"Cuando te pones 'la roja' y oyes el himno sientes escalofríos"

Figura destacada del fútbol español de los años 70, el cordobés Manolín Cuesta se dedica hoy a promocionar y enseñar a los talentos del Séneca

LA vida del cordobés Manolín Cuesta rezuma fútbol y recuerdos futboleros. Jugador del Córdoba y del Español, llegó a estar convocado con la selección española absoluta, aunque no llegó a debutar. Memoria del deporte cordobés, mantiene un discurso crítico con la gestión del Córdoba CF, al que no augura un pronto regreso a Primera salvo que haya un cambio en la dinámica actual de emprender un nuevo proyecto cada verano.

-Estoy hablando con alguien que defendió a la roja en sus tiempos.

-Esta foto que tengo detrás mía con la camiseta de la selección es del 71/72, cuando subimos a primera y jugué en la sub 19, en Salamanca, contra Polonia, y marqué dos goles. Fuimos cuatro de Córdoba: Varo, Crispi, Verdugo y yo. Fuimos en el Mini de Crispi hasta Madrid. Luego jugamos la vuelta en Polonia y ganamos 0-1. Allí oí por primera vez el himno nacional fuera de España, que eso es impresionante. Oírlo fuera de tu país con la camiseta roja puesta es indescriptible. Cuando dicen algunos eso de que son catalanes y no sienten España, una mierda; cuando te pones la roja te entran unos escalofríos... los sentimientos no cambian. Jugando en el Español, la absoluta me convocó contra Dinamarca. Las cosas del fútbol, estuve calentando y no salí. Luego se fue Kubala, que era el que contaba conmigo, y no entré más en los planes.

-Ese mismo año, con el Español, le hizo una manita al Barça con dos goles suyos.

-Un 5 a 2. Ese año metí 12 goles en Primera, tenía una media de diez a 12 por temporada. Hoy día quién mete esos goles en Primera está muy cotizado.

-¿Desde cuándo su vida gira en torno al fútbol?

-Desde que mi padre sacó el Séneca, que tenía yo 11 años, en 1963. Somos un equipo de cantera, con juveniles División de Honor y ahora un equipo femenino en la Segunda Nacional. Cuando surgió el Séneca CF había un equipo senior, pero cuando los pueblos empezaron a pagar dinero a los futbolistas, el senior dejó de tener sentido porque nosotros no pagamos a nadie y cuando eres un equipo ganador jugar con gente mayor o que no da la talla no nos conviene, por eso quitamos los senior. Hace 12 ó 13 años lo volvimos a sacar y cuando subimos a la Andaluza todos nuestros jugadores querían cobrar y como somos un equipo modesto y no podemos pagar decidimos retirar el equipo.

-¿Va a ser ésa la causa del endeudamiento de los pueblos?

-Claro. Es que en los pueblos los equipos tienen ayudas del ayuntamiento y nosotros, los de Córdoba, no tenemos ayuda ninguna.

-Supongo que a excepción del Córdoba CF.

-El Córdoba CF ha jugado con el dinero ajeno. Ahora, que el dinero está más controlado, es privado y se mira más por él; está custodiado por la Justicia.

-¿Quiere decir que durante mucho tiempo ha sido un despilfarro público?

-Pues sí. El Córdoba ha estado tirando con pólvora ajena.

-¿En tantos años que lleva en el mundo del fútbol, Mourinho tiene algo que enseñarle, aparte de a meter el dedo en el ojo ajeno?

-El fútbol y los entrenadores, como todo, va evolucionando. Yo veo que Mourinho, como entrenador, es un pedazo de entrenador, pero es muy listo y cuando le interesa, por ejemplo el otro día, es capaz de ocultar el triunfo del Barcelona montando una estrategia en la que ha hecho algo para que se hablara de él y no de la victoria del Barcelona. Los medios de comunicación están entrando en la dinámica que él quiere; ahora, como entrenador es único; ahí tienes, cuando se vino de Italia sus jugadores lloraban, y tú sabes que un jugador no quiere ni a su padre ni a su madre. Eso es porque lo quieren y lo valoran en el vestuario.

-Volviendo al dedo en el ojo... ¿En sus años de futbolista habrá visto cosas por el estilo?

-Lo que pasa es que antes no había televisiones. Yo te puedo decir que a mí me tuvieron que dar nueve puntos en la lengua por un codazo de Iglesias, jugando yo en el Córdoba y él en el Betis. Antes había un cámara y no podía estar atento a todo. En Indonesia me pegaron un puñetazo y me tiraron un diente. Antes era peor porque los árbitros eran supercaseros y no te protegían. Yo cada vez que iba a Tenerife me machacaban porque como era goleador. En los córners te daban lo más grande. Ahora el defensa sabe que hay muchas cámaras y antes había más juego sucio que ahora.

-¿Qué hacía en Indonesia?

-Con el Español, una gira por Indonesia, Tailandia, Hong Kong, Filipinas...

-Visto así el fútbol, pocos valores positivos pueden enseñar a los niños.

-Los niños lo cogen todo. De esta semana sólo hablaban de la tangana, nada del golazo de Messi, de los tiros de Ronaldo, porque la televisión se ha ocupado más de poner la parte negativa y por eso los chiquillos cogen la parte negativa. Aquí intentamos jugar al fútbol, que los chiquillos aprendan lo más posible y, sobre todo, ganar, porque el fútbol es de puros ganadores. El futbolista que no vaya con la idea de ganar no sirve. En la vida todo es prosperar para ganar, en el fútbol y en el trabajo.

-¿Cuántos niños tienen?

-Tenemos 15 equipos federados, es decir unos 250 niños, además de 80 a 100 niños en la escuela. Tenemos en todas las categorías inferiores, desde prebenjamines hasta juveniles en División de Honor, con tres equipos por categoría.

-¿Y niñas?

-El fútbol femenino está muy mal estructurado. No hay cantera en Córdoba porque faltan equipos de niñas, por eso hasta la edad de infantil de último año pueden jugar mezclados. Ahora mismo tenemos tres niñas en el equipo. El problema del femenino es que niñas cadetes de primer año juegan con mujeres de 30 años. Nosotros el primer año que hemos sacado equipo exclusivamente femenino lo hemos conseguido todo, campeón de liga, de copa y ascenso a la segunda categoría nacional, pero el fútbol femenino no tiene futuro porque no tiene cantera.

-Pero sí tienen cada vez más madres chillándole a los árbitros.

-Eso siempre ha existido, pero el fútbol base se tiene que basar en los padres, porque la Federación nos ha metido en una dinámica de gastos y desplazamientos a pueblos que tú no puedes sostener. Llevar niños de prebenjamín a Priego, por ejemplo, y los de Priego aquí, es un problema porque no puedes llevarlos en autobús, tiene que ir en los coches de sus padres, en su sillita; si no nos basáramos en los padres no podría salir adelante un equipo modesto. Lo que pasa es que algunos padres no saben comportarse.

-¿Hay padres que traen a los niños como inversión más que como diversión?

-Su primera impresión es que hagan deporte, que se relacionen... pero cuando empiezan a destacar ya se creen, aunque sean alevines, que van a vivir sus niños del fútbol. Por experiencia muchos que en alevines son monstruos no llegan a nada y, sin embargo, otros que van pasito a pasito, sí llegan. Los padres se creen que a los 14 años su niño los va a quitar de trabajar, ya les buscan representante, o el mismo padre actúa como tal, y yo tengo aquí muchos problemas con padres que han estropeado a muchos niños. Hay niños que enseguida hinchan el pecho.

-¿Es la cultura del pelotazo?

-Hoy en día, un niño con 14 años tiene a su representante porque los padres creen que un niño con representante ya es futbolista.

-Usted fue al fin y al cabo un emigrante andaluz en la Cataluña de los 70. ¿Creían que íbamos todavía con sombrero cordobés y traje corto por la calle?

-Sí. Cuando yo llegué Cataluña a los andaluces se nos miraba por encima del hombro. Lo que pasa es que los que éramos futbolistas estábamos bien mirados, pero yo vi allí gente de Córdoba que lo pasó muy mal allí; tanto Verdugo como yo le teníamos que ayudar a muchos cordobeses que no les salían bien las cosas y venían a pedirnos ayuda. Tuvimos que pagar muchos billetes de avión para que volvieran a su casa porque no les quedaba nada, y tuvimos que pagar noches de hotel a cordobeses para que pudieran dormir bajo techo mientras encontraban un trabajo.

-Vuelve a Córdoba en 1980 y consigue ascender a Segunda. ¿La Segunda División es lo máximo a lo que puede aspirar esta ciudad?

-El Córdoba tuvo una época de ocho años en Primera y no le dio importancia. Cuando nosotros ascendimos a Primera éramos 16 cordobeses de los 20 jugadores. Córdoba tiene ahora mismo lo que se merece. Lo bueno es que tiene una afición muy joven. Si Córdoba consigue meterse en Primera hay una afición importantísima, que nunca vio al Córdoba en Primera. Pero hoy en día, como el Córdoba estructura sus temporadas, con 14 ó 15 fichajes cada verano, nunca estará en la elite de Primera.

-Desde el Séneca CF exportan jugadores a toda España. ¿Por qué no al Córdoba?

-Últimamente, hasta los jugadores de la cantera del Córdoba se están yendo de allí porque el jugador ve imposible llegar a la elite del fútbol en el Córdoba. Este año parece que están apostando un poquito más por la cantera, pero es imposible triunfar en el Córdoba. Antes, para llegar a un equipo bueno tenías que pasar por el Córdoba y de allí te traspasaban. Hoy eso no ocurre. En el fútbol base todo es dinero. Se necesitan profesionales que nosotros no podemos pagarnos. Hay que ir con el dinero por delante y al fútbol base nadie le da un duro. Ya se está poniendo de moda que hasta estos entrenadores nuevos, que empiezan, quieren cobrar; por supuesto, yo no le pago ni un duro a nadie. Un equipo como el nuestro, con tantos equipos, si tenemos que pagar a los entrenadores son 20.000 euros al mes. ¿De dónde sacamos ese dinero? Por eso, cuando el Córdoba quiere un jugador del Séneca, o del Don Bosco o del Deportivo, tiene que pagarlo. Ellos tienen fútbol base y saben lo que cuesta eso. Si quieren un jugador debe de existir un diálogo, lo que no puede ser es que le interese un jugador y se lo lleven sin más.

-¿Y la relación con el nuevo propietario?

-El problema es que en el Córdoba hay gente que se preocupa de hablarle mal de mí a todo el que viene al club, diciéndole que yo soy anticordobesista. Al presidente ya le han hablado mal de mí. Y lo peor es que son personas inteligentes, y por eso no se deberían fiar de lo que le dicen los demás; deberían conocer a la persona y después juzgarme y sacar su opinión. Yo lo único que miro es por mis intereses, porque en el fútbol no hay colores. Yo soy tan cordobesista como todos los que están ahí cobrando; y yo no cobro nada de ellos. Una cosa es ser cordobesista y otra es ser gilipollas. Me encantaría que en la plantilla del Córdoba hubiese un montón de jugadores que han pasado por el Séneca, pero con diálogo. Los negocios son cosa de dos, no puede ser que uno gane dinero y otro nada. Esto es como un terreno desierto, que aro, riego, siembro y cuando echa frutos se lo llevan.

-Dentro del campo se puede ver qué tipo de persona es cada uno. ¿Son los porteros hombres solitarios?

-No cabe duda de que en el fútbol el puesto más jodido es el portero, tiene una competitividad con otros dos porteros más y o juega de primero o no juega, y después no es partícipe de las alegrías dentro del campo y cuando encaja un gol el culpable parece él. Yo tuve un compañero que nos decía: este domingo vais vosotros a recoger el balón de la red que yo ya he cogido bastantes. Los jugadores, más o menos, tienen el mismo carácter en la vida y en el campo, y ese lugar ocupan.

-¿Alguna vez se sintió solo en el césped?

-Solamente cuando era sustituido me sentía solo. Hoy día te quita el entrenador cuando lo estás haciendo bien porque se necesita un cambio de sistema. Antes no, te cambiaban porque estabas jugando mal, por eso cuando yo veía que me iban a cambiar procuraba estar lo más cerca posible de la caseta para salir corriendo y meterme rápido porque venir desde la otra esquina televisándote un partido... Ahí me veía solo en el campo.

-Millones, millones, ¿no hay crisis en el fútbol?

-Los equipos deben mucho. Lo que pasa es que en el fútbol llegan grandes ingresos. Antes daban cuatro millones por televisar y los clubs estaban locos porque les televisaran. Había gente que te vendía un banderín con tu cara y tú no cogías nada; en los cromos, por ejemplo, todo el mundo conocía a Manolín Cuesta porque tenía muchas letras pero yo nunca cogí un duro. Mientras en los clubs no se imponga que quien haga un presupuesto de x millones presente un aval de x millones, seguirán debiendo dinero; sobre todo, de Segunda para abajo.

-Aunque no todos los futbolistas son estrellas, tenemos huelga de millonarios, qué cosas.

-En la primera huelga de la AFE estuve yo presente, era el 74 ó 75; nos reunimos en Madrid, y allí empezó a funcionar la AFE. Antes los clubs jugaban con nosotros con lo que se llamaba el derecho de retención, que consistía en que si un año cobrabas 100.000 pesetas, al año siguiente con pagarte 110.000 ya podían ejercer el derecho de retención. De los traspasos tampoco te daban un duro. Antes el futbolista estaba totalmente desprotegido. En la primer huelga jugábamos Español-Real Sociedad, y se presentaron Arconada y compañía en nuestra caseta y nos dijeron: "El que tenga cojones que venga esta tarde a jugar". Y no nos presentamos a jugar. Pedíamos derechos de imagen, asegurarnos los pagos, derechos en los traspasos.

-¿Hay demasiados minutos de fútbol en los telediarios?

-Sí, no sólo en el telediario, en general. Hoy día tú pones un partido de fútbol base, o de algún equipo en un pueblo, y siempre está jugando el Barça o el Madrid y no va nadie. Como esto es un puro negocio, mira el partido del otro día, a las once de la noche.

-¿Qué ha sido lo mejor de este puro negocio que ha aprendido?

-Que es muy bonito. Hace 30 años que llegué al fútbol y aún hay noches que sueño que estoy con la camiseta del Español y me veo en la caseta, en Sarriá, saliendo al campo, dando con la puntera derecha siete veces antes de entrar al campo, persignándome; y entonces me despierto y digo, la hostia, que no es verdad, que estoy soñando. Ahora, cuando veo a la selección, digo, madre mía, si yo estaba ahí.

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