Lo prometido es duda
Las diez iniciativas de ciudad más importantes que han sido abducidas por la gestión política
Los proyectos grandes tienen mala fama en Córdoba. Y con toda la razón. Los cordobeses se han acostumbrado a iniciativas rimbombantes, algunas con nombre ilustre, pensadas para ser cinceladas en letras doradas sobre fondos de mármol. Cada vecino, en función de sus necesidades diarias, puede realizar el top ten de los incumplimientos oficiales. Pero están las grandes iniciativas, esas que aparecen en titulares, las llamadas de interés general que quedan en el olvido sin que nadie tenga muy claro por qué. Esta es la NBA de los proyectos que quedan abducidos, en algún cajón oficial, muertos de risa.
! El Palacio del Sur
El centro de congresos de Córdoba constituye, probablemente, el caso más fácil de explicar dentro de los proyectos pendientes. No hay un euro para llevarlo a cabo. Ni lo hay ahora, ni lo hubo nunca. Que exista un acuerdo en un futuro para sacarlo adelante es lo que deja un margen para la esperanza.
Comenzó su andadura en la etapa de Herminio Trigo y Manuel Pérez en la Alcaldía. Ambos políticos optaron por reservar una gran parcela en Miraflores dentro del llamado Plan Especial del Río. Después llegó Rafael Merino, del PP, quien optó por llamarlo Centro de las Culturas y darle un matiz de espacio para la divulgación de la historia de la ciudad. Lo hizo bajo los auspicios de José Miguel Salinas, entonces director del Plan Estratégico de Córdoba.
Rosa Aguilar lo convirtió en espacio de congresos y José Mellado le puso nombre y arquitecto, Rem Koolhaas. El resto es bien conocido. Se eligió el proyecto menos cómodo (había que reformar el PGOU) y al diseñador menos cómodo. Ferrovial llegó prometiendo más de lo que estaba dispuesto a invertir. Y para colmo, la crisis hizo bajar el pie a tierra. No había financiación externa posible.
Ahora está en proceso de reforma. Será el cuarto proyecto que se esboza. Pero sigue sin haber dinero. El Ayuntamiento confía en poder llenar la gorra entre las distintas administraciones. El momento presupuestario lo tiene en contra. Todas las capitales andaluzas, salvo Córdoba y Almería, disponen de espacios nuevos o remodelados para sus congresos.
$ Recinto ferial
El proyecto del recinto ferial ha sido fruto de una abducción de película de OVNIS. De ser una iniaciativa estratégica para la ciudad, se ha convertido en un proyecto fantasma, perfectamente archivado en un cajón. Córdoba dispone de un antiguo recinto para ferias, Ifeco, totalmente obsoleto. Bajo el mandato del primer cogobierno, se decidió aprovechar la urbanización de Levante -aún pendiente- para reservar suelos junto al campus de Rabanales y el parque tecnológico Rabanales 21.
Hay que precisar que aquí quien se ha columpiado es la Junta. En su momento, la Alcaldía y el Gobierno central presionaron para que el recinto ferial de la ciudad se levantara en el Parque Joyero. Fue el PSOE quien quiso Levante, en parte por tener un proyecto con sello propio, en parte por animar esa zona de la ciudad, en medio de una tormenta de intereses.
Fue la Junta quien financió la redacción del proyecto (60 millones de euros de presupuesto inicial) y quien se comprometió en público a licitarlo. IU nunca quiso esa idea, dispuesta a apostar por el recinto joyero (se levantó como centro sociocultural Miguel Castillejo). Al final, declinó presentar batalla a costa de poner una condición: el Ayuntamiento sólo pondría suelo, y no dinero, por la obra.
La salida del PSOE del gobierno de la ciudad en 2003 y los problemas del Palacio del Sur le dieron la puntilla al proyecto. La Junta se olía que iba a tener que acabar pagando el centro de congresos y no quería verse envuelta en dos inversiones a la vez. El actual vicepresidente del Gobierno andaluz, José Antonio Griñán, le dio la puntilla. No estaba interesado en construirlo.
