Ser rechazado o ignorado: la herida invisible de la exclusión social en las escuelas
Tribuna universitaria
La exclusión social entre escolares no siempre es manifiesta, a veces es difícilmente detectable y sus efectos se reflejan en el autoconcepto y la autoestima
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Ser rechazado -la exclusión social manifiesta- es doloroso; ser ignorado -la exclusión social sutil- puede resultar igualmente hiriente y generar sentimientos de inseguridad, ansiedad e indefensión. Esta forma de maltrato entre iguales, que pasa inadvertida en las escuelas, lesiona el bienestar emocional de muchos niños y niñas y adolescentes. Algunos estudiantes son víctimas de un maltrato sutil difícil de reconocer: no son invitados a los grupos, se les evita al ocupar un asiento de entre los disponibles, nadie los elige para trabajos en equipo o, simplemente, se ignora su presencia. A simple vista, no parecen agredidos, pero la herida va por dentro y les hace sentirse invisibles y, a veces, culpables de su propia desgracia.
Aunque este tipo de conducta ha sido estudiada como parte del fenómeno del acoso escolar (bullying), su especificidad requiere análisis diferenciales. Se necesita aún conocer: si los adolescentes identifican claramente las distintas formas de exclusión social, las evidentes y otras más soterradas; cómo podemos, los adultos y docentes, detectar estas formas de maltrato; qué sienten los estudiantes cuando son ignorados o excluidos sutilmente por el grupo; y, sobre todo, es necesario conocer sus factores asociados, clave para prevenir y paliar esta violencia social. A estos retos de conocimiento se ha dirigido una investigación desarrollada en la Universidad de Córdoba, cuyo resultado es una tesis doctoral presentada por la primera autora y codirigida por los segundos autores de este artículo.
En la investigación participaron 1.889 estudiantes de edades entre los 10 y los 19 años del último ciclo de Educación Primaria y de Educación Secundaria de escuelas andaluzas.
Mediante un primer estudio con una submuestra de 1.013 estudiantes se hallaron evidencias de que la exploración de los sentimientos experimentados por las víctimas es una vía idónea para conocer la naturaleza compleja de la exclusión social. A partir del mismo, se creó, pilotó y validó un cuestionario de autoinforme, la Escala de Exclusión Social Manifiesta y Sutil (Esmasu).
Los análisis factoriales exploratorios y confirmatorios revelaron que este fenómeno se expresa en dos formas: cinco ítems medían la exclusión social manifiesta o rechazo socialmente evidente (p. ej.: Mis compañeros/as me rechazan para hacerme sufrir); y otros cinco ítems reflejaban la exclusión sutil, percibida en la intimidad de la víctima como agresión discriminatoria injusta y cruel que pasa desapercibida (p. ej.: Siento que no soy bienvenido por mis compañeros/as de clase).
La Esmasu registra ambas formas de exclusión y presenta buenas propiedades psicométricas, buena validez de constructo y se revela como una herramienta óptima para la detección precoz de la exclusión social con idoneidad para ser usada por docentes y orientadores escolares que quieran afrontar este problema social.
En un segundo estudio sobre una submuestra de 876 estudiantes exploró, mediante análisis de correlaciones y de regresiones lineales múltiples, la asociación entre los niveles de exclusión social manifiesta y sutil y las cuatro dimensiones principales del autoconcepto físico: habilidad corporal, condición física, atractivo y fuerza. Los resultados muestran que sufrir exclusión manifiesta y sutil correlaciona con tener pobre autopercepción de las habilidades corporales y la condición física, así como mala valoración del atractivo corporal.
Respecto del valor de la propia fuerza física, los datos son curiosos: la percepción de ser fuerte, se relacionó más con la exclusión sutil que con la exclusión manifiesta. Es posible que, entre adolescentes, destacar por la fuerza física sea una cualidad envidiada y/o temida, por lo que quien la ostenta y está siendo rechazado no reciba o no sea objeto tanto de exclusión directa, cara a cara, como de esas formas sutiles antes mencionadas. Respecto de las diferencias de género, los análisis mostraron que la exclusión manifiesta afecta por igual a chicas y chicos, sin embargo, ellas son más objeto de exclusión sutil. Independientemente del género, la baja percepción de atractivo y capacidad física predicen ambos tipos de exclusión.
En base a estas evidencias científicas se ha propuesto el desarrollo de programas psicoeducativos preventivos que incorporen el tratamiento y refuerzo del autoconcepto físico y su incorporación a la toma de conciencia sobre su valor real y el que aporta tanto a la identidad propia como a la solidaridad entre compañeros. Se trata de promover la creación de un autoconcepto bien articulado al respeto de la propia competencia física y al papel que dicho autoconcepto tiene en la identidad personal y social como vehículo de comunicación y solidaridad, evitando el rechazo basado en modas y tendencias. Estos programas deben incluir siempre una perspectiva de género. Las chicas adolescentes son especialmente vulnerables a la exclusión sutil y particularmente sensibles a las críticas e infravaloración de su aspecto y autoconcepto físico.
Las actividades de dicho programa incluyen: actividades destinadas: a) reducir estereotipos de género y la presión social vinculados a la apariencia física; b) incorporar contenidos que fomentan la autoestima, resiliencia y aceptación corporal, especialmente en el tránsito de la pubertad a la adolescencia; c) fortalecimiento de un autoconcepto físico saludable y positivo mediante un enfoque de la educación física que promueva el valor de la capacidad y la seguridad, más allá de banales estereotipos de belleza; d) fomentar entornos inclusivos y colaborativos, que prioricen empatía, el respeto y la cooperación en la actividad física y no la sobreexposición a la rivalidad y la competencia; y e) sensibilizar y formar a docentes, familias y estudiantes sobre los devastadores efectos de la exclusión social sutil y manifiesta. Aunque esta línea preventivo-paliativa es útil a toda actividad educativa, puede llegar a ser particularmente útil para la Educación Física.
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(*) Este estudio es parte de la tesis doctoral de Rosa González-Delgado, dirigida por Antonio J. Rodríguez-Hidalgo y Rosario Ortega-Ruiz, miembros del Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (www.laecovi.com) de la Universidad de Córdoba. Para más detalles, consultar las publicaciones: 1. González-Delgado, R., Rodríguez-Hidalgo, A. J., Ortega-Ruiz, R., & Dios, I. (in press). The subtle aggression of social exclusion in education: a scale for its measurement among young people. Educación XX1. 2. González-Delgado, R., Rodríguez-Hidalgo, A. J., Ortega-Ruiz, R., Benítez-Sillero, J. D. D., & Murillo-Moraño, J. (2024). Predictors of Social Exclusion among Adolescents: The Weight of Physical Self-Concept Dimensions. Children, 11(10), 1235.
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