La Plataforma por Córdoba pide potenciar la arboleda en la zona del Balcón del Guadalquivir

La Plataforma por Córdoba, con el apoyo de otras entidades vecinales, ha solicitado por registro oficial a la Delegación de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba la plantación de arboleda entre el Balcón del Guadalquivir y el Centro Comercial El Arcángel, con el fin de mitigar el calentamiento del vial y acerado fruto de las altas temperaturas que soporta la mayor parte del año.

El colectivo ha pedido que en la gran mediana que separa ambas superficies "se plante una alineación de laureles de indias, una bellísima y portentosa especie, que ya está comprobada su adecuación y buen desarrollo en la climatología cordobesa, y que otorgaría una gran sombra, frescor y belleza a un espacio que se caracteriza por ser un horno abrasador al constituir una planicie donde prima el asfalto y el adoquinado de hormigón".

La Plataforma por Córdoba recuerda, además, que estos árboles servirían también para "cerrar la feas vistas que desde el Casco Histórico se visualizan hacia esta zona oriental de la ciudad, conformando una masa verde de gran lustre gracias a las especies perennifolias propuestas". Del mismo modo, solicita la plantación de laureles de indias y tipuanas en los grandes espacios de césped libres de arboleda que quedan por el entorno del avión, "que son bastantes".

La asociación vecinal también ha requerido que los nuevos naranjos recién repuestos en los alcorques de la avenida Compositor Rafael Castro "se sustituyan, antes de que agarren, por árboles de potencial amplia copa y resistentes", como son los algarrobos o las tipuanas, pues "no debería perpetuarse" la elección primigenia de naranjos, que desde el colectivo consideran "inadecuada".

"Los reemplazos de alcorques vacíos deben corregir lo mal planificado inicialmente", continúa la Plataforma por Córdoba, que sostiene su petición en base "base al achicharrador soleamiento que soporta este espacio desde que sale el sol hasta que se pone, a la considerable amplitud del acerado y a la inexistencia de fachadas residenciales donde el ramaje pudiese molestar en un futuro". "Necesitamos árboles de gran copa y no eternizar la alineación de naranjitos raquíticos y quemados por el sol, como está el resto del acerado", finaliza la nota.