En vez de cortar por lo sano, se empezó a marear la perdiz. Que si era caro (los arquitectos lo remodelaron gratis hasta 35 millones), que si había que establecer un marco claro de gestión. La Junta y Cajasur llegaron a impulsar una línea de trabajo: modificar el pabellón sociocultural, que le quemaba en las manos a la entidad financiera.
La tesis de la alcaldesa es que no se ha olvidado del proyecto sino que está modulando los tiempos. Que primero cerrará el Palacio del Sur para después apostar por nuevos caminos.
% La 'joroba' de Asland
Esa maravilla de la ingeniería que es la joroba de Asland tiene visos de perdurar si nadie lo remedia. Al Gobierno se le olvida presupuesto tras presupuesto que el tremendo viaducto se hizo con vocación provisional para no parar las obras del AVE de cara a 1992. Desde entonces, ahí quedó. Hasta hace nada, ni siquiera era una carretera (era competencia de la Dirección General de Ferrocarriles) puesto que Fomento no quería saber nada de una vía nacional (la N-432) que incumple todos los parámetros básicos de seguridad.
Urbanismo ha calculado en unos 16 millones de euros el coste de la reforma, una actuación que obligaría a soterrar la carretera bajo las vías del ferrocarril. Se trata de una obra complicada puesto que no es posible paralizar el tráfico de ferrocarriles en ese tramo. Fomento llegó a disponer un millón de euros para el estudio, dinero que ha vuelto a desaparecer al no haberse realizado ni siquiera el encargo del proyecto técnico.
La razón está clara. En 2006, en un ataque de sinceridad, el actual subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, dijo que la obra no era una prioridad para el Estado. Es más, el PSOE promovió en su momento que el Ayuntamiento se hiciera cargo de la obra de forma directa, aceptando un convenio de colaboración con el Gobierno. El Consistorio no se niega a participar pero no quiere ni oír hablar de pagar el grueso de la actuación. Políticamente, sería darse un tiro en el pie.
Q El encauzamiento del río
Forma parte de esos proyectos que estuvieron en boca de toda la ciudad. El Guadalquivir se iba a encauzar al fin, bajo las protestas de determinados grupos conservacionistas. Una fría mañana de 2000, la entonces recién llegada alcaldesa y la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, daban la primera paletada a las obras. 10.000 millones de pesetas de los de entonces a cargo, sobre todo, de la financiación europea.
Esa parte de la obra se encuentra ya terminada, pero es solo un tercio del proyecto original. Por razones puramente electorales (se contaba con iniciar el proyecto antes, en 1999), el PP optó por ejecutar el tramo central, el más visible. Se dejó para mejor ocasión el tramo de aguas arriba del puente del Arenal, que debería reportar cerca de 35 millones de euros en inversión directa..
La salida del PP del Gobierno central y las nuevas necesidades de infraestructuras dejaron para mejor momento el resto de los tramos. El resultado es que Córdoba tiene perfectamente encauzado el río toda la ciudad pero no antes ni después. Es como si una casa tuviera unos tabiques macizos, perfectos y bien colocados sobre unos cimientos de ceniza y bajo un techo de paja.
La dejación sobre este proyecto no ha evitado que se hagan actuaciones menores, necesarias pero mucho más baratas como el encauzamiento de determinados arroyos. No hay que tomar en broma esta inversión. En su momento, el Plan del Río pivotaba sobre la necesidad de calmar la relación hídrica entre la ciudad y el Guadalquivir. Córdoba tiene una vieja relación de desgracias con el cauce. El proyecto que queda por ejecutar ha pasado la información pública y se encuentra en su tramitación de impacto medioambinetal.
Para el recuerdo queda aquel proyecto de una escultura bajo el agua en la zona del azud de Martos. Los ecologistas no quieren ahora que se haga ese proyecto, pero en su día se planteó colocar una de las ciudades sumergidas que diseñaba Miquel Navarro, un escultor afamado. El Ayuntamiento propuso el proyecto y Jaume Matas, entonces ministro de Medio Ambiente, se lo compró. Se dice que Matas y el escultor tenían una gran amistad. La Confederación acabó por vetar el proyecto por el riesgo que entrañaba en el cauce.
