Desescalada Córdoba: ¿Cómo será la reapertura de las iglesias y la vuelta del culto público con fieles?
Comunión en silencio, mascarillas o colectas por bizum son algunas de las recomendaciones de la Diócesis
La desescalada por el coronavirus también afecta a las iglesias, que poco a poco van a recuperar su actividad diaria. Así, la Diócesis de Córdoba ha informado de que será a partir del 11 de mayo, jornada en la que comienza la fase I del plan de desescalada, cuando se prevé una mayor afluencia de fieles a las parroquias después del confinamiento.
Según la norma sanitaria, el aforo permitido en los templos en esta primera fase es de un tercio de su capacidad y se ampliará al 50% en la segunda fase.
La Diócesis de Córdoba ha señalado que "la situación exige que haya que extremar las medidas de higiene y seguridad en los templos diocesanos" y, siguiendo las recomendaciones de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española y de algunos expertos, ha elaborado un documento que, con el nombre Orientaciones para la prevención de la infección por coronavirus en la Diócesis de Córdoba, difunde medidas de seguridad e higiene entre los fieles que pueden acudir a las parroquias respetando el aforo establecido en cada fase.
Asimismo, la Diócesis de Córdoba ha preparado material dirigido a fieles y sacerdotes. Con el título Protege tu Iglesia, se ha elaborado un protocolo de medidas que describe pautas higiénicas y de seguridad tanto al salir de casa como para la entrada y salida de los fieles de los templos diocesanos. A los sacerdotes, por su parte, va dirigido el documento Cuidando paso a paso, que consta de doce indicaciones para impedir la propagación de la infección por covid-19.
Preparación del templo para las misas
El aforo permitido debe contabilizarse en función de la dimensión del templo -todos tienen que tener vacías las pilas de agua bendita- y la disposición de los bancos. Así, debe garantizarse una distancia 1,5 metros alrededor de cada uno de los fieles, excepto en el caso
de las personas que convivan juntas, que podrán estar más próximos.
Además, a la hora de disponer los bancos para respetar la distancia de seguridad, la Diócesis de Córdoba recomienda separarlos, juntarlos a pares para evitar que sean ocupados o usar señalizaciones para que los fieles sepan dónde pueden sentarse. Puede ser muy útil que un voluntario asuma la responsabilidad de ir colocando a los fieles en los lugares permitidos.
Otra de los recomendaciones que hace se centra en el tráfico de personas dentro del templo. Para ello, propone señalizar rutas en el suelo, para la entrada y para la salida, y sobre todo para organizar la fila a la hora de recibir la comunión. Conforme vayan llegando los fieles, el voluntario de orden les debe indicar que han de ocupar los bancos delanteros.
Mientras, para la entrada y salida de los fieles, la Diócesis de Córdoba plantea mantener las puertas del
templo abiertas y colocar un felpudo o paño con lejía diluida para limpiarse los zapatos, que se colocará fuera del templo si el suelo es de mármol, así como solución hidroalcohólica para las manos, guantes opcionales y papeleras, si es posible.
Durante las celebraciones
Otra de las recomendaciones de la Diócesis de Córdoba se centra en las celebraciones dentro de las iglesias. Así, antes de entrar al templo, especifica que los fieles deben lavarse las manos con solución hidroalcohólica y utilizar mascarilla propia. "Es mejor no traer guantes de casa, y si se traen, desinfectarlos con la solución hidroalcohólica", anota.
"Es importante evitar la aglomeración de personas a la entrada" y, para ello, propone situar varios puntos de lavado de manos, añade. Además, se recomienda que los fieles hagan uso de mascarillas con carácter general.
Otro de los consejos que lanza es el de evitar tocar el ambón, el leccionario o el libro de la oración de los fieles y el micrófono para evitar los contagios por contacto. También se debe evitar besar el leccionario después de proclamar el Evangelio. Si hay procesión de ofrendas, a parte de guardar las precauciones de distancia ya mencionadas, el sacerdote debe recibir las ofrendas con mascarilla.
Para la recogida de la colecta, por su parte, es recomendable evitar pasar por los bancos con la canastilla. Es mejor recoger la colecta a la salida del templo o indicar a los fieles que pueden hacer su contribución por transferencia periódica o por bizum. La persona encargada de contar la colecta, además, debe tomar medidas de seguridad, tales como el uso de guantes y lavado de manos.
Además, el sacerdote debe desinfectarse las manos con solución hidroalcohólica antes de preparar el altar. Antes de dar la comunión a los fieles, el sacerdote debe ponerse mascarilla y lavarse las manos con la solución hidroalcohólica.
La Diócesis ha añadido que también es recomendable que los fieles utilicen la solución hidroalcohólica antes de la comunión, si la tienen a su disposición en envase de bolsillo.
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