nutricional y la salud de toda la vida de la descendencia, desde la concepción.

En este sentido, ha señalado que cuando se sigue de forma estructurada y guiada una dieta mediterránea y ejercicio físico durante el embarazo, se reduce el porcentaje de bajo peso fetal y también algunas complicaciones de la gestación, como la preeclampsia o la muerte perinatal.

Por tanto, “es muy importante seguir una dieta completa y equilibrada durante el embarazo, ya que de esto depende el correcto desarrollo del feto. Alimentos ricos en carbohidratos complejos principalmente integrales, cereales, arroz, pasta integral, legumbres, y frutas y verduras deben ocupar un importante lugar en la dieta, junto a carnes blancas, huevos y proteínas de origen vegetal, tomando grasas preferiblemente del aceite de oliva, frutos secos, semillas y pescado azul.

El especialista ha resaltado que la mujer embarazada debe realizar cinco comidas al día, evitando el “picoteo” y largos períodos de ayuno, beber abundante líquido, evitar las bebidas alcohólicas y cafeína, el consumo de tabaco, los alimentos crudos o poco cocinados y reducir el consumo de sal.

En cuanto al ejercicio, está comprobada la reducción del riesgo de padecer complicaciones asociadas al embarazo gracias a la práctica sistemática de actividad física, concretamente en la prevención de la preeclampsia, la diabetes gestacional, la ganancia excesiva de peso materno, la mejora del estado físico durante el embarazo y el parto, menor riesgo de padecer varices, de trombosis venosas, la reducción de la disnea y la menor aparición de episodios de lumbalgia. El doctor Sánchez Menor ha asegurado que “lo ideal sería que cada mujer, en cada embarazo, siguiera un programa de ejercicio individualizado, en el que se tenga en cuenta el mes de gestación y la forma física de ese momento”.

El aumento de peso gestacional es un factor pronóstico importante en la salud a corto y a largo plazo, tanto para mujeres en edad fértil como para su descendencia. Las ganancias de peso gestacional materno más elevadas se asocian a anomalías de glucemia prenatal materna, trastornos hipertensivos gravídicos y complicaciones del parto, junto a un mayor riesgo de retención de peso posparto, obesidad incidental y secuelas cardio metabólicas adversas en mueres en la mediana edad. Además, puede relacionarse con el incremento de crecimiento fetal y la obesidad infantil posterior.

Cuidado del suelo pélvico, espalda y piel

El doctor Sánchez Menor se ha referido también al cuidado del suelo pélvico, aprendiendo a activarlo y relajarlo, manteniendo una correcta higiene postural, haciendo deporte, y preparando el periné de cara al parto con masajes perineales para conseguir la flexibilidad de los tejidos al final del embarazo. La espalda también hay que cuidarla durmiendo preferiblemente del lado izquierdo para facilitar la digestión y mejorar los síntomas gastrointestinales, y con la cabeza elevada. Es mejor levantarse de la cama de lado y apoyándose en los brazos para evitar forzar la espalda y el abdomen.

El cuidado de la piel, especialmente las mamas y la barriga para evitar la aparición de estrías, es otro aspecto a tener en cuenta, para lo que la futura mamá se deberá aplicar masajes con crema hidratante o aceite natural. Si no se puede evitar la exposición al sol, debe utilizar cremas con alto factor de protección, ya que los cambios hormonales pueden oscurecer zonas sensibles como pecas y lunares. En cuanto a la ropa, el doctor ha aconsejado llevar vestidos cómodos y holgados, ropa no ajustada, ni fajas ni medias ni calcetines que produzcan compresión local, y el uso de zapatos cómodos, evitando el tacón alto y el excesivamente plano.

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