El Ayuntamiento de Córdoba, la Delegación Territorial de Salud y la Agrupación de Hermandades y Cofradías han mantenido este viernes la esperadísima reunión para acordar una "vuelta prudente y gradual" de los cultos religiosos a la vía pública o, en otras palabras, de las procesiones.

En dicho encuentro se ha establecido un protocolo de actuación que acoge las nuevas medidas oportunas para poner en marcha la vuelta de las procesiones en Córdoba.

En primer lugar, estas actuaciones apelan a un cambio en el recorrido de los itinerarios de las hermandades cordobesas, para poder así desplazarse por calles y avenidas anchas de la ciudad, evitando zonas estrechas que den pie a aglomeraciones de público. 

Otros de estos cambios más significativos será la supresión de la figura de los costaleros por mecanismos a motor o parihuelas, además de cumplir la normativa sanitaria vigente que indica el BOJA respecto a las bandas de musicales de tambores y trompetas.

El resto de medidas obligatorias, como la distancia de seguridad, también será de obligado cumplimiento, tanto para el cortejo procesional como para el público que asista a las calles.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha querido recalcar que es una medida "gradual y transitoria", por lo que será revisada cada mes o cuando se produzcan cambios circunstanciales en el nivel de alerta o así lo establezca la Junta de Andalucía  en su normativa satinara.

Estas medidas están sujetas a cambio y, como objetivo último, "es recuperar la normalidad absoluta de los cultos en la calle". "Este es un primer paso, uno importante", ha señalado el alcalde tras concluir con un agradecimiento a los cofrades cordobeses.