Un portero de discoteca se enfrenta a un año por agredir a un joven

El denunciante asegura que el vigilante le propinó un empujón, lo cogió del cuello y lo golpeó en la boca, lo que provocó que perdiera varias piezas dentales

La supuesta agresión tuvo lugar en el interior de una discoteca.
La supuesta agresión tuvo lugar en el interior de una discoteca.
Ángel Robles

05 de mayo 2009 - 01:00

Un portero que prestaba sus servicios en la discoteca Silos, en el polígono industrial de Chinales, se enfrenta a un año de prisión por un presunto delito de lesiones cometido, supuestamente, al agredir a un joven que intentó acceder a la sala VIP del establecimiento. Los hechos se remontan al 3 de septiembre de 2006. Según el relato de acusación del Ministerio Público, "en el momento en que el cliente se dirigió a él, acercándose al acusado por una escalerilla, éste lo empujó violentamente", lo que motivó que se cayera al suelo y se cortara la mano con el cristal de un vaso.

La víctima no se amilanó y le pidió explicaciones al vigilante, que respondió de manera agresiva. Según el relato del Ministerio Fiscal, "le propinó varios golpes en el rostro y cogiéndolo del cuello, lo arrastró hasta la calle con la ayuda de otros trabajadores de la discoteca". Como consecuencia de la agresión, el denunciante sufrió una herida incisa en la base de la mano y la fractura de cinco piezas dentarias. La víctima y el acusado se encontraron ayer cara a cara en la sala de vistas.

"Se acercó a mí apartando a la gente, se notaba que estaba muy bebido. Intentó subir a la sala VIP, pero tropezó y se cayó boca abajo", relató el procesado, cuya identidad responde a las iniciales J. R. C. G. El portero negó que le propinara un empujón y que, posteriormente, lo cogiera del cuello y lo golpeara en la cabeza para expulsarlo de local. "Le dijimos que se saliera a la calle a curarse. Allí tenemos un botiquín. Pero volvió a caerse cuando pasábamos por la puerta del baño. No lo empujé en ningún momento, al contrario, intenté ayudarlo a salir", alegó el procesado. J. R. C. G. negó, además, que el denunciante tuviera heridas en la boca cuando lo dejó en la puerta del local.

La versión de la víctima fue totalmente contraria. "Le pregunté por un amigo que de vez en cuando trabajaba en esa discoteca y le insistí en que si podía subir a la sala VIP. Él me empujó y me caí. Me rajé la mano izquierda con un tubo. Luego me cogió del cuello y me sacó de la discoteca. Me partió varios dientes", relató la víctima, que aquella misma noche presentó una denuncia en la Comisaría.

La fiscal Consuelo Fidalgo solicitó un año de prisión para el encartado por la "persistencia" y "verosimilitud" de las declaraciones del denunciante. La acusación particular también pidió un año de prisión, mientras que la defensa reclamó la total absolución del portero por las "numerosas contradicciones" presentes en la causa. "Alguno tenía que asumir las culpas de la caída del denunciante", concluyó.

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