Que funcione como un puzzle, que en el asiento, además de que sea regulable, se pueda guardar la mochila para que no esté en el suelo y que la mesa incorpore una pizarra para hacer tareas en sucio. Se trata de algunos de los elementos indispensables que ha de incorporar el pupitre ideal diseñado por medio centenar de alumnos de segundo y sexto de Primaria del colegio Condesa de las Quemadas que han participado en un proyecto del Centro Tecnológico Andaluz de Diseño Surgenia. La iniciativa ha dado sus primeros frutos y Surgenia dio ayer a conocer el pupitre ideado por estos escolares. Otra de la claves de este mueble es que ha de ser elaborado con material reciclable, mientras que la silla tiene que contar con un respaldo ajustable en altura e inclinación, reposabrazos y reposapiés. Las mesas, por su parte, deben llevar bordes acolchados para evitar golpes; ruedas y frenos para facilitar el desplazamiento; y también que sean plegables para ahorrar espacio cuando no se utilice. Sin duda, toda la comodidad posible para los alumnos que pasan cinco horas diarias en el aula. Eso sí, según la edad de los estudiantes, sus pretensiones y gustos varían. Así, mientras que los de sexto de Primaria consideran necesario que el pupitre tenga más espacio para guardar el ordenador, los más pequeños quieren que sus pupitres sean de colores y formas diferentes.

Satisfecho por el resultado de la iniciativa, el gerente de Surgenia, Manuel Guillén, destaca la necesidad de cambiar el mobiliario escolar, que apenas ha evolucionado en los últimos 30 años. El director del colegio Condesa de las Quemadas, Francisco García, comparte esta opinión e incide en la necesidad de que las aulas sean "lugares cómodos".

Los dibujos presentados han sido resumidos por dos estudiantes de Diseño y Arquitectura, que han recogido algunas de las múltiples ideas de los niños y han modelado un diseño tridimensional. La propuesta está bien clara de lo que debe ser el pupitre ideal. La silla tiene un espacio debajo del asiento para guardar la mochila y las superficies son de material blando, aunque resistente. Según la información facilitada por Surgenia, incorpora también pequeñas ruedas con frenos y el respaldo se puede quitar para transformarla en un taburete. La mesa, por su parte, tiene bordes de goma, laterales de imán, un lapicero y una pequeña pizarra. Además dispone de rejillas para guardar los libros y el ordenador y está fabricada en materiales residentes. Esta primera idea, junto a las conclusiones de los talleres de creatividad, servirán para la fase final del proyecto. En dicha fase, los estudiantes de diseño de la Universidad de Extremadura incorporarán criterios de diseño y ergonomía a las ideas de los escolares para reinterpretarlas y plantear posibles mesas y pupitres adaptados a la nueva realidad de la escuela.

"Contar con el usuario a la hora de diseñar un producto es fundamental", apunta Guillén, quien considera que "para una empresa sería muy rentable llevar a cabo el prototipo".