Barrios
  • Los vecinos demandan las obras de mejora en el Centro Cívico y el servicio de agua en las parcelas

Radiografía de El Higuerón, uno de los barrios más pobres de Córdoba y España

Un hombre camina por el Centro Cívico de El Higuerón Un hombre camina por el Centro Cívico de El Higuerón

Un hombre camina por el Centro Cívico de El Higuerón / Miguel Ángel Salas

El Higuerón es un barrio tranquilo de la periferia de Córdoba capital, con al menos 14.000 habitantes, se compone de varios núcleos de viviendas o parcelaciones y una avenida principal donde convergen los principales servicios del barrio. Recientemente ha entrado en el ranking de los 15 barrios más pobres de España, de los que cinco son de Córdoba. Son los asentamientos, "muy antiguos", de Majaneque y La Golondrina los que bajan la media de ingresos en el barrio, que se sitúa en una renta de 8.078 euros por persona, y las zonas que más carecen de servicios básicos. Así lo explica a el Día la delegada del Ayuntamiento de Córdoba en la barriada, María Teresa Polo Blázquez. 

A esa realidad hay que sumarle que una gran parte de los dueños de parcelas no hacen vida durante el año en El Higuerón y no están empadronados tampoco en esos domicilios. Es una de esas zonas que crece y duplica sus habitantes en época estival, cuando los dueños de las parcelas con piscina se van a pasar el verano alejados del núcleo urbano de Córdoba. 

En el barrio abundan las viviendas irregulares, de las que muchas se encuentran en vías de legalización y a la espera de con ello mejorar servicios como el agua, que no llega regularmente a estos hogares y cuyo problema se ha extendido a lo largo de muchos años y mandatos en el Ayuntamiento, sin que aún se haya dado una solución definitiva. 

Viviendas de El Higuerón Viviendas de El Higuerón

Viviendas de El Higuerón / Miguel Ángel Salas

El barrio se compone de varios núcleos o parcelaciones dispersas entre sí y en la avenida principal de la barriada se encuentran los principales servicios como el centro de salud, el centro de mayores, tiendas de alimentación y supermercados, bares, plazas y el centro cívico, uno de los servicios que más demandan los vecinos desde que se cerró, hace ahora más de un año. 

Según explica la delegada del Ayuntamiento, que ha sostenido reuniones con el delegado de Urbanismo, Salvador Fuentes, para diciembre se podrían sacar a contrato las obras de mejora en el centro cívico, que tuvo que ser cerrado por seguridad. "Lo que ha fallado son los cimientos, la estructura está bien, estamos esperando el proyecto, que ya ha sido sacado a licitación, y saber cuándo comenzarían las obras, los proyectos llevan su tiempo", explica. 

Y es que los informes elaborados por los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo obligaron al cierre de este espacio por seguridad, después de detectar movimientos estructurales entre la zona donde se ubica el salón de actos y la que albergaba las dependencias administrativas y talleres ubicados en este inmueble, que presentaban importantes grietas y filtraciones en períodos de lluvia.

La alcaldía ahora mismo funciona en un local, donde está también la biblioteca, la sede administrativa y una sala pequeña para realizar actividades y talleres. Mientras el centro de mayores está ubicado en otro local, muy cercano, donde cada día reciben a más de 50 personas que se reúnen o comen en el lugar. 

Centro de mayores del barrio Centro de mayores del barrio

Centro de mayores del barrio / Miguel Ángel Salas

Salomé Sánchez regenta una peluquería en esa avenida principal, allí tiene toda su vida atendiendo a las clientas del barrio. Para Salomé, aunque El Higuerón es tranquilo y "se vive como una familia", afirma que también carece de muchos servicios como un mejor acerado, limpieza de las vías y expresa que es "un barrio abandonado". 

Otra de las reivindicaciones vecinales más importantes es la construcción de un instituto, que según los cálculos de la delegada del Ayuntamiento se podría edificar en un terreno ubicado cerca de la cancha deportiva del barrio, con fácil acceso para todos los vecinos. 

Yolanda Luque es la dueña de una tienda de alimentación desde hace siete años y es de quienes piensan que hace falta un instituto en el barrio. "Es muy tranquilo, tienes un poquito de todo, lo básico está cubierto pero harían falta institutos, ayudas y servicios para ampliar el barrio", afirma. 

La barriada está conectada por dos líneas de autobuses de Aucorsa, que los vecinos piden más frecuencias durante los fines de semana, y el tren de cercanías que lo une al núcleo urbano de Córdoba y que, según María Teresa Polo Blázquez, no ha recibido la aceptación que se esperaba. 

Así, los vecinos describen el barrio como tranquilo, aunque en periodo estival esa tranquilidad se altera con la llegada de muchas familias, un barrio que cuenta con los servicios más básicos, a excepción del problema en el suministro de agua, pero que siempre podría estar mejor atendido por parte de las administraciones.

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