La picaresca del uniforme

Si la semana pasada eran los más pequeños los que comenzaban a invadir las guarderías y a adaptarse a la rutina de madrugar, hoy le toca a los alumnos de los niveles de Infantil y Primaria cargarse la mochila a los hombros y empezar el nuevo curso. Este regreso a las aulas supone, entre otras muchas cosas, volver a colocarse la falda de cuadros, el pantalón de pinzas, el polo con el escudo o el chándal de turno.

El uniforme -que en su momento era distintivo en centros privados y concertados, pero que ya se ha extendido también a los públicos- es la opción más cómoda para los padres, pero no la más barata. Calcular el precio medio que puede suponer la compra de las principales prendas del uniforme dispara el gasto que las familias hacen cada septiembre con la vuelta al cole.

Por ello, y a tenor de un tiempo de crisis que debilita y mucho la economía de los cordobeses, los padres deben buscar y barajar tantas opciones como existan para poder ahorrar algo cuando del atuendo escolar se trata.

Desde las tiendas especializadas en ventas de uniformes explican que cada vez se hace más complicado para las familias eso de piratear la ropa oficial de los colegios. Rocío Romero, que trabaja en Moda Hogar, comenta que durante los últimos años han sido muchos los colegios que han cambiado sus uniformes. Ejemplo claro es el de La Milagrosa, en la calle Gondomar. Hasta hace poco, un pantalón o falda azul marino y una camisa celeste componían la ropa escolar de este centro concertado cuya oferta educativa abarca desde Infantil hasta Primaria, y el escudo tan solo aparecía en las prendas del chándal. Esto ha cambiado y ahora toda la ropa tiene bordado el escudo, desde el jersey hasta los pantalones, pasando por el polo. Para Romero, este hecho supone que ya no se pueda comprar un polo liso o una camisa y comenta que también se añaden ribetes en los cuellos o se eligen colores para algunas prendas muy difíciles de conseguir sin bordar en una tienda normal. Este cambio en los uniformes, que tiende a confeccionarlos con muchos detalles para que se diferencien unos colegios de otros, se une además al hecho de que hay muchos centros que pertenecen a órdenes religiosas con varias sedes en toda España y que deciden unificar la ropa en todas ellas.

Todo ello lleva a un encarecimiento de los precios que hace que comprar un uniforme de La Milagrosa suponga el desembolso de más de 200 euros por la adquisición de un polo, una falda, el jersey, el chándal completo y una camiseta. Si se comparan los precios, no existe una diferencia muy marcada entre distintos colegios. Así, la falda de la Divina Pastora cuesta alrededor de 40 euros y la de la Trinidad 37, el polo del colegio Ahlzahir 14 euros y el de La Milagrosa más de 20 y el precio del jersey de El Encinar es de 25 euros, muy parecido al de la Trinidad que cuesta 26.

Unos precios que no difieren en exceso uno de los otros, pero que sí lo hacen cuando se comparan con la ropa no marcada con escudos. Aquí entra en juego el ahorro y el conocimiento de las familias que, entre otras cosas, compran los polos en grandes superficies, a no más de 10 euros y lo llevan a serigrafiar o bordar a tiendas especializadas por unos dos euros. La picaresca supone que, en muchos casos, puedan adquirirse dos prendas de manera extraoficial por menos dinero de lo que cuesta una verdadera. "Los precios del uniforme son prohibitivos, no se tienen en cuenta la realidad económica de las familias hoy en día", comenta uno de los padres que se estrujan la mente para conseguir algo de ahorro. Además, tampoco se puede olvidar el paso de prendas de los hermanos mayores a los pequeños, o a los primos.

De esta forma, durante los últimos años ha sido la crisis la que ha marcado la vuelta al cole y la que ha despertado, sin duda, la imaginación de muchos padres que recurren a la picaresca para poder hacer frente a la cuesta de septiembre.