Córdoba

"No podemos esperar sólo que las instituciones alimenten el ceiA3"

  • Mantener el ritmo de producción científica es uno de los retos que se ha puesto al frente del vicerrectorado, al que llegó tras la marcha Enrique Aguilar Benítez de Lugo

Ocupa el vicerrectorado que se encarga de la actividad científica de la Universidad de Córdoba (UCO), uno de los pilares básicos de la institución. Justo Castaño afronta, además, la dirección del campus de excelencia agroalimentario ceiA3, uno de los proyectos más importantes que maneja la institución académica.

-La investigación es una de las grandes damnificadas por la crisis, ¿cómo afronta esta situación al frente de este vicerrectorado?

-El primer reto es que la actividad científica y de excelencia que ha alcanzado la UCO a través de mucho trabajo no decaiga ni un milímetro, sino que siga creciendo y trasladándose a la sociedad. La crisis es un factor que afecta a lo más importante, que es que las personas que trabajan aquí sean capaces de mantener su nivel de actividad y contribuyan al progreso de la sociedad. La crisis es un factor para trabajar más, incluso redoblando los esfuerzos y ya hemos demostrado antes que somos capaces.

-El rector de la UCO, José Manuel Roldán Nogueras, ya aseguró en una entrevista que en el discurso del nuevo Gobierno central no sonaba mucho la Universidad. ¿Comparte su opinión?

-Es gratificante tener el reconocimiento de los gobernantes en el nombre de los ministerios, de las consejerías porque es un aliciente, un acicate. Pero igual de importante es que los presupuestos reflejen esa atención. Si ya hemos hecho un sacrificio desde el punto de vista económico en la investigación, el desarrollo y la innovación, hay que decir que por favor no sigan bajando las inversiones porque están comprometiendo el futuro de científicos, de las instituciones y del futuro del país. El futuro del país reside, en gran medida, en lo que seamos capaces de aportar a la maquinaria productiva desde dentro.

-Los jóvenes investigadores tienen que salir fuera para poder trabajar y cada vez es más difícil que vuelvan, ¿hay alguna forma de revertir esta tendencia?

-Están en un momento complicado. Aquí se ha hecho una apuesta singularmente apreciada en España por estabilizar a todos aquellos que demuestran su valía y su excelencia. Los propios miembros de las comunidades de jóvenes investigadores lo reconocen. La apuesta sigue intacta, la voluntad de este equipo de gobierno no ha mermado, pero los presupuestos sí. Tendremos que trabajar para que eso no comprometa nuestras convicciones y para seguir manteniendo nuestra capacidad de captar a los mejores y de consolidar los talentos dentro de la institución. Esa es la garantía de nuestro futuro. O es así o seremos una Universidad mediocre y del montón. Para que la ciencia sea excelente tiene que haber un recorrido que tradicionalmente ha incluido una estancia en el extranjero donde los jóvenes egresados demuestran su capacidad de llevar a cabo proyectos de manera autónoma o de manera autosuficiente, donde se enfrentan a la competitividad y a la competencia del más alto nivel en instituciones de prestigio, donde aprenden hacer las cosas de otra manera. Y luego ese talento hay que recuperarlo porque nos ha costado mucho trabajo.

-También dirige el campus de excelencia ceiA3. Ante la falta de financiación por parte del Gobierno se ha hecho una apuesta para acercarse al mundo empresarial. ¿En qué momento se encuentra el proyecto?

-Hemos desarrollado una herramienta novedosa para potenciar el encuentro entre la Universidad y la empresa. No podemos única y exclusivamente esperar a que las instituciones públicas nos alimenten el proyecto. Evidentemente, estamos esperando que el Ministerio de Educación muestre su compromiso con el mantenimiento de un programa que ha sido muy positivo porque ha creado cosas que no existían y positivas, por lo que se ha acertado. Con poco se ha hecho mucho por los beneficios que se pueden producir. Ahora, estamos en una nueva etapa en la que desarrollar nuevas estrategias. La principal es la de competir por fondos europeos conjuntamente entre las universidades y las empresas y los centros tecnológicos y competir por fondos tecnológicos conjuntamente con las empresas. Tenemos que trasladar al máximo posible la capacidad de nuestro conocimiento y de investigación al empresariado. Sólo hay una forma de hacerlo: preguntando al empresario qué necesita y dónde se le puede ayudar.

-Pero ya se había hecho un listado con el número de empresas y se habían hecho contactos. ¿Se va a repetir ese trabajo?

-Se hizo un análisis inicial y ahora se está reforzando. Tenemos la incorporación pendiente de un gerente que ayude a engrasar la maquinaria de relación entre el sector académico y la empresa. Nuestra intención es potenciar al máximo la transferencia y las iniciativas conjuntas. Una de ellas es, por ejemplo, incluir el desarrollo de tesis dentro de las empresas, otra que los empresarios vengan a hacer cursos a la Universidad o que se realicen proyectos conjuntos donde la investigación intente responder a los problemas que tienen los agricultores o los empresarios. No hablamos de mejorar sólo la capacidad productiva, sino de salud. Hay que hablar de la comercialización, de seguridad alimentaria, de cooperación al desarrollo dentro de la agroalimentación, es decir, cubrir todos los aspectos.

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