W El Parque de Levante
Si la Asomadilla tardó 20 años en ejecutarse, el Parque de Levante no le irá a la zaga. Para quien no se ubique, se trata de la zona verde que existirá en los terrenos ubicados a la espalda de Fátima. Si alguna vez se llega a realizar, será la zona verde más grande de Córdoba. Al menos, en dos ocasiones se ha anunciado su inmediata puesta en marcha por su vertiente menor, la que linda con el Molino del Ciego, junto al arroyo Pedroche. En una de ellas se puso la primera piedra.
Cómo no, el Ayuntamiento dispone de un proyecto definido para este espacio obra de Manuel Ocaña del Valle. Se trataría de 26 hectáreas de suelo salpicadas de montañas artificiales que permitirían cruzar la variante mediante unas pasarelas cubiertas de vegetación. El autor optó por no sembrar césped sino dejar pradera natural que se regeneraría mediante su uso por rebaños de ovejas (en el presupuesto consta el alquiler de los animales y los emolumentos del pastor).
Si no se ha hecho el proyecto conforme estaba establecido, es porque se vinculó a una inversión privada. Esto es, quien quisiera urbanizar los terrenos de la Cerca de Lagartijo tendría que correr con los gastos. El convenio está firmado con Prasa, pero esa empresa ya no es la única propietaria del sector. Además, ahora mismo no existe ninguna intención por meter las máquinas en esa zona. Sería habilitar suelo para unas viviendas que no se venden. Conclusión, el parque de Levante tendrá que esperar tiempos mejores.
E La puerta de Levante / el arreglo de la N-IV
Este es uno de esos proyectos que nadie pide pero un buen día aparece. Surgió cuando se sometió a un concurso de ideas el crecimiento hacia Levante -del que no se ha puesto un ladrillo fuera de Rabanales 21-. La Puerta de Levante consistía en una enorme glorieta que envolvía el actuar Carrefour Zahira, y a la que vertían sus tráficos la Variante Este, la avenida de Carlos III y la antigua N-IV.
No se trataba de una operación viaria. O no sólo. Dentro de la glorieta se generaban casi 50.000 metros cuadrados de superficie comercial, perfectos para ampliar el centro comercial y construir otro al lado. El problema, cómo no, el dinero. El plan es empezar a construirla cuando se desarrolle la junta de compensación de la ciudad de Levante.
El proyecto también optaba por una modificación de la antigua N-IV para convertirla en una ronda urbana. Era la opción perfecta para levantar 4.000 casas pero la más perniciosa para los polígonos industriales de Levante, que dependen de los cuatro carriles de la carretera. El proyecto sigue en suspenso y la N-IV tiene cada vez más tráfico rodado al no haberse construido un enlace directo de la autovía con Las Quemadas, otro clásico.
R El centro del caballo
Una idea repetida mil veces no es unaverdad. Es una idea repetida mil veces. El centro internacional del caballo se ha llegado a convertir en uno de esos tópicos. Córdoba lo necesita. Pero nadie está dispuesto a decir cuánto pone en el empeño. Básicamente, la iniciativa nació hace aproximadamente un lustro. Consiste en reverdecer el histórico pasado ecuestre de la ciudad truncado cuando, en los años 90 y ante el pasotismo generalizado (y el aplauso de los vecinos, molestos por el olor y los rujidos) el Ejército se llevó a Écija las instalaciones del depósito de sementales, hasta entonces en Caballerizas.
El proyecto pasa ahora por convertir el edificio, adquirido por el Ayuntamiento, en unas modernas instalaciones de investigación, exhibición y difusión del caballo. En 2004, se aprobó por unanimidad del Pleno el plan de usos de las Caballerizas Reales. Fundamentalmente, autorizaba la anexión de la Huerta (cedida por la Diputación tras años de espera) para levantar una serie de instalaciones donde realizar espectáculos permanentes. El proyecto tendría que haberse realizado en tres años.
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