Cruz Conde, 12

Entre la teoría y la práctica

  • Los presupuestos municipales, que ya se tramitan, recuperan proyectos y fijan cuestiones pendientes, pero más que prometer ahora se trata de dar cuenta de lo cumplido

La alcaldesa, Isabel Ambrosio, durante la presentación de los presupuestos.

La alcaldesa, Isabel Ambrosio, durante la presentación de los presupuestos. / Juan Ayala

Pues  tras la foto de la semana pasada, ya se están tramitando los presupuestos del Ayuntamiento para este año. El documento siempre es una maraña de información en la que cuesta ver las partidas y proyectos que se quieren reflejar, a lo que se suma la falta de información que se ofrece desde el gobierno municipal. La oposición, de hecho, se ha quejado de no tener acceso a los datos. Sí que los tenía, igual que los medios de comunicación, pero es complicado pasar varias horas buceando entre los miles de folios y anexos del anteproyecto que ya se tramita.

La realidad es que el documento incluye proyectos que se arrancan desde el inicio del mandato o incluso desde antes, como es el caso de la reforma del recinto ferial o la remodelación del Archivo. Pero también es de agradecer que se hayan incorporado asuntos de los que se hablaba mucho pero se hacía poco. Mucho se ha criticado aquí, por ejemplo, que el famoso plan transversal de género hubiera quedado solo en un eslogan y no hubiéramos sabido nada de él. En estas cuentas habrá una partida de 100.000 euros para un plan que sigue siendo necesario, quizá ahora más que nunca cuando lo más elemental se pone en entredicho.

También aparece, por fin, una cuantía de 77.000 euros para el Plan Integral de Palmeras. Es admirable el trabajo que han realizado los vecinos de esta zona de la ciudad para ser escuchados. A muchas puertas de Capitulares han llamado y en más de un Pleno han expuesto su situación hasta el punto de elaborar ellos su propio plan, que ahora ya cuenta con dotación económica.

El plan de Ciudad Jardín, una idea que se inició el anterior mandato y que ha ido rebajando sus pretensiones hasta quedar en un plan de aparcamiento tiene igualmente su reflejo en las cuentas municipales del Ayuntamiento.

También una partida, muy discreta, eso sí, para el intentar recuperar el proyecto de un edificio cultural en Miraflores. Son 11.000 euros que a buen seguro se usarán desde el gobierno municipal para reivindicar que su intención está ahí y para pedir a la Junta de Andalucía que invierta, ahora que manda el PP.

El documento de presupuestos deja otros datos como el informe del Órgano de Planificación Presupuestaria advirtiendo de que lo que se proyecta en las cuentas no se ejecuta. Ya no solo por las inversiones que se contabilizan y para las que se piden incluso créditos y no llegan a materializarse, sino porque ni siquiera las previsiones de gasto corriente se ajustan a la realidad y hay que recurrir a las modificaciones de crédito.

Ya hubo un informe de la Intervención apuntando precisamente a esta situación, el recurrir en exceso a esta fórmula para situaciones que no son sobrevenidas y que deberían poder anticiparse.

La cuestión es que los presupuestos ya han empezado los trámites para que sean aprobados pero, ¿podrán ser ejecutados? Teniendo en cuenta los ritmos de ejecución de años anteriores y que las cuentas no estarán en vigor, como muy pronto, a mediados de abril, con unas elecciones de por medio y una nueva toma de posesión, resulta complicado.

Por mucho que se hayan querido incluir propuestas políticas en estas cuentas y escenificar unidad y estabilidad en un panorama político de crispación, lo que toca ahora es rendir cuentas a los ciudadanos –unos y otros– de lo que se ha hecho, no tanto de prometer. Que una cosa es la teoría y otra la práctica.Y en esas habrá que ver cómo se desarrolla la contienda política que tiene antes otro frente abierto, la campaña de las generales.

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