Los primeros pasos de la 'gastrorruta'

La 'Gastronight' acerca las joyas culinarias de la provincia a los paladares de cordobeses y turistas La noche del viernes reúne a cientos de personas en torno a los bares.

Los primeros pasos de la 'gastrorruta'
Los primeros pasos de la 'gastrorruta'
I. Contreras / Córdoba

13 de septiembre 2014 - 09:12

Nada de calles, barrios ni distritos. Sobre el mapa cordobés se trazaron anoche nuevas líneas para dividir la ciudad en zonas bautizadas con los nombres de las Denominaciones de Origen de la provincia. En torno a las zonas renombradas como Baena, Priego de Córdoba, Montilla-Moriles, Lucena, Montoro-Adamuz y Los Pedroches, repartidas por toda la geografía de la ciudad, discurrieron turistas y vecinos, grupos de jóvenes y familias, en una suerte de peregrinación gastronómica que les llevó a degustar las más diversas recetas realizadas con productos de Denominación de Origen.

El pistoletazo de salida a esta gastrorruta tuvo lugar en la Plaza de las Tendillas, con una inauguración a la que le siguieron las presentaciones de marcas como Cruzcampo, Covap y Schweppes. Tras toda esta oficialidad, animada por el discurso del periodista Ramón Medina, la primera nota de color la puso una actividad que midió las destrezas de cortadores de jamón profesionales y aficionados: armados de cuchillo jamonero, los participantes jugaron a una versión adaptada de El Precio Justo calculando el peso de las lonchas que cortaban. Al fin de este espacio de dispersión tuvo lugar una cata de aceite de oliva de distintos puntos de la provincia y, posteriormente, una recepción con coctails de la D.O.P. Montilla-Moriles. Una actuación musical puso fin a la presentación del acto, en la que la céntrica plaza de la ciudad no se vio precisamente en sus mejores días de abarrotamiento. Las que sí reclamaron la atención de los viandantes fueron las carpas dispuestas alrededor de la misma, en las que se ofrecían degustaciones de los distintos productos de cada Denominación de Origen, con especial protagonismo del aceite de oliva.

Acabada esta fiesta, llegó el momento de lanzarse a ver lo que los casi 200 establecimientos participantes habían preparado para la ocasión -aunque algunos optaron por saltarse las oficialidades y acudieron directamente a los bares sin aparecer por las Tendillas. Las terrazas del centro se llenaron de grupos de personas que disfrutaban de sus bebidas y tapas. Eso sí, en la agradable noche de viernes que ofreció la ciudad, tanto en los bares participantes en la Gastronight como en aquellos que se mantuvieron al margen del evento costaba ayer encontrar una mesa libre.

Por supuesto, no toda la noche consistió en comer y beber. Algunos de los locales complementaron la velada con actuaciones como la de Juanito Makandé en el Mercado Victoria, en el que más de uno se topó con la Gastronight por sorpresa. También el restaurante Puerta Sevilla contó con momentos de dinamización musical a cargo del guitarrista Alberto Lucena y el cantaor Mariano Romero. En La Tortuga, por su parte, un DJ se encargó de amenizar la noche.

El mayor o menor éxito de la Gastronight dependió también de la estrategia tomada por cada establecimiento a la hora de servir de escaparate de sus productos. Así, mientras que algunos mostraban sutilmente su oferta gastronómica en menús al uso, otros, como La Caña de España, sacaban un mostrador a la calle sobre el que disponían suculentas tapas de queso de cabra de Zuheros con gelatina de Pedro Ximénez. Ante tal panorama, todo el que pasaba se veía en la obligación, por lo menos, de pararse a preguntar.

Sin embargo, el ambiente general anoche se pareció al de cualquier otro viernes ambientado y algunos de los ciudadanos que se lanzaron ayer a los bares ni siquiera habían escuchado hablar del evento. "¿Gastroqué? No sé, yo he venido a ver el fútbol", contaba un joven mientras tomaba asiento en un bar del centro. Otros, en cambio, sí que acudieron a algunos de los 199 bares participantes en el evento "para ver de qué iba la cosa", tal y como expresaba anoche una pareja en la terraza de un restaurante de la Plaza de San Miguel. Por su parte, un grupo de jóvenes que acababa de "darse una vuelta" por la ruta Lucena -correspondiente a la Avenida Barcelona y alrededores de Las Tendillas- y se disponía a visitar la ruta de Los Pedroches -ubicada en el entorno de Gran Capitán- apuntaba, como recomendación de cara a futuras ediciones, que se establecieran "precios más económicos u ofertas" en lugar de "vender lo de siempre pero más caro y con otro nombre".

Según el teniente de alcalde, Rafael Navas -que habló en sustitución del alcalde, quien no hizo acto de presencia-, habrá que irse acostumbrando al término Gastronight, ya que este evento gastronómico ha sido impulsado "con vocación de continuidad". La iniciativa ha surgido con el objetivo de revitalizar la hostelería cordobesa y en esta labor los turistas tienen un papel fundamental, ya que serán los encargados de narrar más allá de nuestras fronteras las maravillas degustadas en Córdoba. Por mucha estrategia comercial que se trate de idear, no hay mejor herramienta de márketing que el boca a boca ni embajador más efectivo que un paladar satisfecho. Y a juzgar por sus caras, los foráneos que merodeaban anoche por las carpas intaladas en la Plaza de las Tendillas -japoneses y alemanes en su gran mayoría- se fueron satisfechos tras catar los productos de la provincia, aunque a alguno hubo que explicarle que, aunque se comercialice en botellas, el aceite de oliva no está pensado para beberlo a morro. Habrá que esperar a la próxima Gastronight para descubrir si los platos degustados ayer en distintos locales hosteleros también cumplieron este objetivo.

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