Entrevista a José María Bellido

"Soy pragmático y me gustaría alcanzar acuerdos con el PSOE"

José María Bellido, durante la entrevista.

José María Bellido, durante la entrevista. / Juan Ayala

-¿Y su pacto con Ciudadanos? Es una situación nueva para ustedes eso de gobernar en coalición y enfrentamientos, como es lógico, ha habido.

–Si me pregunta por situaciones que yo haya vivido como muy difíciles, le diría que ninguna. Es verdad que esto no es Disney. Hemos tenido criterios distintos alguna vez y lo hemos resuelto bastante rápido. También le digo que al principio era más complejo porque todo necesita su rodaje y teníamos que adaptarnos todos. Luego todo ha ido rodando, porque hemos encajado y nos conocemos como personas. Hay algo muy importante, que es que tenemos relación personal más allá de la política, de respeto, y francamente, sobre todo en esta crisis, nos ha unido más. En los momentos difíciles suele pasar o que las cosas estallan o te unes más. Y en este caso ha habido momentos muy difíciles que quiero destacar, como Eva Timoteo en Servicios Sociales, y todos nos hemos volcado desde el PP, igual que ellos desde Ciudadanos se han volcado con Eva Contador en el área de Solidaridad. Este gobierno goza de buena salud y hay buen entendimiento entre los dos partidos. Eso es bueno para la ciudad y tenemos también apoyos estables en el Pleno, lo que facilita que se adopten decisiones rápidas.

–En un escenario casi imposible, ¿a quién preferiría usted como aliado en el Pleno, al PSOE o Vox?

–Yo soy bastante pragmático. Creo que es deseable los acuerdos entre los grandes partidos y lo he defendido siempre. Me gustaría alcanzar acuerdo con el Partido Socialista y nunca he renegado de ello, pero las circunstancias no lo han hecho posible. Sin embargo, en Vox, que no sé por qué algunos se empeñan en demonizarlo, en esta situación de crisis he encontrado un partido francamente responsable. Aquí hay un acuerdo de gobierno entre PP y Cs y, con Vox, con quien no tenemos firmado nada, ningún acuerdo, hemos podido negociar los presupuestos, plan de choque y otras medidas con una actitud responsable. Como apoyo externo, con Vox estoy agradecido por la actitud que han tenido. Con Vox, en Córdoba, hemos acordado cosas que no son una barbaridad, sino sensatas. Y donde hay desacuerdos, pues no llegamos a nada, porque somos fuerzas distintas.

El regidor, en el Ayuntamiento de Córdoba. El regidor, en el Ayuntamiento de Córdoba.

El regidor, en el Ayuntamiento de Córdoba. / Juan Ayala

–El cambio de rumbo de Cs con el nuevo liderazgo de Arrimadas es claro, con pactos por ejemplo con el PSOE en Madrid o en sitios más cercanos como Puente Genil. ¿Cree que eso derivará en una revisión en algún aspecto del pacto que tienen ustedes con Ciudadanos?

–Yo creo que no. No me voy a meter yo en casa ajena, pero Ciudadanos es un partido que diseña su estrategia política, legítima, que no comparto, pero los acuerdos que tiene firmados son muy sólidos. El ejemplo es el Gobierno andaluz, que se ve desde la distancia la comodidad con la que trabajan consejeros de distintos partidos. Y en Córdoba lo mismo. Igual no llegamos a ese nivel de identificación, pero estamos bien. Tenemos reuniones todas las semanas. Estoy satisfecho de cómo van las cosas y de la responsabilidad que ha asumido Ciudadanos.

–Sobre el plan de choque municipal, ¿lo concibe como algo duradero o de ejecución inmediata?

–No es la nomenclatura que más me gusta lo de plan de choque, pero es algo para el corto plazo. Tiene dos grandes objetivos: el primero que haya trabajo. Y el segundo, que el que no pueda acceder a un empleo no se quede atrás. Hay que adaptarse a lo que nos ha tocado vivir y el fin es el mantenimiento del empleo y de esas empresas, así como ayudar a las reaperturas, proteger el producto local, una reactivación económica y acelerar las inversiones. Sé que hay gente a la que le puede chocar lo de inversiones en ladrillo, como la feria, pero es que cada millón de euros que se emplea en obra pública genera decenas de empleos privados. Si estamos en condiciones de liderar la ciudad en inversiones, tenemos que hacerlas, cosa que por ejemplo no podíamos cuando gobernamos en 2011. Vamos a acelerar esos 80 millones que podemos poner en carga en obra pública. Y luego está la parte social. Vamos a intentar ayudar a que la salida de esta situación sea lo menos dañina posible.

"En Vox he econtrado un partido francamente responsable durante esta crisis sanitaria”

–Y en materia de movilidad, con esa nueva realidad que se presenta, ustedes también han actuado con cambios sustanciales en su política.

–Ahí hemos estado rápidos y hemos sabido reaccionar. No estaba previsto ni mucho menos ese plan de manera tan inmediata. Le cuento el porqué. Afortunadamente, yo estoy en la junta directiva de la FEMP y la reflexión que hemos hecho los alcaldes, sobre todo las 15 ciudades más pobladas de España, sobre la movilidad es compartida y la reacción también lo ha sido, aunque cada uno con sus matices. ¿Qué ocurre? Lo primero que tenemos que recuperar es el transporte público, que es seguro y no va pasar nada ni contagios porque se utilice. Pero ahora mismo, todavía hay miedo. En Aucorsa hablamos de unos 15 millones de viajes al año y un tercio de los mismos están ahora mismo en riesgo. No podemos hacer que esos cinco millones de desplazamientos que están en riesgo vayan al coche. Eso es inasumible. Ni están preparadas las infraestructuras y medioambientalmente sería un desastre en suciedad, atascos y contaminación. Por ello, lo que estamos haciendo todos los ayuntamientos es establecer estos planes de movilidad urbana sostenible que intentan que todos esos movimientos se capilaricen en vehículos de desplazamiento personal, bicicleta, que se priorice a los peatones. Insisto, todo ello con el objetivo de volver al transporte público pronto. No es oportunismo, sino un problema que se pone sobre la mesa al que hemos tenido que reaccionar con experiencias compartidas entre ciudades con distinto signo político, ya sea José Luis Martínez Almeida en Madrid, Ada Colau en Barcelona o Juan Espadas en Sevilla. Todos adaptamos planes con nuestra peculiaridad.

–A ver si resulta que va a ser usted el alcalde más ecologista de Córdoba.

–[Ríe] Le hago dos reflexiones. La salida a la crisis va hacia una economía más verde y sostenible, la llamada economía circular. Eso es evidente y algo que ya venía de antes. Puede que yo haya sido hasta pesado con el tema de la transformación digital, que también está muy ligada a la economía sostenible. Y luego hay una clave local. Está el Plan General de Ordenación Urbana de Córdoba, que por cierto nada tiene que ver conmigo porque yo llevaba calzón corto cuando se aprobó. Es un gran plan, pero en su desarrollo se ha primado hasta ahora la parte de aprovechamiento económico, con mucho suelo urbano, construcción y demás. El objetivo ahora son los equipamientos y zonas verdes incluidas en el plan que no se han desarrollado. El Parque del Canal están previsto desde 1986, igual que el Parque de Levante, y ahí están sin desarrollar. El Patriarca también está pendiente y el anillo verde que preveía el documento también duerme el sueño de los justos. Por eso digo que el PGOU hay que desarrollarlo en ese aspecto, que es el que se ha quedado atrás, porque todo lo demás está en marcha. Y eso lo vamos a hacer en este mandato. No sé si me voy a convertir en el más ecologista, pero se va a hacer.

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