Hay un opinión extendida desde hace lustros de que la fuerza del PSOE en Andalucía está en las zonas rurales, aunque el panorama político ha ido cambiando esa tendencia poco a poco. Con los datos del pasado domingo se constata que, efectivamente, son los municipios de Córdoba los que sustentan una vez tras otra la fortaleza de los socialistas en todo el territorio. Así, si se analiza el resultado de los comicios generales y se dejan al margen los datos de la capital, se observa que el dominio del PSOE está muy por encima del resto de partidos.

La candidatura encabezada por Luis Planas obtuvo hace dos días 99.470 sufragios en los 76 municipios del territorio –excluida Córdoba ciudad–, lo que supone el 68% de todas las papeletas asignadas a los socialistas. Ese porcentaje es muy similar al logrado en el mes de abril (68,9%), si bien es verdad que el PSOE ha perdido en los pueblos 12.887 votos en apenas seis meses, una pérdida que ha sido clave para el partido de Pedro Sánchez no lograra el ansiado tercer diputado (obtiene dos).

En cuanto al PP, sube considerablemente en la capital, pero no tanto en la provincia. Así, la lista de Andrés Lorite consiguió en el ámbito rural 53.133 sufragios, el 53,2% del voto popular en la circunscripción, lo que supone 3.447 papeletas más que el 28 de abril. Nos obstante, este apoyo, junto con el de la capital, ha permitido al partido de Pablo Casado tener dos diputados por Córdoba.

Y si el PP no ha aumentado más su presencia en los municipios ha sido claramente por el efecto Vox. Los de Abascal son la tercera fuerza provincial y se han llevado de las comarcas cordobesas 44.966 votos, 17.161 más que hace seis meses. Su crecimiento ha sido espectacular, hasta el punto de que ha sido la lista más votada en la segunda ciudad más poblada de la provincia, como es Lucena, mientras que en Puente Genil tiene el segundo puesto. Vox sube prácticamente en todos los municipios, con especial incidencia en las ciudades medias. El 54,7% de las papeletas de Vox proceden de los municipios, aunque repite con un diputado en Cortes, José Ramírez.

En cuanto a Unidas Podemos, la llamada Campiña Roja sigue asegurándole un escaño por la provincia, si bien va menguando en cada convocatoria el número de votos. El domingo consiguieron 35.125 sufragios, 3.733 menos que en las generales de abril, lo que significa que el 50,1% de sus votos los consigue en los pueblos. Eso ha permitido que Martina Velarde mantenga un puesto en la Cámara Baja.

Pero la formación que más votos ha perdido en la provincia –al margen de la capital– es Ciudadanos. Los del ya dimitido Albert Rivera recibieron 19.084 votos, lo que supone 24.372 menos que hace medio año. Lo que sí se mantiene entre los naranjas es que casi el 53% de todas las papeletas logradas el domingo son de los municipios. Esta debacle ha supuesto que Cs pierda el diputado que tenía por la provincia y que hasta ahora ocupaba Marcial Gómez.

En cuanto a la Cámara Alta, Córdoba aporta cuatro senadores, de los que tres corresponden al PSOE (María de los Ángeles Luna, Alfonso Muñoz y María Jesús Serrano) y uno al PP (Fernando Priego). Como anécdota de la jornada electoral queda que en la votación al Senado –qué es nominal– Luna ha recibido 146.986 votos, 820 más que las papeletas del PSOE al Congreso de los Diputadas y que ha encabezado el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas.