Rafael Barón. Presidente de la Asociación de Patios y Rejas ‘Claveles y Gitanillas’

“Los políticos sólo se acuerdan de los patios cuando llega el mayo electoral”

  • Defiende que urge poner en práctica medidas educativas y que garanticen el relevo generacional para que poco a poco no se vaya diluyendo la esencia de una Fiesta Patrimonio de la Humanidad

Rafael Barón posa en la escalera de su patio del número 2 de la calle Pastora.

Rafael Barón posa en la escalera de su patio del número 2 de la calle Pastora. / Jordi Vidal

Córdoba acaba de vivir una edición más de Los Patios en Navidad. A Rafael Barón se le puede considerar el padre de esta ya consolidada cita del calendario turístico y tradicional de la ciudad, “que echamos a andar en 2005”, recuerda, cuando era secretario de la asociación que ahora preside, Claveles y Gitanillas. “Yo soy belenista desde muy joven, incluso antes de construir mi casa [el número 2 de la calle Pastora], en 2002, montaba el belén en lo que entonces era una especie de solar o nave, y la gente venía a verlo.

Después, cuando hicimos la casa, lo montaba en la primera habitación que hay en la entrada en la que no se accedía al patio, pero la gente entraba al patio porque estaba bonito aunque era invierno, ya que lo tenemos cuidado siempre”, apunta. Esas visitas a su patio en Navidad le despertaron una idea, que luego le propondría a la asociación, la de “organizar algo que recuperara las tradiciones que siempre he escuchado a los mayores. En muchos libros ha quedado reflejado, incluso en algún villancico de Ramón Medina, cómo se vivía la Navidad en los patios de vecinos, cómo se montaban los belenes, las candelas...”.

A la asociación le pareció bien la idea y la pusieron en marcha. “Ese año sólo abrimos tres patios”, recuerda. En la segunda edición ya participaron siete. Y en la última, la de este año, se han podido visitar 36 patios privados, lo que supone todo un récord de participación.

–Hay quien se pregunta el por qué de que cada patio participante en esta cita navideña [desarrollada del 18 al 29 de diciembre] sólo haya abierto un día y no todos los días como ocurre en mayo.

–Vamos a ver, es que los dueños de los patios no cobramos nada, ni nunca se ha cobrado nada por Navidad, lo único que ha aportado el Ayuntamiento a la cita son especies, o sea, plantas para reforzar la decoración del patio, productos gastronómicos para degustación de los visitantes y publicidad. Cuando organizaba la cita la asociación, sí se abrían los patios todos los días , porque era una manera de colaborar con la misma. A partir de 2013, años en la que la cita pasa a ser municipal, la gente de los patios entiende que si el Ayuntamiento quiere organizar algo, lo tiene que pagar. Está claro que si el Ayuntamiento pide que se abra todos los días, no se presenta la gente, porque al no haber una subvención ni nada...sin embargo, un día no te quita de nada y como te dan las ayudas en plantas y todo eso, tampoco es un sobregasto que tengas que afrontar. Si se planteara todos los días tendrían que buscar una pequeña ayuda económica o algo para que la gente se tirara para adelante, siempre que parta del Ayuntamiento, claro está.

"A los autobuses que llegan para ver los patios se les debería cobrar una tasa; esa gente no aporta nada a la ciudad"

–¿Tienen cifras de cuánto supone mantener al año un patio?

–Hace unos años hicimos una encuesta entre los asociados y también se pidió la colaboración de la asociación Amigos de los Patios Cordobeses para tener una cantidad estimativa. Entre los que pusieron mucho mucho y los que pusieron menos, al final se hizo una media y salió que durante el año el coste del mantenimiento del patio, incluidas todas las labores que se le tienen que realizar, rondaría, en uno mediano unos 9.000 euros. Es una cifra que puede ser bastante real, pero también hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos la mano de obra del patio no se cobra, porque la hacen los mismos propietarios, me refiero al coste de, a lo mejor, pintores, renovación de plantas, de tiestos, de tierra, la luz, el agua y luego, por supuesto, los 14 días de estar allí en la Fiesta de los Patios, pendiente del mismo, ya que si tú pagaras un vigilante...bueno, a ver lo que costaría eso. La verdad es que sumando el premio y la subvención que da el Ayuntamiento nunca se llega a cubrir lo invertido, lo que pasa es que como es un gasto anual que vas mes a mes asumiendo, al final no es igual que si fuera de golpe. Si fuera de golpe estoy seguro que mucha gente no participaría.

–Se han cumplido cinco años de la declaración de los patios por parte de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, ¿continúan los patios manteniendo esa esencia por la que consiguieron esa declaración?

–Bueno, hay mucho detractor y mucho estudioso que desde los despachos habla de que la Fiesta de los Patios no tiene nada que ver con esa declaración de la Unesco. Desde mi punto de vista y mi experiencia vital, mi patio, por ejemplo, aunque sea de una casa unifamiliar, sirve de espacio de sociabilidad para nosotros, para los amigos e incluso para los clientes que vienen a mi taller a ver los trabajos que les estoy realizando. Que habrá patios que se han convertido en un escaparate, pues sí. Que ya no quedan patios de vecinos como antiguamente salvo puntuales excepciones, pues también, pero es que el patio ha sido evolutivo. El patio mesopotámico que llega a Grecia, ya varía; cuando Roma lo copia, ya varía; cuando los árabes le dan su impronta, ya varía, ha ido evolucionando con el tiempo: cuando llegan los cristianos, les dan su toque; cuando se convierten en casas de vecinos, cambian también. Lo que está claro es que no podemos diseñar la Fiesta de los Patios como si estuviéramos en el siglo XIX, cuando la sociedad va por otro lado, porque entonces estaríamos en contra de esa esencia que reconoció la Unesco, que es que el patio sea el centro de la vida social de la casa.

Rafael Barón posa en su patio del número 2 de la calle Pastora Rafael Barón posa en su patio del número 2 de la calle Pastora

Rafael Barón posa en su patio del número 2 de la calle Pastora / Jordi Vidal

–Me refería más bien al tema de la masificación de las visitas a la Fiesta de los Patios

–Ese es un debate ya muy manido. En el pasado congreso que se hizo sobre los patios yo puse sobre la mesa un criterio básico: la gente viene a Córdoba a ver los patios porque los patios son bonitos, si no queremos que haya masificación, vamos a ponerlos feos. Mientras sean atractivos no podemos negarnos a que vengan. Que hay que controlar esa masificación, pues claro, y para eso se han puesto por ejemplo los controladores en las puertas de los recintos, que funcionan estupendamente, y se han creado las apps para que la gente pueda ir para un lado u otro dependiendo del flujo de personal. Claro que hay que hacer más cosas. Por ejemplo, una tasa turística para los autobuses que lleguen de fuera para ver los patios. Esa gente tiene que pagar por entrar, porque no deja nada en Córdoba. No dejan nada más que suciedad y porquería y su gasto es el mínimo. No ingresan nada en la ciudad.

–¿Considera que el Centro de Interpretación de los Patios [Trueque, 4] está cumpliendo los objetivos con los que el Ayuntamiento puso en marcha?

–Creo que está infravalorado y que está infradotado. Necesita más interés por parte de los políticos, que funcione y, por su puesto, una buena dirección que lo use para lo que se ha creado, que es para difundir y divulgar la cultura de los patios. Lo que no puede es ser sólo un patio más que ver, eso no sirve para nada, porque ya hay empresas que se están dedicando a enseñar patios. Es obvio que eso no sirve si no tiene detrás un buen programa educativo, un buen programa divulgativo. Como se planteó en el Plan Turístico de Grandes Ciudades, el objetivo no era sólo ver ese patio, sino que ese centro de interpretación llevaba aparejada una ruta divulgativa por una serie de patios que ya se habían seleccionado. Los propietarios se iban a comprometer a tenerlos perfectamente y en condiciones para que la gente, además de que los pudiera disfrutar, cuando hiciera todo ese recorrido se llevara una visión clara y educativa de lo que es la Fiesta de los Patios Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, también fuera del Mayo Cordobés; y eso ni se ha cumplido ni se está cumpliendo. Esperemos que entre alguien que le de a eso un revulsivo, ya que hay gente que está luchando por ello, pero no tiene el apoyo institucional.

"Hemos hecho un estudio desde la asociación y cuidar un patio cuesta unos 9.000 euros al año”

–¿Se sienten los dueños y cuidadores de los patios respaldados institucionalmente?

–Hemos estado muchos años un poco relegados. Es cierto que desde que existe nuestra asociación, que se crea precisamente para tener un hilo conductor entre los cuidadores y el Ayuntamiento organizador de la Fiesta, se han ido dando cuenta de que hay que cuidar al cuidador. Aquí se creó la idea de que hay que cuidar al patio, pero es que el patio no sirve de nada si no hay una persona detrás. Ha costado, pero ya lo han entendido, han entendido que necesitan personas que cuiden de esos patios y que quieran enseñarlos. En el congreso, una voz bastante autorizada dijo que podría haber unos 3.200 patios en Córdoba dentro del Casco Histórico. Yo siempre he hablado de 1.800 de un estudio que hizo Vimcorsa. O sea, bastante mas de los que yo pensaba, y son pocos los que se presentan, porque en los últimos 25 años ha podido haber 200 patios distintos en el concurso. ¿Por qué esas personas que tienen un patio, que lo tienen vivo, no quieren abrirlo en la Fiesta? Algo habrá detrás. Yo llevo desde que entré en la asociación diciéndolo, hay que cuidar al cuidador y todas las medidas que se tomen son para que la gente quiera presentarse al concurso, porque si no va a llegar algo en lo que estamos insistiendo, que no hay un relevo generacional en los patios.

–¿Les molesta que se haga política con los patios?

–Sí, muchísimo, a mí, sí. Yo creo que las cosas de ciudad, que son buenas para la ciudad, no se deberían tocar por ningún partido político, sinceramente y a la Administración sólo le interesan los patios cuando les dan rédito político.

Rafael Barón posa junto a la capilla que tiene en su patio. Rafael Barón posa junto a la capilla que tiene en su patio.

Rafael Barón posa junto a la capilla que tiene en su patio. / Jordi Vidal

–¿Hasta que punto afecta eso al desarrollo de la Fiesta?

–Más que ser un obstáculo, es un malestar entre los propietarios. Que uno diga una cosa y otro diga otra y unos engatusen de una manera y luego al final no hagan lo que decían, al final hace que te sientas defraudado y ninguneado. Los políticos no se acuerdan del patio nada más que cuando es mayo electoral, entonces vienen todos a ver el patio. El resto de las épocas vienen o no vienen. Yo tuve una reunión con la alcaldesa e igual que le he dicho a sus antecesores le dije “creo que está en vuestro cargo daros un paseo por los patios, saludar a los propietarios, que les gusta”, porque ¿a quién no le gusta que le agradezcan una labor que hace con tanto cariño y esfuerzo por Córdoba? Que eso tenga el apoyo de la persona que representa a la mayor institución de la ciudad, eso te agrada.

–No obstante, la alcaldesa siempre destaca la labor de los propietarios y cuidadores y la importancia de ustedes para hacer realidad la Fiesta de los Patios

–Sí, hombre, por supuesto, pero es que eso es usar a los patios políticamente. Si tú me demuestras que quieres a los patios viniendo a ver a los propietarios, saludándolos, estando con ellos e intentando buscar fórmulas de colaboración para que la gente está satisfecha, yo te dejo que tú uses los patios para lo que te dé la gana. Soy así de claro, pero si sólo usas los patios para ponerte medallitas...En las presentaciones de las guías en Viana, tras los discursos de los políticos, los propietarios me insistían “pero tendrán poca vergüenza, si luego no nos hacen ni caso, si luego les pedimos algo y no nos lo dan”. La palabra y el hecho tienen que ir unidos y si no son creíbles enfadan a la gente.

"El Ayuntamiento no tendría dinero para pagar la promoción que los propietarios hemos hecho de los patios”

–¿Cuáles son las necesidades acuciantes de los propietarios de los patios?

–No creo que los propietarios de los patios tengan unas necesidades acuciantes. La Fiesta de los Patios sí las tiene. Los propietarios de siempre han sido muy humildes, nunca han pedido mucho. La Fiesta necesita mejor divulgación, que se haga sobre todo en Córdoba, yo ya no pido que se haga publicidad fuera, ya que se encargan los medios de hacerla sola y hasta los propietarios. Si el Ayuntamiento tuviera que pagar las campañas publicitarias que los patios le hacen gratis, no tendría dinero para pagarlo. Cuando hemos pedido es porque creemos que aportamos mucho a la ciudad y que nos merecemos que se nos repercuta de alguna manera, que ya hay muchos negocios que hacen su agosto en el mes de mayo. Pero lo que sí es verdad es que vemos que se necesita que la Fiesta se centre, que se haga un estudio en condiciones tanto económico como social de qué necesidades tiene y de qué medios habría que poner para que esto siguiera funcionando, no ya para los extranjeros, sino también para los cordobeses. Creemos que debería de hacerse una mayor labor educativa a través de colegios e institutos, una labor que ayudaría mucho a valorar los patios y a que se mantenga la Fiesta como lo que es, una Fiesta del pueblo donde los cordobeses deben de ser partícipes y parte principal de la misma; sin ellos tampoco existiría la Fiesta. Esa labor educativa es fundamental para el relevo generacional y para transmitir esos valores y esa historia de los patios que al final, tarde o temprano, si no es así, se van a acabar perdiendo.

–¿Está seguro de ello?

–Por supuesto, desde la Administración tienen que hacer algo para garantizar el relevo generacional. Me refiero a que igual que construye pisos de protección oficial pues que reconstruyan casas antiguas, que las hay en el Casco Histórico abandonadas, con apartamentos para gente joven, cómodos, con espacios compartidos. O sea, casas de vecinos con diseño del siglo XXI y para la sociedad del siglo XXI, casas que pueden ser interiormente supermodernas y que sin embargo conserven la esencia del patio cordobés, donde el patio va a ser una sala de estar que cuidarán entre todos y que se va a poder visitar luego en mayo. ¿Cómo? Pues con alquileres económicos y la condición de que tienen que cuidar el patio y de que tienen que participar en la Fiesta. Eso se puede hacer, ¿por qué no se hace? pues por que no hay ninguna intención.

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